El pacto de CFK, Zaffaroni y Macri para mantener las condenas al aborto en el nuevo Código Penal
El anteproyecto de Código Penal presentado a la presidente por la
comisión redactora integrada por el juez de la Suprema Corte Eugenio
Zaffaroni y representantes del FpV, la UCR, el PRO y el Socialismo
intentó adecuar el nuevo código al estado constitucional y convencional
argentino, o sea, incorporando los tratados internacionales y la
jurisprudencia. Respecto del aborto voluntario, cuenta la posición de
las comisiones de la OEA y la ONU y el Comité para la Eliminación de la
Discriminación de la Mujer, asunto que todos los dirigentes políticos
dicen combatir y especialmente la presidente Cristina Fernández de
Kirchner. La Corte Suprema de Justicia decidió aplicar las
recomendaciones de los tratados internacionales en caso “Fal”. Al
interpretar los alcances del aborto voluntario no punible en el actual
código penal vigente, sostuvo: a) las mujeres no pueden estar obligadas a
solicitar una autorización judicial o administrativa para interrumpir
el embarazo, b) los médicos no pueden eludir sus responsabilidades
profesionales ante una situación de hecho contemplada en el Código
Penal. Son ellos y no los jueces los que deben llevar la interrupción a
cabo, c) En caso de violación, basta con la presentación jurada ante el
médico interviniente y nada más. El actual Código Penal establece que la
mujer que aborta voluntariamente tiene una pena de uno a cuatro años y
la mayoría de la comisión redactora del anteproyecto propuso mantener la
misma pena. De esta manera, se desconocen los tratados internacionales
que fueron recogidos por la Corte Suprema en la sentencia antes
detallada, hasta el mismo Zaffaroni, que había redactado el fallo Fal.
Con final abierto
El cuestionamiento al mantenimiento de los mínimos y máximos de la
pena por aborto voluntario se contraponen con la disminución de penas de
otros delitos, como el robo con armas de fuego, el robo con arma y
peligro para la víctima, los delitos vinculados al narcotráfico, y omite
grabar los delitos vinculados a la corrupción.
Nadie sabe cuáles fueron los motivos técnicos para mantener los
mínimos y máximos del delito de aborto voluntario mientras se
disminuyeron para 148 artículos del nuevo penal. Lo que sí está claro es
que se basa en el compromiso de la presidente con el Papa Francisco,
quien le exigió que no modificara ese articulo y que no se aprobara una
ley que consagre el aborto voluntario. Este proyecto ya fue presentado
por legisladores y legisladoras del FpV, UCR, el socialismo y otras
fuerzas y perdió estado parlamentario.
La Corte Suprema de Justicia, que dictó este fallo histórico que
prácticamente convierte en no punible el aborto voluntario, dejó de
insistir con esa postura también por un pedido del Papa a Ricardo
Lorenzetti, presidente del alto tribunal. Y lo más curioso es que el
principal propulsor del fallo antes citado, Zaffaroni, también como
principal impulsor del Código Penal reformado, mantuvo la misma pena
para el aborto voluntario. La explicación es muy sencilla: más de la
mitad del bloque del FpV quiere el aborto voluntario y casi todos los
radicales y socialistas. De ahí que en una votación el principal aliado
de la presidente para evitar perder la votación sea el PRO de Mauricio
Macri. Aunque en última instancia la presidente la puede vetar, pero a
un alto costo político. De ahí que el macrismo sea un aliado estratégico
para cuestiones vinculadas a la agenda del Vaticano, como por ejemplo
en el nuevo proyecto de Código Civil y Comercial, el polémico artículo
19 del mismo, con media sanción del Senado, dio por tierra con los
efectos de la sancionada ley de fertilización asistida, lo que hizo que
el senador Miguel Pichetto remarcara en el recinto que votaba por
obediencia debida. Y ahora, como contrapunto, varios legisladores del
Frente para la Victoria y otros partidos quieren ampliar la
fertilización asistida, lo cual le asestaría un duro golpe a francisco.
En Italia, la Corte Suprema declaró inconstitucional una ley que
prohibía y penalizaba la fertilización asistida, que fue sancionada por
un acuerdo de la Santa Sede con Silvio Berlusconi y que ahora quedó
derogada.