jueves, 22 de febrero de 2018

AÑO X- CAPÍTULO 7º- ¡CUAN POCOS HAN LEIDO “LA REPRESETACION DE LOS HACENDADOS”

AÑO X

CAPÍTULO 7º

 ¡CUAN POCOS HAN LEIDO “LA REPRESETACION DE LOS HACENDADOS”

  No es serio, y ya lo dijimos en anteriores capítulos, ofrecer a la veneración de las gentes, como una de las causas de la Revolución de Mayo, la Representación de los Hacendados, que sólo se publicó después de la revolución y antes permaneció encerrada en un voluminoso expediente inédito.


Los que incurrieron en esta plancha, pueden estar orgullosos de haber puesto la carreta delante de los bueyes.


Veamos lo que fue la Representación de los Hacendados a la cual le ocurre lo que al ave Fénix: todo el mundo habla de ella, pero ninguno la ha visto.

 Permítasenos una previa explicación, acerca de las circunstancias de aquel escrito.


El gobierno había concedido a Cádiz, el privilegio de ser el único puerto español autorizado para recibir exportación o frutos, como se decía, de las colonias americanas y expedirles las mercaderías europeas que ellas quisieran importar, pero siempre en buques españoles.
 Era el monopolio comercial, que los políticos de aquellos tiempos defendían como un gran sistema económico y que ahora sirve de invariable cantinela para denigrar a España.
 No hay escritor de historias, que, en llegando a este capítulo, no se crea obligado a arrojar un par de piedras contra nuestra Madre Patria, como si ella hubiera sido la inventora del monopolio v la única que lo implantara en sus colonias.
 ¿Ignoran esos triviales honderos que todas las naciones colonizadoras hicieron lo mismo, desde los romanos hasta los ingleses?
 Es claro que lo ignoran. Es preferible ser acusado de ignorancia que de mala fe.
 Por ejemplo, el gobierno inglés durante siglos se empeñó en contener el desarrollo industrial y comercial de sus colonias, creyendo buenamente que eso beneficiaba a la Metrópoli.
Era el sistema colonial de la época. La célebre Acta de Navegación de Cronwell, disponía en 1651, que las colonias no comerciaran sino con Inglaterra, sobre buques construidos, poseídos y tripulados por ingleses; y que ninguna mercadería extranjera entrase en Inglaterra, sino transportada en buques ingleses, desde la quilla hasta el capitán.
El Board of Trade, o sea el comité de comercio, filtro por el cual debían pasar todos los negocios de América, tenía, como la Casa de Contratación de Sevilla, la misión de defender el comercio metropolitano contra la concurrencia de las colonias.
 A mediados del siglo 18 empezaron a gruñir y mostrar los dientes las colonias norteamericanas, irritada por aquella expoliación; hasta que en 1778, a causa de un cargamento de té, que despectivamente llamaron "té oficial" y que los norteamericanos no quisieron recibir y arrojaron al mar, estalló la guerra de la Independencia.

