AÑO X
CAPÍTULO 7º
¡CUAN POCOS HAN LEIDO “LA
REPRESETACION DE LOS HACENDADOS”
No es serio, y ya lo dijimos en anteriores capítulos, ofrecer a la veneración de las gentes, como una de las causas de la Revolución de Mayo, la Representación de los Hacendados, que sólo se publicó después de la revolución y antes permaneció encerrada en un voluminoso expediente inédito.
Los que incurrieron en esta plancha, pueden estar orgullosos de haber puesto la carreta delante de los bueyes.
Veamos lo que fue la Representación de los Hacendados a la cual le ocurre lo que al ave Fénix: todo el mundo habla de ella, pero ninguno la ha visto.
Permítasenos una previa explicación, acerca de las circunstancias de aquel escrito.
El gobierno
había concedido a Cádiz, el privilegio de ser el único puerto español
autorizado para recibir exportación o frutos, como se decía, de las colonias
americanas y expedirles las mercaderías europeas que ellas quisieran importar,
pero siempre en buques españoles.
Era el
monopolio comercial, que los políticos de aquellos tiempos defendían como un
gran sistema económico y que ahora sirve de invariable cantinela para denigrar
a España.
No hay escritor
de historias, que, en llegando a este capítulo, no se crea obligado a arrojar
un par de piedras contra nuestra Madre Patria, como si ella hubiera sido la
inventora del monopolio v la única que lo implantara en sus colonias.
¿Ignoran esos
triviales honderos que todas las naciones colonizadoras hicieron lo mismo,
desde los romanos hasta los ingleses?
Es claro que lo
ignoran. Es preferible ser acusado de ignorancia que de mala fe.
Por ejemplo, el
gobierno inglés durante siglos se empeñó en contener el desarrollo industrial y
comercial de sus colonias, creyendo buenamente que eso beneficiaba a la
Metrópoli.
Era el sistema
colonial de la época. La célebre Acta de Navegación de Cronwell, disponía en
1651, que las colonias no comerciaran sino con Inglaterra, sobre buques construidos,
poseídos y tripulados por ingleses; y que ninguna mercadería extranjera entrase
en Inglaterra, sino transportada en buques ingleses, desde la quilla hasta el
capitán.
El Board of
Trade, o sea el comité de comercio, filtro por el cual debían pasar todos los
negocios de América, tenía, como la Casa de Contratación de Sevilla, la misión
de defender el comercio metropolitano contra la concurrencia de las colonias.
A mediados del
siglo 18 empezaron a gruñir y mostrar los dientes las colonias norteamericanas,
irritada por aquella expoliación; hasta que en 1778, a causa de un cargamento
de té, que despectivamente llamaron "té oficial" y que los
norteamericanos no quisieron recibir y arrojaron al mar, estalló la guerra de
la Independencia.
Lo que España hizo en sus colonias no fue peor que lo que hicieron los ingleses, ni le produjo mejores resultados.
El monopolio
tuvo dos efectos: 1º) Empobreció a la Metrópoli y al erario fiscal, pues el
comercio de América, trabado por tantas restricciones, fue reemplazado por el
estéril contrabando; 2º) Hizo germinar en los hispano americanos la idea de
hacerse independientes para librarse de aquella intolerable esclavitud.
Digamos de
paso, que la esclavitud comercial contra la cual parece obligatorio declamar,
no es más obtusa, ni menos irritante que el totalitarismo espiritual, llamado
enseñanza oficial, por el cual el gobierno se arroga el monstruoso privilegio
de proveer de doctrinas las cabezas de los maestros, para mejor manipulear las
meninges de los discípulos.
El
totalitarismo enseñante es más pérfido y pernicioso que el monopolio del
comercio. Éste impide la libre circulación de las mercaderías; aquél la libre
propagación de las ideas, contra el derecho esencial de los padres de elegir
los maestros de sus hijos..
¿Para qué decir
que el monopolio de la enseñanza encuentra sus más fervorosos partidarios entre
los más encarnizados denigradores de España, por el otro monopolio?. . . ¡Y por
otras cosas!
