miércoles, 7 de septiembre de 2016

LA RECONTRUCCIÓN DEL TEMPLO, OBJETIVO MASÓNICO, SE LOGRARÁ DURANTE UN BREVE TIEMPO EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

LA RECONTRUCCIÓN DEL TEMPLO, OBJETIVO MASÓNICO, SE LOGRARÁ DURANTE UN BREVE TIEMPO EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

 
Cita del artículo:
La idea que Dios tiene del tiempo no es la nuestra. Su profecía de que el Templo sería destruido no falló porque unos 45 años transcurrieron antes de su cumplimiento. De igual modo, el Templo podría ser reconstruido digamos por tres años y medio: el profetizado gobierno del Anticristo. Esto serviría como una prueba de nuestra fe y como una purificación de Dios para nuestro mundo lleno de pecado.
Por Jean Cotter (Extracto)
El objetivo final de la francmasonería es la reconstrucción del Templo de Salomón.
WJiiiam J. WHALEN en su libro “CHRISTIANITY AND AMERICAN FREEMASONERY” [“Cristianismo y Francmasonería americana”] (Our Sunday Visitor Publishing División, 1987) escribe en la página 31:
“Los judíos se sentirían en la logia tan bien como en su casa, puesto que la leyenda de Hiriam Abiff fue construida sobre el Antiguo Testamento más bien que sobre el Nuevo, tomando prestado la Orden mucho de su terminología de las Escrituras hebreas. 


El núcleo de la masonería: la humanidad sufrió una gran pérdida que eventualmente será recobrada, podría fácilmente ser comprendido como que significa la pérdida del Templo y de la nacionalidad judía” (nacionalidad judía = SIONISMO).

Los satanistas sin duda interpretarán la “gran pérdida” que sufrió la humanidad y que “será eventualmente recobrada” como refiriéndose a Lucifer y a su destierro del cielo.

El Hiram Abiff del saber masónico fue un semimítico fenicio descubridor del bronce y jefe de artesanos enviado desde Tiro para ayudar en la construcción del Templo de Salomón y quien supuestamente murió antes de traicionar los secretos de la masonería. Pero Hiram Abiff es citado en varios lugares del primer libro de los Reyes.

El área del Templo

El lugar antiguamente ocupado por el Templo de Salomón y de Herodes es conocido como “el área del Templo”, y hasta la guerra árabe-israelí de junio de 1967 estuvo en el sector árabe (jordano) de Jerusalén. El área es conocida por los musulmanes como Haramash Sharif en cuanto que contiene los lugares sagrados musulmanes que ocupan el tercer lugar ante los ojos musulmanes, después de La Meca y Medina. El Haramash Sharif contiene el gran relicario llamado Domo de la Roca, por el peñasco desde el cual los musulmanes creen que Mahoma cabalgó al cielo en su caballo alado Al-Burak en el 632 d. C. El Domo de la Roca es popularmente conocido por los europeos como la mezquita de Ornar, pero es un error, pues no es en realidad una mezquita congregacional, sino simplemente un “masjid” o lugar donde la gente puede rezar. El equivalente cristiano podría muy bien ser denominado oratorio.

ES INTERESANTE SEÑALAR QUE LA MEZQUITA EL AKSA Y EL DOMO DE LA ROCA HAN ESTADO DURANTE SIGLOS DONDE FUERON CONSTRUIDOS. SIN EMBARGO, CUANDO EL EMPERADOR ROMANO JULIANO EL APÓSTATA AUTORIZÓ A LOS JUDÍOS A RECONSTRUIR EL TEMPLO EN EL 363 D.C. ¡TERREMOTOS, EXPLOSIONES Y TERRIBLES ERUPCIONES HICIERON IMPOSIBLE TODO TRABAJO!

La revista “Time” del 30 de junio de 1967 lo expresó así:

“Un obstáculo aun más grande es que el Templo debe ser construido en su lugar original: esto sólo podría ser hecho demoliendo el sagrado Domo de la Roca del Islam, el lugar desde el cual Mahoma ascendió al cielo.”

Ha habido varios intentos recientes para volar o incendiar la mezquita de Ornar a fin de reconstruir el Templo de Salomón en su lugar, empezando con un intento por un fundamentalista australiano llamado Rohan en agosto de 1969. Recientemente, el ejército israelí ha entrado en la mezquita para buscar terroristas. ¿Qué pasaría si las autoridades israelitas calificasen a la mezquita de Ornar como “refugio de terroristas” y Estados Unidos y Canadá apoyasen a Israel?

La reconstrucción del Templo en el sincretismo

Encontramos también referencias de la reconstrucción del Templo en literatura netamente sincretista.

El artículo editorial de “THE VOICE”, Sussex, Inglaterra, número 15 de setiembre-octubre-noviembre de 1955, escribía:

“Así como David, rey de Israel, puso en las manos de su hijo Salomón la tarea que él mismo no pudo concluir, así cada generación de la familia humana lega a la siguiente la tarea de construir el Templo, o más bien de reconstruir la Morada de Dios —que es el hombre mismo— ¡todo hombre! El hombre está sobre la tierra para cumplir el Objetivo, a construir según el Plan del Gran Arquitecto del Universo.”

El artículo lleva como título “THE UNIVERSAL TEMPLE OF THE S.U.N. (Spiritual United Nations) AND ITS BROTHERHOOD BRIDGE BUILDERS” [“El Templo universal del Sol (Naciones Unidas espirituales) y su hermandad de constructores del Templo”] y concluye con las siguientes palabras:

“«¡No hay nada tan poderoso como una idea cuyo tiempo ha llegado!», dijo Víctor Hugo. La «idea» es conocida: ¡el «tiempo» es AHORA! «¡The world is waiting for the S.U.N. RISE!» [El mundo está esperando la SALIDA DEL SOL].”

