sábado, 4 de abril de 2020

CAPITULO 7-EL CONDUCTOR COSMICO

CAPITULO 7
EL CONDUCTOR COSMICO
A comienzos de los años sesenta, López Rega empezó a elaborar un manual destinado a transmitir a los habitantes del planeta sus conocimientos espirituales y a demostrar que éstos tenían aplicación en la vida cotidiana. Si bien la iniciativa lo desligaba cada vez más de las enseñanzas que había recibido de Victoria, López consideró que su sabiduría, o ese pequeño relámpago de iluminación que decía poseer, era un patrimonio que Dios le había otorgado para que lo entregara a todos sus hijos. De modo que, al lanzarse a la escritura de “Astrología esotérica”, lo hizo convencido de que no traicionaba juramento de fidelidad alguno, y así lo explicó en el prefacio de su obra. Al presentarse como poseedor de ciertas claves secretas que rigen la vida delos seres humanos, López Rega intentaba colocarse en una situación de poder frente al resto de la humanidad. Él poseía los misterios ocultos y los popularizaba, según su propia confesión, para impedir que algún emperador omnipotente intentara manejarlos a su arbitrio con el propósito de dominar el mundo. López Rega quería que “Astrología esotérica” funcionara como un manual de autoayuda, un amigo mudo, de consulta diaria.


Por tal motivo pedía a sus lectores que abandonaran sus falsos orgullos y le creyeran. Juraba que sus revelaciones eran absolutamente verídicas y se comparaba con Thomas Alva Edison, a quien tampoco creyeron cuando anunció que había inventado las lámparas eléctricas. El mundo, advertía López, no debería caer en el mismo error: si seguía ciertas tablas de valores vibratorios y las asociaba con su respectivo signo zodiacal, el lector de “Astrología esotérica” estaría en condiciones de lograr la armonía que le permitiría influir positivamente sobre las personas. El método que López ofrecía a las grandes masas de no iniciados consistía básicamente en tomar los conceptos del sistema astrológico y volverlos extensibles a todo. A la música, el arte, la danza o el alfabeto. En una parte del libro, por ejemplo, buscaba incluir dentro de un orden esotérico géneros musicales como el tango o expresiones artísticas como la dan-za, para que pudieran transmitir vibraciones espirituales en auditorios o teatros. Todo está supeditado al ritmo universal. Por eso se mostraba muy crítico del movimiento vibratorio del tango. 
Analizado desde su faz espiritual, el tango, escribió López, "fue organizado ocultamente para que un pueblo lleno de esencia de vida, actuara con más lentitud y su mente no alcanzara etapas superiores para las cuales estaba predestinado". En cambio, consideraba el vals criollo como la expresión vibratoria más representativa del argentino, y concluía que tanto el rock, cuyo movimiento imita a los monos enl a selva, como el twist, que reproduce las contorsiones de las plantas en busca del Sol, son ritmos de impacto negativo para la evolución humana. Luego de formular diversas críticas a los géneros musicales, López se preocupa por proyectar las claves rítmicas para una música futura. Relaciona cada acorde musical con uno de los grados zodiacales, y propone que deben ser ejecutados en determinada hora del día, atendiendo a los tránsitos planetarios. Es decir, trata de crear o interpretar música bajo los límites de un pentagrama cósmico, donde Venus es Mi, Mercurio Fa, Marte Sol, y así sucesivamente. Lo mismo sucede con el arte del baile, aunque en este caso propone asociar los movimientos corporales con las letras del abecedario para que los primeros alcancen su ascendiente planetario. Por ejemplo: cada letra tiene una forma corporal. Dos piernas abiertas con las manos en la cintura componen una "A", que a la vez está regida por un planeta y una nota musical. De modo que en cada movimiento el bailarín puede ir componiendo una danza de asociaciones cósmicas. 
A medida que López escribe se advierte su esfuerzo, y también su impotencia, por transmitir los conocimientos secretos. En medio de una explicación, de golpe exclama: ¡Estoy tratando en forma desesperada el abrir cuanto me sea posible los ojos del cuerpo y los del alma de cuanto lector tenga este libro en sus manos a fin de que aunque no viendo la flor prohibida, su aroma etéreo lellegue y lo sature! 