¡Como si no
fuera infinitamente peor entregar los niños atados de pies y manos a los
maestros oficiales, que pueden ser y suelen ser ateos, ácratas, comunistas,
etc.,. . que entregar el comercio de las colonias a los mercaderes de Cádiz!
Perdónesenos la
digresión y vayamos al inmortal escrito de Mariano Moreno.
Preciso es
detenerse, porque la Representación de los Hacendados es su obra capital.
¿Qué elogios no
se han hecho del autor y de la obra?
Titánica
expresión del pensamiento americano; verbo de la Revolución; mazazo que
derrumbó el monopolio comercial en el Río de la Plata; primer grito de
independencia que sacudió a toda América; expresión valiente de un cerebro
genial.
Se ha llegado
hasta decir, que para castigar al que osó arrojar tan resonante alarido
libertario, "el Virrey pensó en alejarlo del país mandándolo a la
Península, aplicándole el destierro, como lo hizo con Elío y lo ensayó con
Liniérs. . . LEVENE, RICARDO, prólogo de la obra Rumbos de una nueva nación, volumen 2
de la Colección de Grandes Escritores Argentinos, dirigida por Alberto Palcos
(Buenos Aires), página 28.
Se ha sufrido
aquí una verdadera alucinación.
Todo eso está
equivocado, de buena fe en algunos casos. . . Porque la Representación de los
Hacendados, . .desde la primera línea hasta la última, lejos de ser un vigoroso
grito emancipador es una melosa algarabía de elogios al Rey,. . - al Virrey y
al régimen español, "yugo ligero y suave",. . "dominación que
aman y veneran", por cuyo mantenimiento, según asegura Moreno,. . los
criollos derramaron su sangre en las invasiones inglesas.
Véanse algunos
pasajes, que huelen a incienso y a la vez comprueban algo que no recordamos
haber hallado en ninguna historia:. . que el Virrey tuvo y manifestó desde el
primer día de su mando y antes que lo hiciera Moreno, la intención de conceder
franquicias comerciales a los extranjeros. . . MORENO, MARIANO, Representación que
el Apoderado de los Hacendados de las campañas del Rio de la Plata dirigió al
Excelentísimo Sr. Virrey en el expediente promovido sobre proporcionar ingresos
al Erario por medio de un franco comercio con la nación inglesa. Buenos Aires,
en la Real Imprenta de los Niños Expósitos, año 1810.
—"Es doloroso que el bien general de una provincia necesite abogado que lo defienda, aun cuando el primer jefe propende generosamente a su fomento", (página 9).
—"La
expectación pública reposa sobre las benéficas intenciones que Vuestra Excelencia
se ha dignado manifestar", (página 9).
—"Vuestra Excelencia
ha reconocido la necesidad de un libre comercio con la nación inglesa",
(página 11).
—"Habiendo
Vuestra Excelencia indicado la necesidad de abrir el comercio con la Gran
Bretaña", (página 11).
-"¿Qué
puede detener a Vuestra Excelencia para una resolución tan magnánima?",
(página. 22).
—"¡Gracias
a Dios que no vivimos en aquellos oscuros siglos,. .en que separados los
intereses del vasallo de los del soberano se reputaba verdadera opulencia al
acopio de tesoros que dejaban a los pueblos en la miseria", (página 24).
—"Vivimos
por fortuna bajo un Príncipe benigno, nacido en tiempos ilustrados y formado
por leyes suaves..." (página 24).
—"Nuestro
jefe es prudente, es ilustrado",
(página 48).
"Vuestra Excelencia
ha empezado a ser el objeto de sus bendiciones, porque ha puesto en movimiento
los únicos resortes que podrían labrar su felicidad", (página 50).
—"Es un
justo homenaje a las benéficas intenciones de Vuestra Excelencia", (página
54).
"Luminosos
principios. . . Benéficas intenciones. . . Resolución tan magnánima... Príncipe
benigno. . . Jefe generoso. . . Jefe prudente. . . Jefe ilustrado. . . Objeto
de bendiciones...
