jueves, 27 de agosto de 2020

¡PADRE CASTELLANI! IMPERDIBLE ENTREVISTA AL MAYOR EXPERTO, EL DR.SEBASTIAN RANDLE (POR FDO. GÓMEZ)

¡PADRE CASTELLANI! 
IMPERDIBLE ENTREVISTA AL MAYOR EXPERTO 
EL DR.SEBASTIAN RANDLE (POR FDO. GÓMEZ)
23/082020

¡PADRE CASTELLANI! Imperdible entrevista al mayor experto en el genio argentino, el DR. SEBASTIAN RANDLE. Entrevista de FERNANDO GÓMEZ, Corresponsal de Adoración y Liberación en Argentina; en el espacio UN MATE CON FERNANDO. ¡No dejen la oportunidad de conocer la obra del PADRE CASTELLANI, fundamental para la lucha que llevamos adelante! El Doctor Sebastián Randle nace en Buenos Aires, en 1954, hijo de madre inglesa, egresada de Cambridge, y padre argentino. Es el mayor de 5 hermanos. En 1961 marcha a vivir a Inglaterra donde hace su primer año de la primaria, para volver al año siguiente a Argentina. Teniendo doce años, en 1966, marcha a vivir a París, donde vive durante tres años, para volver al país y terminar la secundaria en el “Don Jaime”. A la edad de 17 años, hizo “Ejercicios Espirituales” según el estricto método de San Ignacio, de 30 días en Fisherton, Rosario: y eso fue algo así como una catequesis rigurosa que le ha valido durante toda la vida. En 1973 le aceptaron en la “Guardia de San Miguel”, agrupación fundada por el P. Mario Pinto O.P. y Roque Raúl Aragón, que fueron sus primeros verdaderos maestros. En aquel ámbito, sus aficiones literarias se vieron espoleadas por el grupo de jóvenes que por entonces tenían pasión por la verdad. Siguió la carrera de Derecho y se metió en Tribunales, casándose a los 23 años con una chica de Bella Vista, de 20. Allí se instalaron en 1978 y allí siguen todavía. Allí tuvieron 13 hijos; y hoy ya cuentan con 33 nietos. Siguió trabajando en Tribunales hasta que le nombraron fiscal, y se jubiló hace unos meses. Porque sus padres eran lectores voraces, en su casa había cientos de libros, la mitad en inglés, muchos en francés, y muy de chico desarrolló el hábito de la lectura. Aprendió a leer cualquier cosa, parado, en medio de vendedores ambulantes, pasajeros ruidosos, radio transistores (ahora son los celulares), olores molestos y el general ajetreo de un ferrocarril del tercer mundo. Tuvo grandes maestros. Antes que nada, Jorge N. Ferro, que le enseñó, y guió sus lecturas. De él aprendió a escribir y, sobre todo, a gozar con la verdad que descubría, a tientas, paso a paso. Con él compartió la misma pasión por los mismos autores: Castellani, Lewis, Tolkien, Pieper, Evelyn Waugh, Ronnie Knox, Albert Frank-Duquesne, Newman, Chesterton y Belloc, además de Platón, Santo Tomás y otros clásicos. Completó su formación con la ayuda de innumerables amigos con los que ha conversado durante décadas enteras: un fraile hebraísta, un licenciado en letras, un especialista en Newman, cuatro fanáticos de historia argentina (uno unitario), dos o tres conocedores de la cultura alemana, cuatro o cinco lectores voraces de literatura inglesa, etcétera. Finalmente en 2003 le publicaron una biografía del P. Castellani (Castellani jesuita) y unos años después un diálogo ficticio entre él y Newman (La Gran Conversación). En 2016 le publicaron la segunda parte de la vida y obra de Castellani (Castellani maldito). Ha publicado una buen número de artículos. Ha dado clases de Teología en su colegio (el “Don Jaime”), en la Universidad del Salvador y de Historia Contemporánea en la Escuela de Guerra de la Fuerza Aérea. Afirma que, ahora, con muchos hijos casados y muchos nietos, sólo desea terminar algunas traducciones pendientes y preparar una buena muerte.