“Astrología esotérica” fue muy criticado por los astrólogos. Según éstos, López Rega fundaba las tablas sobre la base de la astrología occidental, y no sobre la de los caldeos, cuyos decanatos tienen una secuencia diferente, lo que le hubiera permitido ser considera-da "esotérica". Por esa razón, decían, la mayoría de las tablas con las supuestas equivalen-cias astrológicas terminaban siendo poco fiables. López Rega, por su parte, asumió que su obra podía ser evaluada como un "libro raro", pero tenía la certeza de que en el futuro sería considerada una "joya preciada". No obstante su esperanza, si con el paso de los años “Astrología esotérica” despertó el interés de periodistas e historiadores fue porque (en una apuesta de tinte también hermético) algunos intentaron encontrar en sus páginas las claves para deducir el método que su autor utilizó para manipular a la esposa del general Perón. 
El secreto (López lo sabía) estaba en los colores de sus prendas y los perfumes. Como cada signo zodiacal tiene tres decanatos, de diez grados cada uno, para que la energía espi- ritual comience a vibrar, cada persona debe vestirse en armonía con los colores espirituales de su signo. López también buscó una asociación planetaria para la utilización de perfumes, cuyas esencias permitieran desarrollar las potencialidades espirituales de cada planeta. En el caso de Isabel, según la fecha de su nacimiento, su perfume y su flor debían ser el clavel amarillo. De ese modo, el uso de prendas y perfumes acordes con la influencia del Zodíaco podía favorecerla día tras día. López Rega escribió “Astrología esotérica” bajo el influjo de la llegada de la Era de Acuario. 
Según la tradición oculta, Acuario es tiempo proclive para la organización de grupos fraternales y cooperativas. Victoria Montero había fijado el ingreso a la nueva era el 4 de febrero de 1962, cuando el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte y Júpiter estaban en el signo de Acuario. También fue año de cambios para López Rega. Luego de diecisiete años de servicio, decidió retirarse de la Policía Federal. Sus ascensos ocurrieron luego de que Perón huyera del país. Había llegado a sargento primero. Pero sus últimos tiempos en la institución estuvieron marcados por algunas turbulencias. Todo se inició con el cambio de destino que le fue impuesto luego de la Revolución Libertadora. Abandonó la residencia presidencial y fue trasladado a la guardia del Juzgado Correccional de Menores N° 3. Allí tomó contacto con chicos abandonados por sus padres y otros que habían hecho sus primeras incursiones en el delito. A menudo, llegaba a un acuerdo con el juez y asumía personalmente la custodia de los jóvenes hasta que se resolviera el caso. De ese modo evitaba que los internaran en un reformatorio. López Rega tomó por costumbre llevar a los chicos a su casa, donde los asistía temporariamente. Su esposa Josefa en un principio convivía a gusto con los menores, pero luego protestaba cuando su marido los devolvía al juez, porque se había encariñado con ellos. La conducta de López Rega generó suspicacias en la prensa. 
En la revista Cambio 16 del 2 de junio de 1986, en un artículo publicado bajo la firma de Ricardo Herren y Norma Morandini, se lo acusaba de haberse aprovechado sexualmente de presos y de menores de edad, y se afirmaba que, luego de un sumario administrativo, fue dado de baja. Estos supuestos hechos no están registrados en su legajo policial. Por otra parte, en entrevista personal, Norma Morandini dijo no recordar de dónde había extraído esa información. La versión familiar de su retiro es que no tenía posibilidades de ascenso y, tras diecisiete años de servicio, podría retirarse y vivir de la jubilación. En junio de 1973, en un 
encuentro reservado con la prensa, y a pocos días de asumir supuesto en el Ministerio de Bienestar Social, López Rega se confió: "La gente me ubica de tres maneras: diciendo que soy maricón, que soy ladrón y que soy brujo... Que no soy marica, lo sé muy bien yo y eso me alcanza. Si soy ladrón, se darán cuenta que no lo voy a confesar acá, entre periodistas... Y bueno, sobre que soy medio brujo, es cierto, lo soy, pero con eso no creo molestar a nadie". Luego, al despedirse, obsequió a cada uno de los periodistas corbatas azules con conejitos rojos, idénticas a la que llevaba puesta. Y al periodista Jorge Ruprecht, que por entonces trabajaba en Clarín, le precisó: "Mirá pibe. No te preocupes nunca por lo que los demás dicen de vos. Mirá yo: ¿te parece que puedo ser marica con esta pinta?" (revista Tal Cual, Perfil, mayo de 1986). 