¡Gracias a Dios
que no vivimos en aquellos oscuros siglos. . .!"
Podíamos hacer
inacabable esta letanía con sólo recoger las cosas que: el fundador de la
democracia argentina discurre para sahumar ''A Rey y al Virrey en la
Representación de los Hacendados.
Es seguro que
el Virrey, si llegó a leerla, juzgó a su autor un perfecto cortesano y no un
conspirador peligroso, a quien tenía que desterrar. .. como lo hizo con Elío y
lo ensayó con Liniérs".
Pero son mucho
peores y antipatrióticas las expresiones en que exhala su temor de que el rey
pueda perder sus dominios en América.
—"Guárdese
la tierra para el Emperador y gobiérnela el diablo" (página 22), dice
citando antiguas instrucciones al licenciado la Gasea, comisionado que Carlos 5º
envió al Perú.
—"La gran
necesidad que obliga a sacrificarlo todo para que se guarde la tierra"
(página. 23).
Es decir: hay
que facilitar el comercio y la prosperidad de los pueblos, aunque se
sacrifiquen ciertos prejuicios económicos, para que los habitantes del
Virreinato no piensen en independizarse. . Con tal de que el rey conserve estas tierras,
que el diablo se lleve todas las doctrinas comerciales o políticas.
¡No!. . La Representación de los Hacendados no podía enojar al Virrey, pero sí indignar a los patriotas.
Podemos pensar
que desagradó profundamente a los mismos Hacendados,. . cuyos sentimientos
Moreno no supo interpretar,. . porque designaron para el mismo asunto a otros
representantes, como en seguida veremos.
En él caso de
usar las propias palabras de Moreno en el decreto del 6 de diciembre:. .
"un habitante de Buenos Aires, ni ebrio ni dormido, debe tener impresiones
contra la libertad de su país".
Si los que
citan y alaban esta pieza,. . un día tuvieran la precaución de leerla,
quedarían atónitos y abochornados.
A ambos Morenos
—Mariano y Manuel— les agrada mucho una expresión que ya repugnaba a los
patriotas y contra la cual Belgrano protesta.
El término de
colonias aplicado al Virreinato del Río de la Plata, . .humillaba a los
argentinos, y sin embargo Moreno lo pronuncia y lo prodiga y rebusca en su
biblioteca razones para justificar su desapego por la libertad de su patria.
Seguimos
presentando pasajes de la Representación.
Dígasenos, de
buena fe, si las siguientes expresiones pueden haber sonado en el Virreinato
como un conato de independencia.
Había dicho el
abogado de los comerciantes de Cádiz que era peligroso que se entablasen
relaciones entre "las colonias" y los ingleses,. . porque se
fomentarían ideas de emancipación. Mariano Moreno le contesta enfurecido,. .
afirmando que eso es una injuria mortal, y exclama con exaltación:
—"Es esta
última prueba de lo que es capaz un comerciante agitado por la insaciable sed
de codicia" (página 82).
—"Por lo
que hace a nosotros es una injuria, que solamente podría esperarse de un
mercader en los transportes de la avaricia... —Es demasiado notoria la
fidelidad de los americanos" (página 82).
—"Los
ingleses mirarán siempre con respeto a los vencedores del 5 de julio. . .
hombres del país que defendieron la tierra en que habían nacido, derramando su
sangre por una dominación que aman y veneran" (página 82). . . Día de un
célebre triunfo sobre los ingleses. El subrayado es nuestro.
—"Es esta
una materia sobre la que no quiero discurrir por evitar transportes a que
provoca la gravedad de la injuria; así permítame Vuestra Excelencia transcribir
lo que dice el gran Filangieri sobre este punto:. . "No se me oponga que estas colonias si
llegaban. . . Quiere decir "si llegaran"
o "si llegasen", pero nada hay más inseguro que la gramática de
Mariano Moreno, escribiendo por su cuenta o traduciendo a otro.