Lo que España hizo en sus colonias no fue peor que lo que hicieron los ingleses, ni le produjo mejores resultados.
 El monopolio tuvo dos efectos: 1º) Empobreció a la Metrópoli y al erario fiscal, pues el comercio de América, trabado por tantas restricciones, fue reemplazado por el estéril contrabando; 2º) Hizo germinar en los hispano americanos la idea de hacerse independientes para librarse de aquella intolerable esclavitud.
 Digamos de paso, que la esclavitud comercial contra la cual parece obligatorio declamar, no es más obtusa, ni menos irritante que el totalitarismo espiritual, llamado enseñanza oficial, por el cual el gobierno se arroga el monstruoso privilegio de proveer de doctrinas las cabezas de los maestros, para mejor manipulear las meninges de los discípulos.
 El totalitarismo enseñante es más pérfido y pernicioso que el monopolio del comercio. Éste impide la libre circulación de las mercaderías; aquél la libre propagación de las ideas, contra el derecho esencial de los padres de elegir los maestros de sus hijos..
 ¿Para qué decir que el monopolio de la enseñanza encuentra sus más fervorosos partidarios entre los más encarnizados denigradores de España, por el otro monopolio?. . . ¡Y por otras cosas!
¡Como si no fuera infinitamente peor entregar los niños atados de pies y manos a los maestros oficiales, que pueden ser y suelen ser ateos, ácratas, comunistas, etc.,. . que entregar el comercio de las colonias a los mercaderes de Cádiz!
Perdónesenos la digresión y vayamos al inmortal escrito de Mariano Moreno.
Preciso es detenerse, porque la Representación de los Hacendados es su obra capital.
¿Qué elogios no se han hecho del autor y de la obra?
 Titánica expresión del pensamiento americano; verbo de la Revolución; mazazo que derrumbó el monopolio comercial en el Río de la Plata; primer grito de independencia que sacudió a toda América; expresión valiente de un cerebro genial.
 Se ha llegado hasta decir, que para castigar al que osó arrojar tan resonante alarido libertario, "el Virrey pensó en alejarlo del país mandándolo a la Península, aplicándole el destierro, como lo hizo con Elío y lo ensayó con Liniérs. . . LEVENE, RICARDO, prólogo de la obra Rumbos de una nueva nación, volumen 2 de la Colección de Grandes Escritores Argentinos, dirigida por Alberto Palcos (Buenos Aires), página 28.
 Se ha sufrido aquí una verdadera alucinación.
 Todo eso está equivocado, de buena fe en algunos casos. . . Porque la Representación de los Hacendados, . .desde la primera línea hasta la última, lejos de ser un vigoroso grito emancipador es una melosa algarabía de elogios al Rey,. . - al Virrey y al régimen español, "yugo ligero y suave",. . "dominación que aman y veneran", por cuyo mantenimiento, según asegura Moreno,. . los criollos derramaron su sangre en las invasiones inglesas.
 Véanse algunos pasajes, que huelen a incienso y a la vez comprueban algo que no recordamos haber hallado en ninguna historia:. . que el Virrey tuvo y manifestó desde el primer día de su mando y antes que lo hiciera Moreno, la intención de conceder franquicias comerciales a los extranjeros. . . MORENO, MARIANO, Representación que el Apoderado de los Hacendados de las campañas del Rio de la Plata dirigió al Excelentísimo Sr. Virrey en el expediente promovido sobre proporcionar ingresos al Erario por medio de un franco comercio con la nación inglesa. Buenos Aires, en la Real Imprenta de los Niños Expósitos, año 1810.

