domingo, 12 de agosto de 2018

3.11. El Consejo de Población: Una organización de la "cultura" de la muerte

3.11. El Consejo de Población: Una organización de la "cultura" de la muerte

En 1798 fue publicado en Inglaterra la obra Ensayo sobre el principio de la población de Thomas Malthus, que exponía la errónea y dañina teoría de que la población debía ser controlada, so pena de que la humanidad muriese de hambre (1). Nunca se ha demostrado la existencia de una "sobrepoblación" (2). Sin embargo, a fuerza de repetirlo, las élites dominantes y la mayoría de los medios de comunicación han logrado utilizar este mito como una careta "humanitaria" para difundir el aborto, la anticoncepción (incluyendo la que es abortiva) y la esterilización en todo el mundo, sobre todo en países en desarrollo (3). El genocidio abortista, quirúrgico o químico, cobró la vida de cientos de millones de seres inocentes al año al menos durante el último tercio del siglo XX y amenaza con hacer lo mismo en la centuria que apenas comienza (4).
Así las cosas, se impone la necesidad, como parte de la lucha por defender la vida, de conocer las organizaciones que forman parte de esta "cultura" de la muerte, "cultura" que no tiene precendentes en la historia. Una de esas organizaciones es el Population Council (Consejo de Población).

En la década del 50, el multimillonario e influyente John Rockefeller III, quien había tenido contacto con grupos de fanáticos neomalthusianos, organizó la movilización de recursos para la campaña antidemográfica. Los poderosos grupos Rockefeller y Ford fueron seleccionados para dirigir una empresa antinatalista, debido a la imagen "humanitaria" que habían logrado ante la opinión pública con las fundaciones que llevaban sus nombre (5).
En 1952, John D. Rockefeller III fundó en Nueva York el Population Council (PC), una suerte de oficina mundial de control natal, cuya junta directiva está compuesta por representantes de empresas multinacionales como la Sherman and Sterling, Mobil Oil Corporation, American Telephone (ATT) y otras similares. De este modo se formó la cabeza de la campaña y el centro principal de las decisiones de la red internacional antivida. De hecho, Rockefeller III y la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF, por sus siglas en inglés) convencieron a la ONU de involucrarse en el control demográfico mundial.
El PC colabora muy de cerca con otras organizaciones antinatalistas. De hecho la "Incitativa para una Maternidad sin Riesgos" (una estrategia para legalizar el aborto en todo el mundo) comenzó en 1987, y para 1991 ya se había desarrollado en más de 70 países de Asia, África y el Oriente Medio. Sus co-patrocinadores son, además del PC: el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD), el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF), el Fondo de Población de la ONU (FNUAP o UNFPA, por sus siglas en inglés), el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS), Family Care International (FCI) y la IPPF (7). El PC también ha colaborado con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), que ha estado involucrada en campañas antinatalistas en América Latina (8).
El PC se describe a sí mismo como una "organización sin fines de lucro" y es considerada (falsamente, por supuesto) una organización "caritativa". Ello implica que recibe donativos, exentos de impuestos, de los particulares, del sector privado (firmas, empleados, patrones, etc) y del sector público (9). Ello no quiere decir que sus empleados trabajan "por amor al arte". El presupuesto anual del PC en el 2000 fue de $76 millones, de los cuales alrededor del 85% (cerca de $65) se emplearon para difundir la anticoncepción y el aborto.
En 1994, a petición del Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, la compañía francesa, Roussel Uclaff, fabricante de la píldora abortiva RU-486, le donó la patente al PC. La concesión de los derechos sobre este fármaco al PC se debió a que la Roussel Uclaff temía el boicot, por parte de los grupos provida, de sus productos y de los de la Hoescht de Alemania, de la cual es subsidiaria (11). Ello se debe a que la RU-486 no sólo mata bebés no nacidos hasta la séptima semana del embarazo, sino que también es muy peligrosa para la mujer (12). El PC probó la RU-486 en más de 2,000 mujeres en Estados Unidos. Un porcentaje significativo de estas conejillas de Indias sufrió serias complicaciones, especialmente hemorragias excesivas (13). Ya en 1991, tres feministas proabortistas habían denunciado la peligrosidad para las mujeres de este pesticida antihumano.
A pesar de ello el PC recomendó su aprobación y el 28 de septiembre del 2000 se convirtió en uno de los días más infames de la historia, cuando la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la comercialización de la píldora abortiva RU-486 en ese país.
Se sospecha que la RU-486 será utilizada contra los pueblos del tercer mundo por el propio PC, que recibió $70 millones del gobierno de Clinton y Gore y que se dedica, según su propia afirmación, a trabajar en los países menos desarrollados y también América Latina y el Caribe (16). De hecho, el PC tiene proyectos en México, Guatemala, Honduras, Ecuador y Perú (17). El PC dice que su "misión es mejorar el bienestar y la salud reproductiva" (18). La frase "salud reproductiva" es un eufemismo para encubrir la difusión de los dañinos anticonceptivos (incluyendo los que son abortivos) y el aborto.
Precisamente el PC es el grupo que estará a cargo del "seguimiento" del uso de la RU-486 en Estados Unidos (20). Es como entregarle las ovejas al lobo para que "las cuide". Si ello es así, se podría sospechar que el PC utilice los resultados de su "seguimiento" para lanzar la RU-486 a otros países, incluyendo los de América Latina. ¿Qué pasará entonces con los bebitos no nacidos y con las mujeres de los países hispanos, especialmente las mujeres de bajos recursos que viven en zonas rurales, lejos de centros médicos con equipo especializado, como el que exigen los protocolos para la RU-486 en el primer mundo? Pensamos que muchas de ellas van a morir, a no ser que nuestros líderes latinoamericanos no se dejen engañar por los que comercializan y difunden este pesticida anti-humano.
Para más información sobre este y otros temas relacionados con la defensa de la vida y la familia, póngase en contacto con Vida Humana Internacional, 45 SW 71 Avenue, Miami, FL 33144, USA. Tel.: (305) 260-0525. Fax: (305) 260-0595. Email: vhi@vidahumana.org. Página web: www.vidahumana.org.