. . .a ser ricas y poderosas desdeñarían de
estar pendientes de su madre. La carga de la dependencia sólo se hace
insoportable al hombre cuando va unida con el peso de la miseria y de la
opresión. Las colonias romanas tratadas con aquel espíritu de moderación que
habían inspirado el interés y la política del Senado, lejos de aborrecerla se
gloriaban de su dependencia que constituía su gloria y su seguridad.
—"Su
condición era envidiada aun de aquellas ciudades que incorporadas con Roma y
bajo el importante nombre de municipios habían juntado todas las prerrogativas
de ciudadanos romanos... Muchas de estas ciudades procuraron el título de
colonias..." (página 83).
—"Lo mismo sucedería con las colonias modernas: . . . felices bajo su metrópoli no se atreverían a sacudir un yugo ligero y suave para buscar una independencia que las privaría de la protección de su Madre. . ." (página 83).
Tras de citar a
Filangieri,. . Moreno continúa por cuenta propia: —"El apoderado del
Consulado podía haber sido instruido que ese mismo Cádiz de cuyo interés se
manifiesta tan celoso, so-licitó del pueblo romano el título de colonia
prefiriéndolo al de municipio, por el suave gobierno de aquella Metrópoli...
Podía en los años que lleva de América haber conocido el carácter de nuestras
gentes y abstenerse de inferir tan alta injuria a la fidelidad de unos hombres
que desde el descubrimiento de las Américas se glorían de haber dado
constantemente lecciones de subordinación a los mismos europeos" (página
84).
En cada foja de
la Representación hay un lavapiés al ¡Rey o al Virrey; . .encomia su prudencia,
ilustración, . …benéficas intenciones y la suavidad de las leyes, que hacen
envidiable el ser colonia española,. . y dulce el vivir y hasta el morir por
perpetuar en América una dominación que los hombres del país —¡así lo dice!'—
aman y veneran. ¿Y éste es el espíritu de Mayo?
Las más
innocuas medidas del gobierno lo exaltan hasta el frenesí.
Por ejemplo, aquella cédula que Cisneros trajo
de Cádiz con tantos aspavientos y que los argentinos recibieron con desabrida
cortesía, . .aquel reconocimiento de que las colonias eran elevadas al rango de
provincias de la monarquía y que en adelante se les permitiría enviar a las
Cortes un diputado. . —¡un diputado para todo el inmenso virreinato, mientras
cada una de las más pequeñas provincias españolas podían enviar dos!—, aquella
interesada y tardía limosna arranca a Moreno sollozos de admiración.
Véase de qué
modo exhala su entusiasmo. Hay que convenir en que su retórica no es
maravillosa.
—"Uno de
los rasgos más justos, más magnánimos fue la declaración de que las Américas no
eran una colonia... y en consecuencia de este nuevo ser... se llamaron estos
dominios a tomar parte en la representación nacional,. . dándoles voz y voto en
el gobierno del reino" (página 36).
—"Esta
proclamación que formará la época más brillante para la América. . ." (página
36).
-"La
nación española, que nunca se presenta más grande que en los apurados males que
ahora la han afligido, procedió con la honradez y veracidad que la
caracterizan, cuando declaró una perfecta igualdad entre las provincias
europeas y americanas.. . premió con la magnificencia de una nación grande la
fidelidad y la estrecha unión..." (página 37).
"El vocal
que sostenga en la Junta Central nuestra representación,. . no contará
distintos privilegios de los que adornan al representante de Asturias o
cualquiera otra provincia. . ." (página 37).
Compárese la
exuberancia de estas expresiones con el severo juicio que nos hace del mismo
asunto el historiador don Vicente F. López:
"Hay actos, —dice— que no siendo justos y completos indignan más que la negativa absoluta, que tiene por base la costumbre y la tradición legal". . . LÓPEZ VICENTE F., Historia de la República Argentina (Buenos Aires, 1883), tomo 2, página 370.
Se ha dicho que
Moreno redactó la Representación de los Hacendados en momentos en que la causa
del comercio libre parecía perdida. . .LEVENE.