 —"Es doloroso que el bien general de una provincia necesite abogado que lo defienda, aun cuando el  primer jefe propende generosamente a su fomento",  (página 9).
 —"La expectación pública reposa sobre las benéficas intenciones que Vuestra Excelencia se ha dignado manifestar", (página 9).
 —"Vuestra Excelencia ha reconocido la necesidad de un libre comercio con la nación inglesa", (página 11).
 —"Habiendo Vuestra Excelencia indicado la necesidad de abrir el comercio con la Gran Bretaña", (página 11).
 -"¿Qué puede detener a Vuestra Excelencia para una resolución tan magnánima?", (página. 22).
 —"¡Gracias a Dios que no vivimos en aquellos oscuros siglos,. .en que separados los intereses del vasallo de los del soberano se reputaba verdadera opulencia al acopio de tesoros que dejaban a los pueblos en la miseria", (página 24).
 —"Vivimos por fortuna bajo un Príncipe benigno, nacido en tiempos ilustrados y formado por leyes suaves..." (página 24).
 —"Nuestro jefe es prudente, es ilustrado",  (página 48).
 "Vuestra Excelencia ha empezado a ser el objeto de sus bendiciones, porque ha puesto en movimiento los únicos resortes que podrían labrar su felicidad", (página 50).
 —"Es un justo homenaje a las benéficas intenciones de Vuestra Excelencia", (página 54).
 "Luminosos principios. . . Benéficas intenciones. . . Resolución tan magnánima... Príncipe benigno. . . Jefe generoso. . . Jefe prudente. . . Jefe ilustrado. . . Objeto de bendiciones...
¡Gracias a Dios que no vivimos en aquellos oscuros siglos. . .!"
 Podíamos hacer inacabable esta letanía con sólo recoger las cosas que: el fundador de la democracia argentina discurre para sahumar ''A Rey y al Virrey en la Representación de los Hacendados.
 Es seguro que el Virrey, si llegó a leerla, juzgó a su autor un perfecto cortesano y no un conspirador peligroso, a quien tenía que desterrar. .. como lo hizo con Elío y lo ensayó con Liniérs".
 Pero son mucho peores y antipatrióticas las expresiones en que exhala su temor de que el rey pueda perder sus dominios en América.
 —"Guárdese la tierra para el Emperador y gobiérnela el diablo" (página 22), dice citando antiguas instrucciones al licenciado la Gasea, comisionado que Carlos 5º envió al Perú.
 —"La gran necesidad que obliga a sacrificarlo todo para que se guarde la tierra" (página. 23).
 Es decir: hay que facilitar el comercio y la prosperidad de los pueblos, aunque se sacrifiquen ciertos prejuicios económicos, para que los habitantes del Virreinato no piensen en independizarse. .  Con tal de que el rey conserve estas tierras, que el diablo se lleve todas las doctrinas comerciales o políticas.

 ¡No!. . La Representación de los Hacendados no podía enojar al Virrey, pero sí indignar a los patriotas.
  Podemos pensar que desagradó profundamente a los mismos Hacendados,. . cuyos sentimientos Moreno no supo interpretar,. . porque designaron para el mismo asunto a otros representantes, como en seguida veremos.
 En él caso de usar las propias palabras de Moreno en el decreto del 6 de diciembre:. . "un habitante de Buenos Aires, ni ebrio ni dormido, debe tener impresiones contra la libertad de su país".
 Si los que citan y alaban esta pieza,. . un día tuvieran la precaución de leerla, quedarían atónitos y abochornados.
 A ambos Morenos —Mariano y Manuel— les agrada mucho una expresión que ya repugnaba a los patriotas y contra la cual Belgrano protesta.
 El término de colonias aplicado al Virreinato del Río de la Plata, . .humillaba a los argentinos, y sin embargo Moreno lo pronuncia y lo prodiga y rebusca en su biblioteca razones para justificar su desapego por la libertad de su patria.
Seguimos presentando pasajes de la Representación.
 Dígasenos, de buena fe, si las siguientes expresiones pueden haber sonado en el Virreinato como un conato de independencia.
 Había dicho el abogado de los comerciantes de Cádiz que era peligroso que se entablasen relaciones entre "las colonias" y los ingleses,. . porque se fomentarían ideas de emancipación. Mariano Moreno le contesta enfurecido,. . afirmando que eso es una injuria mortal, y exclama con exaltación:
 —"Es esta última prueba de lo que es capaz un comerciante agitado por la insaciable sed de codicia" (página 82).
 —"Por lo que hace a nosotros es una injuria, que solamente podría esperarse de un mercader en los transportes de la avaricia... —Es demasiado notoria la fidelidad de los americanos" (página 82).
 —"Los ingleses mirarán siempre con respeto a los vencedores del 5 de julio. . . hombres del país que defendieron la tierra en que habían nacido, derramando su sangre por una dominación que aman y veneran" (página 82). . . Día de un célebre triunfo sobre los ingleses. El subrayado es nuestro.
 —"Es esta una materia sobre la que no quiero discurrir por evitar transportes a que provoca la gravedad de la injuria; así permítame Vuestra Excelencia transcribir lo que dice el gran Filangieri sobre este punto:. .  "No se me oponga que estas colonias si llegaban. . .  Quiere decir "si llegaran" o "si llegasen", pero nada hay más inseguro que la gramática de Mariano Moreno, escribiendo por su cuenta o traduciendo a otro.
 . . .a ser ricas y poderosas desdeñarían de estar pendientes de su madre. La carga de la dependencia sólo se hace insoportable al hombre cuando va unida con el peso de la miseria y de la opresión. Las colonias romanas tratadas con aquel espíritu de moderación que habían inspirado el interés y la política del Senado, lejos de aborrecerla se gloriaban de su dependencia que constituía su gloria y su seguridad.
 —"Su condición era envidiada aun de aquellas ciudades que incorporadas con Roma y bajo el importante nombre de municipios habían juntado todas las prerrogativas de ciudadanos romanos... Muchas de estas ciudades procuraron el título de colonias..." (página 83).

