Magisterio paralelo de Francisco –
Por “Un Teólogo”
El comunicado de la sala de Prensa a
propósito de la llamada telefónica del Papa a Jakeline, alentándola a comulgar
a pesar de su situación y contrariando la disciplina eclesiástica vigente
anteriormente, sienta un precedente para convalidar un nuevo modo de proceder
en el ejercicio del magisterio pontificio.
El distingo es entre el Papa persona privada
y el Papa persona pública.
Jorge
Mario Bergoglio puede opinar y enseñar en privado, por ejemplo por teléfono,
cosas contrarias a la disciplina vigente de la Iglesia que expresan, en la
práctica, lo que está no solamente implícito sin explícitamente revelado en la
enseñanza evangélica.
La opinión del Papa, opuesta a la disciplina
eclesiástica bimilenaria, presuntamente no lesionaría, por el hecho de
expresarse por vía telefónica, la infalibilidad de su magisterio ex cathedra.
Es
una falacia, porque su opinión privada se ha hecho pública y el Papa no
desmiente, es decir admite que su pensamiento es ése. Por lo cual se ha hecho
público, igualmente que el hecho de que lo dijo y no se desmiente de lo dicho.
Esto
es magisterio público, aunque sea expresado en un modo no convencional e inédito
hasta ahora.
Veo que se da un paso más en este
"método" magisterial del Papa Francisco inaugurado con las homilías
en la capilla de Santa Marta.
Se instala públicamente un doble mensaje y
una doble vía para trasmitirlo.
Un doble mensaje ofrecido, con una opción
elegible según el gusto del "receptor".
Lo nuevo en este paso es que ambos mensajes
son contradictorios pero provienen de un mismo emisor, y se trasmiten por un
doble medio. El emisor se desdobla y trasmite dos mensajes, contradictorios
entre sí, a través de dos medios distintos. Se instaura un ejercicio se-dicente
privado y otro se-dicente público.
El emisor sería, en un caso Jorge Mario
Bergoglio y en otro caso el Papa Francisco.
Pero,
a la vez, los actos de gobierno del Papa Francisco apuntan a que se obre según
lo que enseña por teléfono.
Lo que, al parecer, se quiere salvaguardar es
una "ortodoxia" y una “infalibilidad” nominal de la enseñanza “ex
cathedra” que siga obligando a los que aún creen en ella y reclaman mantener su
vigencia.
Pero al mismo tiempo se inaugura un ejercicio
de magisterio “privado” que contradice al público de todos los papas
anteriores, de toda la tradición de la Iglesia e incluso de la doctrina
evangélica de Jesucristo mismo y que se avala, promueve y respalda mediante
medidas prácticas de gobierno.
Se contradice “en privado” -- sin ignorar que
se bocineará desde los techos lo dicho “en lo secreto” -- lo que es enseñanza
doctrinal en forma "ex cathedra" y tradición disciplinar apostólica.
Un proceder semejante, de hecho, se había
practicado desde hace muchos años durante los pontificados anteriores, en
niveles jerárquicos inferiores (obispos, superiores religiosos). Se toleraba
las voces y los hechos de la indisciplina sin contradecir explícitamente los
principios pero apañando por falsa compasión y pretendida misericordia a los
transgresores que los conculcaban.
Ahora, el modelo mixto escala el peldaño
supremo del magisterio eclesiástico.
Un Teólogo
Nota
de NCSJB: El artículo nos llegó vía mail y al pedir autorización para
publicarlo se nos pidió no hacer mención al autor. Agradecemos
por tal motivo quien escribió tan esclarecedora reflexión.
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