En el Brasil, López Rega sólo pudo publicar la primera parte de Astrología esotérica, bajo el auspicio de Claudio Ferreira, en 1960. La obra se tituló Zodíaco multicolor. Su hija Norma, por entonces de 15 años, realizó dibujos de mujeres con vestidos de colores y bailarines danzando sobre las notas de un pentagrama. También quedó plasmada en la obra la vocación artística de Héctor Prieto Roca, quien colaboró en las ilustraciones. Fue precisamente a través de Prieto que López Rega logró publicar Astrología esotérica en la Argentina y en forma completa. Prieto Roca le recomendó una imprenta situada cerca de la costa del Río de la Plata:Suministros Gráficos. Ese dato cambió su vida, cuando a su edad ya parecíaimposible que modificara su destino de sargento jubilado de la Policía Federal. 
Suministros Gráficos SAIC había sido una imprenta del Estado, dependiente de la Secre- taría de Hacienda. En 1961, cuando el ministro de Economía Álvaro Alsogaray decidió priva- tizarla, los 52 trabajadores formaron una cooperativa y obtuvieron la concesión. La empresa continuó recibiendo trabajos del Estado; también imprimía libros de la editorial Kier. La mayoría de los obreros de Suministros eran peronistas, de modo que la empresa era frecuentada por militantes del Movimiento que iban a imprimir afiches, folletos e incluso boletas electorales, como sucedió en 1965. La empresa también hacía trabajos "por izquierda": en una actitud considerada "revolucionaria", que reportó beneficios económicos directos a algunos miembros de la cooperativa, se falsificaron los Bonos 9 de Julio (que lanzó Alsogaray), con los que se pagaban los sueldos a los empleados del Estado. El primer presidente del directorio de la empresa fue José Miguel Vanni, "El Gordo". Era hijo de un marino mercante y se había recibido de técnico industrial. Era soltero. Tenía 30 años. Al Gordo le interesaban los textos que editaba Kier. No buscaba en ellos el camino de la verdad revelada: el esoterismo lo entretenía. Por eso editó el libro de López Rega, que apareció en noviembre de 1962. La edición de cuatro mil ejemplares fue distribuida por Kier. 
Inicialmente, el autor no desembolsó un centavo, pero al poco tiempo un empleado de la imprenta fue a reclamar el pago a su casa y él mandó a Josefa a decirle que estaba de viaje. Cuando su esposa volvió y le dijo que la edición iba a ser decomisada y destruida, López Rega corrió a Suministros Gráficos a saldar la deuda ofreciendo sus talentos como gestor. Habló directamente con Vanni. Lo endulzó prometiéndole muchos clientes y buenos negocios, si aceptaba su oferta de lanzar al mercado una línea de libros esotéricos; sugirió una Génesis de una nueva Era; un Tratado de canto, impostación y arte escénico; una Agenda astral (que llamaba "Madre del Éxito") con predicciones que llegaban hasta el año 2000, y un manual de Astro finanzas. 
También propuso la edición de sus libros inéditos. El Gordo aceptó. López Rega empezó a frecuentar la imprenta. Llegaba en colectivo a la hora del almuerzo y se quedaba un buen rato mirando el funcionamiento de las máquinas y supervisando los trabajos que ingresaban. Tenía tiempo para leer textos místicos, o realizar los horóscopos y las cartas natales que les 
ofrecía a las ocho costureras y al personal gráfico. Parecía un hombre sim-pático y llano, que tenía todo el tiempo la palabra "Dios" en la punta dela lengua. 
-Si quisiera podría convertir las piedras en oro, pero no quiero ofender a Dios. Dios no me deja. decía. 
Vanni se divertía con su inventiva y lo alentaba. A los empleados les comentaba que López tenía poderes paranormales y que poseía facultades para hacer de médium en sesiones espiritistas. A los pocos meses, López Rega ya había instalado a sus hermanos del grupo porteño en Suministros Gráficos. Llegaron Carlos Villone, José Famá, Héctor Para-midani y el mismo Héctor Prieto. Dentro de la empresa, su crecimiento fue meteórico. En la constitución del tercer directorio figuraba como presidente. Ya tenía una oficina propia, en el primer piso. Allí se reunía con su grupo para elaborar proyectos. Empezaron a imprimir libros esotéricos en cantidades desproporcionadas respecto de las posibilidades de colocación. No se interesaban mucho por los costos. Querían armar algo grande. Las nuevas incorporaciones no alteraron el ritmo de trabajo de Suministros Gráficos. Para el resto de los empleados, López Rega y su gente no pasaban de ser un apéndice místico del Gordo Vanni. López Rega aprovechó esa libertad de movimientos en el edificio para saldar la deuda de “Astrología esotérica”. 
