miércoles, 23 de abril de 2014
La llamada papal a Santa Fe existió
Zenit confirma el llamado del Papa
En el día de hoy Zenit, que podría llamarse agencia oficiosa de la Santa Sede publicó una nota en la cual se dice:
Hoy, nuevamente ha saltado a los medios otra historia causando polémica por tratarse de la comunión de los divorciados vueltos a casar. Por su parte, el Vaticano ni desmiente ni confirma por ser una llamada privada realizada directamente por el Santo Padre.
Si el Vaticano dice que es una llamada privada del Papa, la llamada existió y lo que no confirma ni desmiente es su contenido.
Lo curioso es que Zenit cambió el título de su nota. Al principio había
puesto lo que nosotros copiamos arriba y que hemos rescatado del Cache,
porque ya no está más disponible en su enlace original. Para luego
cambiar por:
Abajo publicamos el diálogo que esta mañana ha tenido la protagonista de
la llamada Papal, Jacqueline Lisbona, con el periodista Gustavo Sylvestre por Radio del Plata de Buenos Aires.
La mujer cuenta su historia: siendo soltera, a los 28 años de edad comenzó una convivencia con un hombre divorciado civilmente, pero que estaba casado por iglesia. Relación que ya lleva 19 años, de la que han nacido dos hijos y que está convalidad civilmente con un nuevo casamiento.
Originalmente acostumbraba a ir a misa dominical, pero luego dejó de
hacerlo. Sobre todo cuando un sacerdote con el que se confesó le dijo
que no podía comulgar realmente por su estado, pero que podía hacerlo
"espiritualmente".
Aceptó este consejo dejando también la práctica dominical. Pero no
conforme decidió escribir a Francisco por que es argentino y porque
contesta las cartas (algunas, decimos nosotros).
Tan esperanzada estaba en una respuesta que había advertido a sus
familiares que podría realizarse y que, en ese caso, atendieran como es
debido.
El ansiado llamado llegó ayer, y con ella el consuelo para Jacqueline,
pues el Papa le dijo que vuelva a la Iglesia, aunque no a la suya sino a
otra donde no sea conocida. Ella está muy contenta y victoriosa, ya
que, por lo que se deduce, Francisco contradijo a su párroco, y volverá
uno de estos días a Misa a comulgar, suponemos que sin confesarse.
No sabemos si habrá prometido vivir en castidad a partir de ahora, pero
nada hace suponer esa posibilidad. Sus comentarios y los de los
periodistas apuntan a otra cosa. La aceptación lisa y llana del
adulterio en este caso, pues se habla de un paso histórico que debe
generalizarse a todos los que vivan esa situación.
Lamentable magisterio telefónico del Papa, que le está haciendo daño a
la Iglesia y pone en peligro la salvación de muchas almas. Pues haya
dicho lo que dijere, lo que han interpretado los protagonistas, los
periodistas y, por lo tanto, la gente, es que ahora los concubinarios
pueden comulgar.
Al menos en casos como este, si no puede sustraerse a su inveterada
costumbre de querer asombrar a cierta gente, debería asegurarse que se
mantenga un discreto silencio.