RICARDO, El Fundador de
la Biblioteca Pública
de Buenos Aires, página 26.
Basta leer lo
que parece que nadie ha leído: las fechas del expediente original, para
comprobar lo equivocado de esta afirmación. Vayamos a cuentas:
La
Representación de los Hacendados lleva en el manuscrito la fecha del 30 de
setiembre de 1809 (página 106 de la edición original).
El 20 de
agosto, el Virrey había dirigido al Cabildo un oficio pidiéndole considerase el
mismo asunto y manifestándole su voluntad favorable a las franquicias. . (¡40
días antes que Moreno!) . . Antecedentes Políticos y Administrativos de la Revolución
de Mayo, páginas. 162-164. El subrayado es nuestro.
El Cabildo
discute largamente la nota de Cisneros, en su reunión del 31 de agosto y por
mayoría de votos da una resolución favorable a los deseos del Virrey. . (¡30
días antes que Moreno!).
El 6 de
setiembre Belgrano,. . secretario del Real Consulado de Comercio, presenta un
notable alegato en que reproduce sus viejas ideas favorables al libre comercio.
. . (¡24 días antes que Moreno!).
Tiene su
escrito más dignidad y patriotismo que la Representación de los Hacendados.
Acabamos de ver a Moreno citando a Filangieri para demostrar que un pueblo debe
preferir ser colonia a ser municipio libre; y elogiando el yugo ligero y suave
de los procónsules romanos.
Escuchemos
ahora las dignas y viriles palabras de Belgrano. ¡Qué distinto sonido!
El calificativo
de colonia repugnaba a los argentinos patriotas.
Podían
consentir en que el Virreinato fuese una provincia española, pero no una
factoría.
Por ello, en
ese escrito, que en el mismo expediente está codeándose con la Representación
de los Hacendados, Belgrano habla así:
'Estas
Provincias, que tienen la gloria de contarse como parte integrante de la
monarquía y lograr los mismos derechos de las de la Península,. . formando un estado indivisible y sin el
epíteto de colonia. . ." Documentos
referentes a la guerra de la Independencia y emancipación política de la
República Argentina, tomo 1, página 218.
Prosigamos el
examen de las fechas.
El 12 de
setiembre el Cabildo eleva un extenso oficio en que dice al Virrey (¡18 días
antes que Moreno!):
Teniendo en
consideración que las fábricas de la península o están ocupadas por el enemigo
o faltas de brazos que den abasto a nuestras necesidades, como también que es
inevitable el contrabando en tan dilatadas costas, no ocurre ni se presenta
otra arbitrio más aceptable que el mismo que ha propuesto Vuestra Excelencia".
. . Documentos referentes a la guerra, etc.
Coincidían, pues, en favor del libre comercio tres máximas autoridades: el Virrey, el Real Consulado y el Cabildo,. . cuyas opiniones se manifestaron mucho antes del 30 de setiembre, fecha de la Representación de Moreno, que ni siquiera se publicó ese año sino al siguiente, 1810, después de la Revolución.
¿Si todos
estaban de acuerdo en dar franquicias al comercio,. . puede afirmarse en conciencia que la causa
estaba perdida y que Moreno la salvó?. . Esta pregunta que hacemos es
terminante y debe ser contestada sin salirse de la cuestión. . ¡Prevemos que no
lo será! Se reeditarán las parrafadas ampulosas para ocultar la sencilla
verdad.
Todavía en el
mismo expediente hay otras opiniones favorables a la misma tesis.
La del fiscal
Villota: "En vano sería resistir la introducción de efectos
extranjeros" (página 248).
La del doctor
Julián Leiva: "Se sigue por consecuencia que la permisión de un comercio
franco con los extranjeros puede ser útil a la misma Metrópoli" (página
253),
Estas dos
vistas son posteriores al alegato de Moreno, pero en ellas no se descubre la
más mínima influencia de éste, como que piden un comercio franco con todos los
extranjeros y no solamente con los ingleses, como pidió Moreno.