Lo hizo con el dinero que obtuvo por la venta del papel que tomaba de la misma imprenta, aunque los accionistas de la cooperativa se enterarían mucho más tarde, cuando él ya estaba en España y la empresa había quebrado. Simultáneamente a la realización de ese pequeño desfalco, el Gordo Vanni se entusiasmaría con otro negocio: falsificar etiquetas de whisky importado y colocarlas sobre otras botellas de origen nacional, de menor calidad. La actividad de López Rega en Suministros Gráficos lo llevó a profundizar el contacto con dirigentes políticos y gremiales del peronismo que le encargaban la impresión de folletos y periódicos. Se mostraba dúctil y eficiente ante los requerimientos, pero el oficio de impresor no le impidió continuar con la escritura, sino al contrario. Incursionó en la dramaturgia, aco-modado bajo los cánones del esoterismo, y tituló su trabajo “Preguntas en la noche”, con una bajada aclaratoria: Comedia psicológica musical. 
“Preguntas en la noche” acababa de ser impreso en Suministros Gráficos cuando Vanni, en octubre de 1965, trajo a la imprenta al juez Julio César Urien y se lo presentó a López Rega como si se tratara de una eminencia. Urien quería publicar su libro “El Tercer Mundo en acción”, bajo la firma de Logia Anael. López Rega, manteniendo cierta distancia, le dijo que regresara en dos o tres días; para entonces tendría preparado un presupuesto. Sin embargo, cuando el juez regresó, López bajó a la recepción y lo recibió con un abrazo: 
-Doctor Urien, no sabía que usted era tan amigo de Perón. Tengo una buena noticia para usted: le vamos a imprimir cinco mil ejemplares del libro. Y como es un encargo del General va a tener precio de costo. 
López se mostró interesado en saber qué era Anael. El juez Urien le explicó que era una logia secreta que trabajaba en favor del proceso de unidad y liberación latinoamericana, y que estaba a la búsqueda de hombres y estructuras nuevos para enfrentar al corrompido capitalismo imperialista que atentaba contra la dignidad humana. El análisis de Urien era el siguiente: el mundo estaba atravesando la última etapa de la actual civilización, la del poder económico. Cuando esta civilización cayera, y ése era el objetivo de la lucha, sobrevendría una sociedad fraternal en la que desaparecerían las miserias sociales. El obstáculo era que el poder se resistía a abandonar sus privilegios. Según Urien, la logia tenía alrededor de cuatro mil adherentes dispersos entre la Argentina, el Brasil, el Perú, Venezuela y Bolivia, aunque 
bien podía tratarse de un cálculo optimista. A algunos de ellos, Urien los había seleccionado personalmente en su despacho judicial. En esas conversaciones, intentaba rescatar de cada visitante sus valores morales y su deseo de una sociedad nueva. Esos eran los requisitos básicos para ingresar a la logia. El hombre como esencia espiritual, y no como instrumento del materialismo. Urien siempre repetía una frase a modo de bienvenida:—Cuando tu imaginación te lleve a la idea de crear un mundo nuevo y mejor, trata de llevarla a la realidad. 
El personaje central de Preguntas en la noche, un transparente alter ego del propio López Rega, es Ángel, un escritor próximo a graduarse en una orden filosófica. Ángel es el mejor de su grupo: ha explorado las facultades de su inconsciente, leído los escritos de los Grandes Maestros, y posee múltiples secretos de la Divinidad. Sin embargo, ante una pregunta de su Maestro, no sabe responder quién es nipara qué vive. Comprendiendo re-pentinamente que todos sus conocimientos son sólo teóricos, se siente perdido y decide buscar el sentido de su existencia en "la vida real", vinculándose con gente ordinaria, "de bajo astral", "simples payasos del vivir humano", prisioneros del deseo y la materia. Ángel desciende a los infiernos de una boîte, donde rechaza el abrazo de Magdalena, la prostituta del local: "¡No soy un buen compañero para el placer!, le dice. ¡Tus besos conducen por un camino que yo ya he abandonado hace mucho tiempo!". Extrañados de su comportamiento, unos jóvenes existencialistas preguntan por él. "Es un cliente locatelli", resume el mozo. En tanto, Ángel le relata sus desventuras a Magdalena. Ella concluye: "¡Tú vives en lo alto de la escala de la inteligencia, buscando la teoría del vivir! ¡En tanto nosotros nos enfangamos en lo bajo de la materia, buscando la realidad de esa teoría!". Sorprendido de los conocimientos filosóficos de la prostituta, Ángel le pide disculpas en nombre de la humani-dad por ser ella un recipiente de los desperdicios humanos, y le transmite su conocimiento esotérico, explicándole