—"Lo mismo sucedería con las colonias modernas: . . . felices bajo su metrópoli no se atreverían a sacudir un yugo ligero y suave para buscar una independencia que las privaría de la protección de su Madre. . ." (página 83).
 Tras de citar a Filangieri,. . Moreno continúa por cuenta propia: —"El apoderado del Consulado podía haber sido instruido que ese mismo Cádiz de cuyo interés se manifiesta tan celoso, so-licitó del pueblo romano el título de colonia prefiriéndolo al de municipio, por el suave gobierno de aquella Metrópoli... Podía en los años que lleva de América haber conocido el carácter de nuestras gentes y abstenerse de inferir tan alta injuria a la fidelidad de unos hombres que desde el descubrimiento de las Américas se glorían de haber dado constantemente lecciones de subordinación a los mismos europeos" (página 84).
 En cada foja de la Representación hay un lavapiés al ¡Rey o al Virrey; . .encomia su prudencia, ilustración, . …benéficas intenciones y la suavidad de las leyes, que hacen envidiable el ser colonia española,. . y dulce el vivir y hasta el morir por perpetuar en América una dominación que los hombres del país —¡así lo dice!'— aman y veneran. ¿Y éste es el espíritu de Mayo?
 Las más innocuas medidas del gobierno lo exaltan hasta el frenesí.
  Por ejemplo, aquella cédula que Cisneros trajo de Cádiz con tantos aspavientos y que los argentinos recibieron con desabrida cortesía, . .aquel reconocimiento de que las colonias eran elevadas al rango de provincias de la monarquía y que en adelante se les permitiría enviar a las Cortes un diputado. . —¡un diputado para todo el inmenso virreinato, mientras cada una de las más pequeñas provincias españolas podían enviar dos!—, aquella interesada y tardía limosna arranca a Moreno sollozos de admiración.
 Véase de qué modo exhala su entusiasmo. Hay que convenir en que su retórica no es maravillosa.
 —"Uno de los rasgos más justos, más magnánimos fue la declaración de que las Américas no eran una colonia... y en consecuencia de este nuevo ser... se llamaron estos dominios a tomar parte en la representación nacional,. . dándoles voz y voto en el gobierno del reino" (página 36).
 —"Esta proclamación que formará la época más brillante para la América. . ." (página 36).
 -"La nación española, que nunca se presenta más grande que en los apurados males que ahora la han afligido, procedió con la honradez y veracidad que la caracterizan, cuando declaró una perfecta igualdad entre las provincias europeas y americanas.. . premió con la magnificencia de una nación grande la fidelidad y la estrecha unión..." (página 37).
 "El vocal que sostenga en la Junta Central nuestra representación,. . no contará distintos privilegios de los que adornan al representante de Asturias o cualquiera otra provincia. . ." (página 37).
 Compárese la exuberancia de estas expresiones con el severo juicio que nos hace del mismo asunto el historiador don Vicente F. López:

 "Hay actos, —dice— que no siendo justos y completos indignan más que la negativa absoluta, que tiene por base la costumbre y la tradición legal". . . LÓPEZ VICENTE F., Historia de la República Argentina   (Buenos Aires, 1883), tomo 2, página 370.
 Se ha dicho que Moreno redactó la Representación de los Hacendados en momentos en que la causa del comercio libre parecía perdida. . .LEVENE.  RICARDO,  El Fundador  de  la  Biblioteca   Pública  de  Buenos Aires, página 26.
 Basta leer lo que parece que nadie ha leído: las fechas del expediente original, para comprobar lo equivocado de esta afirmación. Vayamos a cuentas:
La Representación de los Hacendados lleva en el manuscrito la fecha del 30 de setiembre de 1809 (página 106 de la edición original).
 El 20 de agosto, el Virrey había dirigido al Cabildo un oficio pidiéndole considerase el mismo asunto y manifestándole su voluntad favorable a las franquicias. . (¡40 días antes que Moreno!) . . Antecedentes Políticos y Administrativos de la Revolución de Mayo, páginas. 162-164. El subrayado es nuestro.
 El Cabildo discute largamente la nota de Cisneros, en su reunión del 31 de agosto y por mayoría de votos da una resolución favorable a los deseos del Virrey. . (¡30 días antes que Moreno!).
El 6 de setiembre Belgrano,. . secretario del Real Consulado de Comercio, presenta un notable alegato en que reproduce sus viejas ideas favorables al libre comercio. . . (¡24 días antes que Moreno!).
 Tiene su escrito más dignidad y patriotismo que la Representación de los Hacendados. Acabamos de ver a Moreno citando a Filangieri para demostrar que un pueblo debe preferir ser colonia a ser municipio libre; y elogiando el yugo ligero y suave de los procónsules romanos.
 Escuchemos ahora las dignas y viriles palabras de Belgrano. ¡Qué distinto sonido!
 El calificativo de colonia repugnaba a los argentinos patriotas.
 Podían consentir en que el Virreinato fuese una provincia española, pero no una factoría.
Por ello, en ese escrito, que en el mismo expediente está codeándose con la Representación de los Hacendados, Belgrano habla así:
 'Estas Provincias, que tienen la gloria de contarse como parte integrante de la monarquía y lograr los mismos derechos de las de la Península,. .  formando un estado indivisible y sin el epíteto de colonia. . ."  Documentos referentes a la guerra de la Independencia y emancipación política de la República Argentina, tomo 1, página 218.
 Prosigamos el examen de las fechas.
 El 12 de setiembre el Cabildo eleva un extenso oficio en que dice al Virrey (¡18 días antes que Moreno!):
 Teniendo en consideración que las fábricas de la península o están ocupadas por el enemigo o faltas de brazos que den abasto a nuestras necesidades, como también que es inevitable el contrabando en tan dilatadas costas, no ocurre ni se presenta otra arbitrio más aceptable que el mismo que ha propuesto Vuestra Excelencia". . .  Documentos referentes a la guerra, etc.