Los que a
tantos años de distancia afirman que la Representación tuvo tan enorme
influencia, sufrirán tremenda decepción al saber otra verdad,. . que vamos a
comunicarles y es que los Hacendados confiaron a otros el honor de seguir
representándonos en el mismo asunto.
En efecto,. .
después de acumuladas aquellas informaciones en un grueso legajo, el Virrey
convocó una Junta de notables para la definitiva resolución. . . Concurrieron
además del Virrey Cisneros, 23 personajes: militares, magistrados, comerciantes.
. . El cuerpo de Hacendados y
Labradores,
para quienes trabajó Moreno, . . gozó del derecho de designar dos delegados y
ninguno de ellos fue el autor del alegato. Este detalle es significativo. . .
Explíquelo quien pueda.
Moreno fue
suplantado por el doctor Juan José Castelli y por don Miguel de Azcuénaga, que
actuaron en la famosa Junta como representantes de los Hacendados.
Otra prueba del
ningún aprecio que se hizo del largo informe de Moreno, es que en los días
mismos en que. . (según quieren hacernos creer los historiadores), estaba la
ciudad conmovida por esa expresión de independencia, se volvió a reunir la
Junta y se leyeron los escritos más dignos de considerarse, según constancias
del expediente.
A pesar de
encontrarse allí dos representantes de los Hacendados, la famosa
Representación, de Moreno, ni se leyó ni se mencionó.
Y la resolución
de la Junta ni siquiera la tuvo en cuenta, . . pues fue menos anglófila y más
amplia que el pedimento de Moreno. Ella autoriza "a admitir. . . a cualquier
buque amigo, neutral o nacional, procedente de puertos extranjeros, con
cargamento de frutos y efectos. . ." Antecedentes Económicos, etc., página 256.
No tiene, pues,. . fundamento alguno el afirmar que dicha resolución fuese arrancada al Virrey por "la formidable dialéctica" de Moreno. . En cambio es verdad que éste se limitó a pedir franquicias nada más que para los ingleses y sólo por dos años.
Es, por lo
tanto, un evidente error lo que manifiesta el historiador antes mencionado al
decir:. . "Moreno iba mucho más lejos de las pocas franquicias concedidas
por Cisneros".
La libertad de
comercio fue en Buenos Aires iniciativa del Virrey en un momento en que estaban
reclamando lo mismo otras ciudades de América, donde no había la menor noticia
de la pieza de Moreno, que ni siquiera se había escrito aún.
"Si
recordamos lo anteriormente estudiado —dice el historiador Molinari— vemos que
en Buenos Aires, . . como en Caracas y en Cuba,. . se producen los mismos
procesos, obedeciendo a las mismas fuerzas generales, actuando en el mismo
sentido".
Es curioso el
dato siguiente, jamás apuntado por ningún historiador, hasta que lo descubrió
el doctor Molinari, yendo a las fuentes documentales.
En el
expediente original no figura ni una sola vez el nombre de Mariano Moreno,. . y
el que firma la Representación es don José de la Rosa.
Podemos deducir
de esta omisión que la firma del redactor no daba mayor autoridad a la pieza, y
por ello se omitió. . Pero no podemos deducir que la pieza no sea suya, pues se
publicó bajo su nombre a mediados de 1810.
El doctor
Molinari sintetiza su juicio acerca del asunto, en esta forma: "La
publicación de la Representación se verifica luego de haberse producido los
sucesos de mayo. Por lo tanto, mal pudo tener la influencia decisiva e
independiente que se le atribuye en éstos". . . MOLINARI, DIEGO Luis, La
Representación de los Hacendados de Mariano Moreno. Su ninguna influencia en la
vida económica del país y en los sucesos de Mayo de 1810 (Buenos Aires, Imprenta
Coni Hnos., 1914, página 151.
Y mucho menos
puede sostenerse, "ni ebrio ni dormido" que con los encomios al Rey y
al Virrey que contiene la Representación de los Hacendados haya fundado Moreno
la democracia argentina.