que cada órgano físico tiene una relación con un órgano espiritual, y que se conectan a través de las glándulas endocrinas. "Los órganos espirituales, explica Ángel.son dos chakras, o centros de energía. Uno, el chakra superior, el de los santos, está conectado con el Cielo, Dios, el Universo. El otro, el chakra inferior, el sexual, está relacionado con los vicios terrenales". Para que los dos chakras se conectaran y la energía pasara transformada de un chakra a otro, Ángel debía elevarla del chakra sexual en el que vivía, como Jesús había elevado a Magdalena en el relato bíblico. Tenía en mente la creación de El Paraíso, un lugar para el retiro espiritual, donde la gente ordinaria, sin preparación intelectual, podría librarse de sus cadenas de ilusión, y encontrar las respuestas de la vida. Allí Ángel encontraría las suyas. Esa misma noche, Magdalena, aceptada por Ángel tal como es (una mujer que ha conocido los extremos de la Verdad, de la promiscuidad y de la pureza interior), y convertida en su hermana espiritual, emprende su misión redentora con los distintos personajes de la obra. Con cada uno de ellos debate acerca de quiénes somos y hacia dónde vamos. Sus interlocutores son Tony Laringini, cantante de la orquesta; Tito Solari, boxeador; un pastor religioso; Rosa, la florista, y Barroso, el mendigo, a quienes enfrenta con los velos que ocultan su espiritualidad e intenta sumarlos a El Paraíso. Al día siguiente, Ángel recibe el informe de Magdalena respecto de lo ocurrido, clasifica lascualidades de cada una de las personas, y las asocia con los órganos esotéricos del cuerpo humano, conel propósito de mejorar la causa de la Raza Humana y de realizar en El Paraíso un cuerpo organizado de iniciación espiritual. ¡He aquí la respuesta para todas las preguntas en la noche! ¡Ha nacido una familia para la Humanidad!", dice Ángel, que en El Paraíso se convertirá en El Maestro. 
A lo largo de los años, la influencia del juez Urien como jefe oculto de Anael se extendió entre funcionarios judiciales y gubernamentales y en el ámbito profesional, pero la columna vertebral de la logia era el Comando Nacional de Suboficiales de las Fuerzas Armadas (Conasub), que acompañó el golpe de 1943 ejecutado por el Grupo de Oficiales Unidos (GOU) y fue expulsado del Ejército por resistir a la Revolución Libertadora. 
El último libro de Urien, firmado bajo el seudónimo de Dr. Anael, “La razón del Tercer Mundo”, editado en 1964, iba de mano en mano por los cuarteles. Urien poseía un atractivo especial para los miembros del Conasub que se inscribieron en la logia. Su visión acerca de los problemas de la Argentina les hizo creer que estaban frente al germen de un nuevo Perón. Para hacerle conocer la Argentina profunda, los suboficiales lo llevaban a dar conferencias sobre la programática anaeliana en el cordón industrial del Gran Buenos Aires y en distintas provincias argentinas, donde nadie había escuchado su nombre. El plan de liberación de Anael estaba detallado en “El Tercer Mundo en acción”. 
Allí Urien predecía que la moral de la humanidad iba a evolucionar en la medida en que se desarrollaran los tres vértices magnéticos del triángulo de la Triple A. López Rega se mostró curioso ante esta afirmación. Le preguntó qué significaba. Urien se remitió a los orígenes. Le explicó que los Grandes Iniciados dela Antigüedad (Buda, Confucio, Krishna, Jesús y Mahoma, entre otros) habían vislumbrado a los pueblos de la Triple A (Asia, África y América) como una hermandad universal, pero que esa evolución había sido distorsionada algunos siglos después de la muerte de Cristo, cuando la Iglesia Católica dejó de ser nazarenista y se ocupó de defender el poder de los ricos. Por eso, le explicó, los esenios se habían replegado hacia un lugar oculto de Asia luego de que Jerusalén cayera en manos de los romanos. López Rega dijo que eso ya lo sabía. Pero el juez agregó que, en el nuevo ciclo evolutivo de la historia, sobre los vértices de triángulo magnético de la Triple A se gestaría la liberación del Tercer Mundo, que vencería al capitalismo y el comunismo. Las masas escaparían de las garras de los poderes mundiales del dinero y crearían una sociedad nueva. La formación intelectual de Urien era más completa que la de López Rega, y aunque los dos se habían especializado en las ciencias ocultas y veían al hombre como parte de la totalidad cósmica, el primero le había dado al esoterismo un enfoque político que López había desdeñado hasta ese momento; enfoque que, a partir de las palabras del juez, se presentó ante sus ojos como otra revelación. 
