viernes, 18 de abril de 2014

Ofensivo comentario en Twitter de la dirigente socialista Ángeles Álvarez



Diputada del PSOE compara a los niños de los pasos de Semana Santa con ‘islamistas’

Vie 18·4·2014 · 7:13h 19

Las masivas expresiones de fe católica en muchas ciudades españolas con motivo de la Semana Santa, en las que participan familias enteras, niños incluidos, deben molestar a los que peor encajan este ejercicio pacífico y civilizado de un derecho humano como es la libertad religiosa. La diputada del PSOE Ángeles Álvarez comparaba anteayer desde su cuenta de Twitter a los niños que participan en procesiones de Semana Santa con “islamistas”.
Ésta es la captura de pantalla del citado tuiteo de la diputada socialista (NOTA: he desenfocado las caras de los niños porque desconozco de dónde han sacado la foto los antes citados):
Álvarez publicó este tuiteo haciéndose eco de otro del dirigente independentista catalán Maiol Sanaüja, en el que preguntaba a sus seguidores si la participación de niños en dichas procesiones es una forma de “adoctrinamiento”, en un rastrero intento de estigmatizar a los padres que ejercen su libertad religiosa y su derecho a educar a sus hijos conforme a sus creencias. En su respuesta Álvarez, además de tener la intención de ofender a los cristianos, ha demostrado su escasa lucidez dejando la puerta abierta a una incómoda respuesta. Y es que si esos niños estuviesen en una manifestación islamista, ¿se imagina alguien a un solo dirigente del PSOE atreviéndose a emitir una crítica, por leve que fuese?
Dicho sea de paso: siendo Álvarez una conocida defensora del aborto, ¿su idea de la “libertad de las mujeres” se limita a matar a los hijos antes de nacer, pero no a educarlos conforme a sus creencias ni a llevarlos a una procesión? ¿Es que esta diputada, que vive del sueldo que le pagamos todos, se ha creído que a las mujeres católicas hay que negarles el derecho a ir con sus hijos a actos amparados por el derecho a la libertad religiosa? Esto es España, no Corea del Norte, señora Álvarez. Pida perdón por ofender a quienes le pagan el sueldo, o dimita.