Rafael Flores es
una de las personas que más conoce a los Kirchner y quien primero
denunció el sistema de recaudación política que estos usaban desde la
época de Santa Cruz.
El hombre conoció a Néstor Kirchner
de primera mano, porque lo acompañó desde la vicegobernación en su
primera época en esa misma provincia, lo que le permitió ver "la
compulsión que tenía por el dinero en efectivo".
En tal sentido, Flores recordó anoche en "A Dos Voces" que
Kirchner "desconfiaba de las cuentas en el exterior, les tenía temor,
porque creía que se podían rastrear y eso le podía traer problemas en el
futuro, por eso prefería acumular el dinero en efectivo, de ahí la
voracidad patológica por el efectivo".
A
su vez, el hombre contó: "El (por Néstor) le dijo una vez a un
funcionario que no se iba a meter en lo que hiciera, pero que lo que no
quería eran cuentas en el exterior, así nacieron las bodegas y las cajas
en el sur, algunas enterradas en estancias de Lázaro o en cualquier lugar que el imaginario popular pudiera pensar, pero eso venía de lo que digo del temor que le tenía Néstor a las cuentas afuera, por eso él prefería acumular efectivo...".
Finalmente,
Flores sostuvo: "Ese manejo en determinado punto ya no se podía
sostener (por la cantidad de dinero en el sur), era necesario buscar
algo más sofisticado, pero eso más sofisticado aparece cuando Kirchner
se muere, y allí es que se abre el lugar para personajes como Fariña,
Elaskar y los hijos de Lázaro Báez, Eso era impensable con Néstor...".
Rafael Flores es
una de las personas que más conoce a los Kirchner y quien primero
denunció el sistema de recaudación política que estos usaban desde la
época de Santa Cruz.
El hombre conoció a Néstor Kirchner
de primera mano, porque lo acompañó desde la vicegobernación en su
primera época en esa misma provincia, lo que le permitió ver "la
compulsión que tenía por el dinero en efectivo".
En tal sentido, Flores recordó anoche en "A Dos Voces" que
Kirchner "desconfiaba de las cuentas en el exterior, les tenía temor,
porque creía que se podían rastrear y eso le podía traer problemas en el
futuro, por eso prefería acumular el dinero en efectivo, de ahí la
voracidad patológica por el efectivo".
A
su vez, el hombre contó: "El (por Néstor) le dijo una vez a un
funcionario que no se iba a meter en lo que hiciera, pero que lo que no
quería eran cuentas en el exterior, así nacieron las bodegas y las cajas
en el sur, algunas enterradas en estancias de Lázaro o en cualquier lugar que el imaginario popular pudiera pensar, pero eso venía de lo que digo del temor que le tenía Néstor a las cuentas afuera, por eso él prefería acumular efectivo...".
Finalmente,
Flores sostuvo: "Ese manejo en determinado punto ya no se podía
sostener (por la cantidad de dinero en el sur), era necesario buscar
algo más sofisticado, pero eso más sofisticado aparece cuando Kirchner
se muere, y allí es que se abre el lugar para personajes como Fariña,
Elaskar y los hijos de Lázaro Báez, Eso era impensable con Néstor...".