López indagó un poco más sobre la Triple A. Quería conocer su desarrollo y su evolución. Urien le explicó que el primer vértice ya estaba consolidado en Asia con la China de Mao, que se había liberado de las fuerzas del Kuomintang dirigidas por Chiang Kai Shek, aliadas del imperialismo anglosajón. Con su ideología y su cultura propias, predijo Urien, China se separará de Rusia y será la avanzada de la liberación mundial. Su influencia llegará hasta África. El segundo vértice magnético se está constituyendo en Argelia. Será el motor del mundo árabe. Los pueblos afroasiáticos en lucha contra el imperialismo. Y la misión que le compete a Anael es hacer evolucionar el tercer vértice magnético de la Triple A: América latina. Al llegar a ese punto, Urien pidió permiso para tomar un papel de su escritorio y trazó una línea imaginaria que conformaba una "L" inclinada apoyada en tres puntos: San Pablo, Buenos Aires y Lima. 
-Sobre esos tres puntos se proyectará la revolución continental,dijo. Deahora en adelante, todos los hombres que se sientan átomos de liberación deben ayudar a construir el tercer vértice. Tiempo y espacio definen los acontecimientos. 
-¿Por qué eligió esos tres puntos?, se interesó López Rega. 
-No es una elección, respondió el juez. Son puntos de irradiación cósmica. Lima, por el socialismo incaico. Su eco revolucionará a todos los pueblos de las cumbres andinas. Buenos Aires, por la vibración justicialista. Perón no fue derrocado. Su retiro fue una decisión de alta estrategia político-social para salvar uno de los vértices de la Triple A. Este vértice volverá a evolucionar porque la conciencia justicialista ya quedó impregnada en las masas. 
Por último, San Pablo es el vértice del cristianismo revolucionario. El referente actual es el gobernador Adhemar Barros. En un futuro, la Argentina y el Brasil eliminarán sus fronteras y tendrán un único patrón monetario. Conformarán un bloque antiimperialista sudamericano. El cooperativismo será el soporte de la nueva civilización. 
López le preguntó cómo se produciría la relación entre la liberación de lospueblos y el cosmos. Ese punto no le había quedado claro. 
Lo que pasa arriba se traslada abajo, simplificó el juez. El cosmos y la historia de la humanidad están regidos por la ley de la evolución. Cuanto más iluminado se ve un astro, más evolucionado está. A su vez, cuanto mayor grado de concientización tiene un pueblo, más liberado se encuentra. 
La educación de López Rega y de Urien también había sido diferente. Urien se había criado en una familia patricia de San Isidro. De joven jugó al rugby en el CASI, y en 1965, al borde de los cincuenta años, conservaba el hábito de cruzar a nado el Río de la Plata. Su carrera de estudiante de abogacía había sufrido algunos contratiempos, pero el mismo Perón, a quien conoció en 1945 a través de su padre—que fue titular de la Junta de Granos y Elevadores—, le facilitaría un lugar en la Justicia como secretario en un Juzgado de Familia al año siguiente. Veinte años más tarde, cuando se acercó a Suministros Gráficos, Urien era juez civil y comercial y difundía el credo de la revolución maoísta en su despacho dela calle Callao 635, mientras que, en la oficina de enfrente, el juez César Arias propagaba entre sus allegados las bondades del marxismo ortodoxo y la revolución soviética. 
Urien era el jefe de Anael, pero no su creador. Esto siempre lo aclaraba. Se había puesto a la cabeza de la logia debido a la muerte repentina de Héctor Caviglia, su impulsor en la Argentina. Caviglia elaboró la doctrina de Perón como Conductor Cósmico de las masas y mantuvo diálogo con éste durante su segunda presidencia. López Rega, que se preciaba de conocer las potencialidades ocultas del Universo y la influencia del Cristo Cósmico, jamás había escuchado una historia así. 
Caviglia era martillero (socio número 797 de la Corporación de Rematadores), pero tam- bién un aventurero. Se había enrolado en la Legión Extranjera durante la Primera Guerra Mundial y luego luchó contra moros y bereberes en el norte de África. Más tarde se arrepen- tiría de haber servido a intereses imperiales, aunque de ese tiempo le quedó la fascinación por un mortero de guerra que perfeccionó y patentó para fabricarlo en serie. Como al Ejército Argentino no le interesó su invento, lo llevó al Brasil, donde tomó contacto con asesores del presidente Getulio Vargas, quienes conformaban un gobierno invisible que había adoptado la esotérica denominación de "Anael". 
