| Termínenla con los feriados |
Por JUAN SALINAS
BOHIL
@salinasbohilPara esta Semana Santa el ministerio de Turismo (sí, existe un ministerio de Turismo creado al efecto porque antes de su instauración nadie veraneaba en Argentina) asegura que 2 millones doscientas mil personas, aprovechando estos cuatro días harán una nueva “escapada” para acrecentar su descanso.
No se sabe de dónde saca el organismo la cifra porque
no lo especifica pero si fuéramos a guiarnos por estimaciones que presenta el INDEC,
la población de Argentina al 1º de julio de 2014 ascendería a 42.669.500 habitantes, es decir un
módico 5% de argentinos y
extranjeros que están en condiciones de disfrutar de esta tregua vacacional.
5%: ¿y el otro
95%? Se supone que los gobiernos elegidos mediante las
urnas basan su aceptación en mayorías que los han votado. No obstante, como se observa,
es una minoría la que siempre toma “esos días” que son demasiados para un país
que debe tanto dinero afuera y adentro. Eso sin contar que muchos veraneantes
apenas tienen para pagar el combustible de sus automóviles o el boleto de los ómnibus,
pero “disfrutan” de esos feriados como si estuviesen presos de una economía de
guerra.
Tantos feriados causan una verdadera sangría en la economía privada, única sostén del gran
aparato estatal que creció en los últimos diez años de manera asombrosa,
porque quien descansa no produce y al
consumir desayuna, almuerza, merienda y cena sus propios ahorros.
Estos feriados inamovibles, feriados trasladables y
días no laborables trasladan el consumo de un lugar a otro y no crean riqueza por
más que se pretenda publicitarlas a través de los medios de comunicación diciendo
que tantos miles de automóviles pasan por hora en tal o cual peaje rumbo a los
destinos veraniegos, o con noteros televisivos que abordan a pasajeros en las
terminales de micros preguntándoles hacia dónde van o vienen sin fijarse
siquiera el estado de los neumáticos del transporte que sus entrevistados
abordarán.
Resulta extraño que aquellos que protestan por los días
de huelga del gremio docente que inmoviliza a sus hijos en sus hogares haciéndoles
perder días de clase y conocimiento, no lo hagan ante esta salvajada de días
festivos como si no produjesen el mismo efecto.
El dinero que pierde una empresa o un comercio no se
recupera con el turismo porque cada día que se para el país se
pierden miles de millones de pesos y por trabajar un día feriado las empresas
deben pagar hasta un 120% más de jornales. Ni los millones de consorcistas que
viven en propiedad horizontal se han dado cuenta del problema y pagan el doble
al encargado que vive en el mismo edificio mientras “disfrutan” de sus “vacaciones”.
Habría que tener un máximo de 6 feriados como máximo por año. Quizás
menos. Ser más eficiente en los horarios de trabajo; recibir mejor paga; ahorrar. La fiesta se paga, en
cuotas o al contado, pero siempre se
paga.
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