 Coincidían, pues, en favor del libre comercio tres máximas autoridades: el Virrey, el Real Consulado y el Cabildo,. . cuyas opiniones se manifestaron mucho antes del 30 de setiembre, fecha de la Representación de Moreno, que ni siquiera se publicó ese año sino al siguiente, 1810, después de la Revolución.
 ¿Si todos estaban de acuerdo en dar franquicias al comercio,. .  puede afirmarse en conciencia que la causa estaba perdida y que Moreno la salvó?. . Esta pregunta que hacemos es terminante y debe ser contestada sin salirse de la cuestión. . ¡Prevemos que no lo será! Se reeditarán las parrafadas ampulosas para ocultar la sencilla verdad.
 Todavía en el mismo expediente hay otras opiniones favorables a la misma tesis.
 La del fiscal Villota: "En vano sería resistir la introducción de efectos extranjeros" (página 248).
 La del doctor Julián Leiva: "Se sigue por consecuencia que la permisión de un comercio franco con los extranjeros puede ser útil a la misma Metrópoli" (página 253),
 Estas dos vistas son posteriores al alegato de Moreno, pero en ellas no se descubre la más mínima influencia de éste, como que piden un comercio franco con todos los extranjeros y no solamente con los ingleses, como pidió Moreno.
 Los que a tantos años de distancia afirman que la Representación tuvo tan enorme influencia, sufrirán tremenda decepción al saber otra verdad,. . que vamos a comunicarles y es que los Hacendados confiaron a otros el honor de seguir representándonos en el mismo asunto.
 En efecto,. . después de acumuladas aquellas informaciones en un grueso legajo, el Virrey convocó una Junta de notables para la definitiva resolución. . . Concurrieron además del Virrey Cisneros, 23 personajes: militares, magistrados, comerciantes. . .  El cuerpo de Hacendados y
Labradores, para quienes trabajó Moreno, . . gozó del derecho de designar dos delegados y ninguno de ellos fue el autor del alegato. Este detalle es significativo. . . Explíquelo quien pueda.
 Moreno fue suplantado por el doctor Juan José Castelli y por don Miguel de Azcuénaga, que actuaron en la famosa Junta como representantes de los Hacendados.
Otra prueba del ningún aprecio que se hizo del largo informe de Moreno, es que en los días mismos en que. . (según quieren hacernos creer los historiadores), estaba la ciudad conmovida por esa expresión de independencia, se volvió a reunir la Junta y se leyeron los escritos más dignos de considerarse, según constancias del expediente.
A pesar de encontrarse allí dos representantes de los Hacendados, la famosa Representación, de Moreno, ni se leyó ni se mencionó.
 Y la resolución de la Junta ni siquiera la tuvo en cuenta, . . pues fue menos anglófila y más amplia que el pedimento de Moreno. Ella autoriza "a admitir. . . a cualquier buque amigo, neutral o nacional, procedente de puertos extranjeros, con cargamento de frutos y efectos. . ."  Antecedentes Económicos, etc., página 256.

No tiene, pues,. . fundamento alguno el afirmar que dicha resolución fuese arrancada al Virrey por "la formidable dialéctica" de Moreno. . En cambio es verdad que éste se limitó a pedir franquicias nada más que para los ingleses y sólo por dos años.
Es, por lo tanto, un evidente error lo que manifiesta el historiador antes mencionado al decir:. . "Moreno iba mucho más lejos de las pocas franquicias concedidas por Cisneros".
 La libertad de comercio fue en Buenos Aires iniciativa del Virrey en un momento en que estaban reclamando lo mismo otras ciudades de América, donde no había la menor noticia de la pieza de Moreno, que ni siquiera se había escrito aún.
 "Si recordamos lo anteriormente estudiado —dice el historiador Molinari— vemos que en Buenos Aires, . . como en Caracas y en Cuba,. . se producen los mismos procesos, obedeciendo a las mismas fuerzas generales, actuando en el mismo sentido".
 Es curioso el dato siguiente, jamás apuntado por ningún historiador, hasta que lo descubrió el doctor Molinari, yendo a las fuentes documentales.
 En el expediente original no figura ni una sola vez el nombre de Mariano Moreno,. . y el que firma la Representación es don José de la Rosa.
 Podemos deducir de esta omisión que la firma del redactor no daba mayor autoridad a la pieza, y por ello se omitió. . Pero no podemos deducir que la pieza no sea suya, pues se publicó bajo su nombre a mediados de 1810.
 El doctor Molinari sintetiza su juicio acerca del asunto, en esta forma: "La publicación de la Representación se verifica luego de haberse producido los sucesos de mayo. Por lo tanto, mal pudo tener la influencia decisiva e independiente que se le atribuye en éstos". . . MOLINARI, DIEGO Luis, La Representación de los Hacendados de Mariano Moreno. Su ninguna influencia en la vida económica del país y en los sucesos de Mayo de 1810 (Buenos Aires, Imprenta Coni Hnos., 1914, página 151.
Y mucho menos puede sostenerse, "ni ebrio ni dormido" que con los encomios al Rey y al Virrey que contiene la Representación de los Hacendados haya fundado Moreno la democracia argentina.