Perón y Vargas no llegaron a conocerse, pero siempre mantuvieron latente la posibilidad de relanzar el proyecto de unidad económica entre la Argentina, el Brasil y Chile (ABC), tomando como punto de referencia la geopolítica sanmartiniana del siglo XIX. 
Durante su estadía en el Brasil, Caviglia se ofreció como enlace de la logia entre los dos países y Perón lo recibió en la Casa Rosada. El contacto entre ambos continuó incluso después de que el presidente Vargas, sometido a intensas presiones, se pegara un tiro en 1954. Por entonces Caviglia ya estaba convencido de que la misión de Perón era ser el Conductor Cósmico de la Argentina. 
Caviglia suscribía la teoría de que Perón recibía y emitía vibraciones directas del Univer-so tanto a sus colaboradores directos como a las masas, a las que esclarecía y dirigía. Esto 
explicaría, según Caviglia, por qué Perón alzaba los brazos en el balcón de la Casa Rosada frente a sus fieles: sus manos vueltas hacia el cielo funcionaban como radares para recibir las vibraciones de las esferas superiores, que luego bajaban al pueblo a través de su persona. Tenía el magnetismo personal de un iniciado al que las multitudes escuchaban y seguían. 
Tres meses antes de que fuera derrocado, y cuando ya había sido bombardeada la Plaza de Mayo, Caviglia predijo a Perón que, aunque lo depusieran, sería presidente a perpetui-dad. Urien le debía respeto y admiración a Caviglia y siempre contaba el modo en que tomó conocimiento de la existencia de Anael. Fue por un folleto que apareció traspapelado en su Fiscalía. De inmediato se sintió identificado con esas ideas, y se acercó a la oficina de la calle Florida, donde el martillero seleccionaba posible sadeptos a la logia. Apenas tomó asiento (y ésta es la parte que a Urien más le gustaba relatar) Caviglia empezó a temblar. 
¡Es usted! ¡Es usted!,le dijo. Urien quedó desconcertado. -¿Qué soy yo? Caviglia se sinceró: -Por aquí ha pasado una infinita cantidad de personas y ninguno era.¡ Usted va a ser el sucesor de Perón! -¿No va a ser Frondizi?, preguntó Urien, sonrojado. -No, no tiene envergadura. ¡Será Usted! 
Poco antes de morir de un infarto, Caviglia delegó al juez la conducción secreta de la logia, pero su desaparición repentina, más la desidia de uno de sus hijos, que no facilitó la lista de contactos, le hizo perder a Urien el vínculo con el Brasil y, lo peor de todo, lo dejó sin sostén económico. El juez continuó con su prédica y transformó la denominación Anael en siglas: Asociaciones Nacionales Americanas en Liberación. 
-Es por ese motivo, concluyó Urien, que recurro a Suministros Gráficos para publicar “El Tercer Mundo en acción.” 
En un folleto escrito para la difusión de la logia, Caviglia lo explicaba así: "Perón, 'ser' terreno dotado de carisma cósmico divino, es un benefactor guiado de la Humanidad, con la misión de arrancar a los hombres de la vorágine de una naturaleza inferior y negativa, labor que debe realizar a través de la palabra, llegando por razonamiento, guiado por iluminación, es decir, despertando cerebros, elevando corazones. Perón es un radar humano que cumple una misión cósmica-terrena, de amplia envergadura y elevación, mandato de orden sobrenatural". Para profundizar la relación entre política y esoterismo de Héctor Caviglia, véase Quién es el General Perón. La Doctrina del Sindicalismo Justicialista. Su misión evolu-tiva. Archivo documental Roberto Baschetti. 