“S.U.N. RISE”, nos informa “The Voice”, significa el ascenso de las “NACIONES UNIDAS ESPIRITUAL (MENTE)”. Es interesante recordar que las Naciones Unidas fueron solemnemente inauguradas en San Francisco en 1945 (el espía comunista Alger HISS era a la sazón su secretario general suplente) ¡con los compases de la popular melodía “The world is waiting for the S.U.N. RISE!” [el mundo está esperando la SALIDA DEL SOL!”

¿Tuvo la melodía “The world is waiting for the sunrise” como su sentido oculto el de que el mundo está esperando la reconstrucción del Templo do Salomón?

Qué significaría una intentada reconstrucción del Templo 

Una intentada reconstrucción del Templo de Salomón no puede estar demasiado lejana. Leemos, por ejemplo, en la revista “TIME” del 30 de junio de 1967:

“La conquista israelí de la Jerusalén jordana, que envió a miles de judíos devotos a rezar en libertad ante el histórico Muro de los Lamentos por primera vez en siglos, ha planteado un interesante acertijo teológico. Suponiendo que Israel conserve el Muro, que es una de las pocas ruinas que quedan del segundo Templo del judaismo, ¿ha llegado ahora el tiempo para la construcción del tercer Templo?”

Y escribía, además, la revista “TIME” del 30 de junio de 1967:

“Desde la destrucción de Jerusalén por los romanos, en el 70 D. C, los judíos conservadores y ortodoxos han suplicado a Dios cuatro veces por semana que «renueve nuestros días como fueron una vez» —una súplica por la restauración del Templo.”

Rcordemos que en el tiempo de la crucifixión el velo de este Templo se rasgó milagrosamente en dos de arriba abajo como un signo por parte de Dios de que el Antiguo Testamento, o Alianza, era nulo, inválido y finiquitado, y que el Nuevo Testamento —o era de la cristiandad— había comenzado. Todo intento, por consiguiente, de reconstruir el Templo es un intento de volver a la antigua e inválida Alianza. Por lo tanto, Dios ya no moraría más en el Templo (incluso si fuese reconstruido, aunque lo pudiese el Anticristo), sino en la Iglesia Cristiana universal. El cristianismo debía dirigirse a todos los pueblos por doquier, y los cristianos, el nuevo Israel, podrían pretender ahora ser el Pueblo Elegido de Dios sin distinción de raza o nación.

Una intentada reconstrucción del Templo sería muy ciertamente interpretada como una restauración de la Antigua Ley (judaismo) y la abolición de la NUEVA   (cristianismo).

Intento previo de reconstruir el Templo

Nos resta ahora considerar el resultado del último intento hecho para reconstruir el Templo de Salomón. Un fracasado intento fue realizado por el emperador romano Juliano el Apóstata (361-363 d. C). Autores que difieren ampliamente confirman que el motivo último de ello fue desacreditar la religión cristiana. Leemos, por ejemplo, en “Bible History” [Historia de la Biblia], p. 264, editada por Benzinger Bros. Inc., Nueva York, U.S. A., 1936:

“Para desmentir las palabras de Cristo, de «que el Templo de Jerusalén sería destruido», Juliano emprendió su reconstrucción. Con­vocó a los judíos y comenzó a quitar las ruinas. Cuando la última piedra de los cimientos originales había sido removida, y los obreros se disponían a empezar los cimientos para el nuevo Templo, bolas de fuego se desprendieron de la tierra, de modo que el trabajo tuvo que ser abandonado. Así, la misma profecía, «que no quedaría pie­dra sobre piedra de este gran edificio», que él había intentado des­mentir, fue cumplida por él literalmente.”

Mientras que Cristo ciertamente dijo que el Templo iba a ser destruido, Él no dijo que nunca sería reconstruido. Al contrario, SAN PABLO indica que eso podría ocurrir:

“Nadie os engañe en manera alguna, porque primero debe venir la apostasía y hacerse manifiesto el hombre de iniquidad, el hijo de perdición; el adversario, el que se ensalza sobre todo lo que se llama Dios o sagrado, hasta sentarse él mismo en el Templo de Dios, ostentándose como si fuera Dios.” (II Tes. 2, 3-4.)

La idea que Dios tiene del tiempo no es la nuestra. Su profecía de que el Templo sería destruido no falló porque unos 45 años transcurrieron antes de su cumplimiento. De igual modo, el Templo podría ser reconstruido digamos por tres años y medio: el profetizado gobierno del Anticristo. Esto serviría como una prueba de nuestra fe y como una purificación de Dios para nuestro mundo lleno de pecado.

La hermandad ¿universal?

La hermandad aprenderá todavía la verdad de las inmortales palabras del gran padre Denis FAHEY de Irlanda:

“El mundo debe conformarse a Nuestro Señor, no Él al mundo.” No habrá paz en este mundo hasta que la HERMANDAD UNIVERSAL (i.e. la “Hermandad” que aspira al poder “universal”) se rinda incondicionalmente a su verdadero Mesías, Jesucristo, Rey de reyes y Señor de señores, verdadero Dios y verdadero hombre, y repita con sincero corazón las palabras de Juliano el Apóstata agonizante cuando su templo se desplomaba:

“Vicisti, Galilaee!” ¡Venciste, Galileo!

John Cotter (Canadá)

(Supplement to  APROPOS, n° 6, July  1989, Editor:  A.   S.  Fraser,  Burnbrae, :Staffin Road, Portree, Isle of Skye, Scotland, 1V51 9HP). (Trad.:  Fr. Pío de Cristo Rey, O.F.M. Cap.).

Extracto del artículo de la Revista Roma Nº 117 , diciembre 1990, pág. 44

Visto y extraído de Católicos Alerta