-Para qué otra cosa estamos los hermanos, sino para ayudarnos, le correspondió López. El encuentro resultó fructífero para ambas partes. López Rega pidió integrarse a la logia e invitó a Urien a una cena en Suministros Gráficos (invitación que hizo extensiva a los miembros de Anael) para festejar la edición del libro. Se mostraba muy entusiasmado. Esa noche de 
noviembre de 1965, los anaelistas fueron llegando a la imprenta. Eran más de veinte hombres de entre cuarenta y cincuenta años. Cada uno de ellos cargaba una historia trágica, de heroísmo, bombas y resistencia: el capitán Jorge Morganti, que se escondió en el cementerio de la Recoleta para evitar ser asesinado en 1956 y luego escapó a Bolivia a pie; el suboficial de policía Julio Troxler, que había sido dado por muerto por los fusiladores en el basural de José León Suárez; el mayor de Ejército y ex edecán de Perón Bernardo Alberte, que había protegido al presidente de las bombas en 1955; el abogado Rubén Sosa, que se había entrevistado con el Che Guevara en Cuba por orden del General y, como delegado de éste, había sido derrotado cuando intentó enfrentar a Vandor en 1963; el sub-oficial Héctor Sampayo, que el 4 de julio de1943, el día que los oficiales del GOU marchaban a tomar el poder y fueron emboscados a los tiros por oficiales de la Marina, vio morir a quince de sus camaradas (esa tarde Perón entraría a la Escuela de Mecánica de la Armada a punta de pistola y se convertiría en el caudillo de los oficiales); el suboficial Juan Carlos Galardi, que tras su retiro obligado del Ejército había instalado una agencia de turismo. Y también el nacionalista Jorge Farías Gómez, el diputado Roberto Prosac, el óptico Ernesto Dufur, el mueblero Vicente Apolonio y, por supuesto, el líder de la logia, el doctor Julio César Urien. Era una reunión de camaradería. Sin embargo, en el curso de la cena surgió un problema interno. Si bien Urien había sumido la autoría intelectual del libro “El Tercer Mun-do en acción, Sosa se sintió molesto porque dijo que él también había participado de la redacción, y agregó que la teoría de los vértices magnéticos de la Triple A le pertenecía. Eso encrespó los ánimos, hasta el punto de que, en medio de la cena, se debió dirimir la jefatura dela logia mediante una votación. Urien fue ratificado. En su discurso político, el juez explicó que tanto los gremialistas como los políticos del Movimiento Justicialista pelea-ban por puestos públicos y candidaturas electorales internas, actuaban en base a sus ambiciones personales, favorecidos por los gobiernos de turno. Perón no podía contar con ellos: representaban un impedimento para la liberación de los pueblos. El discurso fue subiendo de tono hasta que Urien hizo el anuncio esperado: 
-¡Perón volverá a la Argentina de la mano de Anael! Él mismo u otro miembro de la logia viajaría a Madrid para reunirse con el General y establecer el momento del regreso. 
-De la fuerza anaeliana, prosiguió, saldrán hombres nuevos que, junto a Perón, conso- lidarán el tercer vértice de la liberación mundial. Los asistentes rompieron en aplausos. Antes de dar por concluido el ágape, el Gordo Vanni propuso un brindis. Con la copa en alto, orgulloso, Urien anunció que ya había convenido un té para conversar sobre la programá-tica anaeliana con la señora del General, que acababa de llegar al país. López Rega se quedó en silencio, impresionado por lo que escuchaba. Percibió que, sin habérselo anticipado, los astros le ofrecían la oportunidad de estar cerca del General otra vez. Y además, pensó, bajo esa misma guía, llevado por esa misma luz, quizá él también podría hacerlo regresar a la Argentina. 
FUENTES DE ESTE CAPÍTULO 
Para la reconstrucción de Suministros Gráficos, se realizó una entrevista con una ex secretaria de la empresa, que prefirió permanecer anónima por "temor a López Rega", y se consultaron artículos publicados en el número 1021 de revista Gente y en la revista Siete Días, del 18 de julio de 1985. Según consta en sus antecedentes judiciales, en 1964 José Vanni tenía una causa por "falsificación de timbres, sellos y marcas", de la que luego sería sobreseído parcial y definitivamente. Además, se emplearon como fuentes los libros 
Astrología esotérica y Preguntas en la noche, de José López Rega. Sobre la logia Anael, se entrevistó a Julio César Urien, a Héctor Sampayo, a Rubén Sosa y a Bernardo Alberte (h); y se consultó el folleto Quién es el General Perón. Su misión evolutiva, de Héctor Caviglia, y los libros El Tercer Mundo en acción, La razón del Tercer Mundo y El camino del hombre, firmados por Dr. Anael, logia Anael y Julio César Urien, 
Urien y Sosa continuaron enemistados por aquella controversia sobre la propiedad intelectual de los vértices magnéticos de la Triple A. Sosa fue perseguido por la organización terrorista Triple A en 1974.Escapó a México, un día antes de que un comando armado irrumpiera en su casa de Mar del Plata. Posteriormente, y durante muchos años, Sosa dirigió la publicación del Boletín Oficial de la Nación. Otro de los asistentes a la cena de Anael, Julio Troxler, sería acribillado por la Triple A el 20 de septiembre de1974. (Véase capítulo 15.) respectivamente; La magia toma el poder en la Argentina, de Rubén Sosa, y 
Bernardo Alberte, un militar entre obreros y guerrilleros, de Eduardo Eurucharri.