Como vencer al gobierno profundo estadunidense? – por Larry Romanoff
Durante décadas, las autoridades americanos se han preparado cada vez
más para los disturbios civiles masivos resultantes de los ataques del
gobierno y de las empresas a la sociedad americana. Podemos recordar que
a principios de los años 80 el Estado Oculto lanzó su guerra abierta
contra la clase media con la salvaje recesión inducida por la FED
y con la revocación unilateral del contrato social que existía desde
1946. En ese momento, el gobierno de los Estados Unidos ya había
previsto un malestar público generalizado, esperando totalmente
protestas y disturbios masivos, y se había preparado para hacerles
frente en forma de campos de internamiento. En un sentido real, el
gobierno se había preparado para otra guerra civil.
¿Preparándose para la Guerra Civil?
Al igual que la mayor parte de la “Gran Transformación”, comenzó durante el reinado de Reagan con lo que se llamó “Rex 84”, una abreviatura de Readiness Exercise 1984,
un plan del gobierno de los Estados Unidos para detener a un gran
número de ciudadanos americanos en caso de disturbios civiles. Este plan
maestro involucraba al FBI, al Departamento de Defensa, al grupo de Medidas de Emergencia, al Servicio Secreto, a la CIA y a un total de 34 agencias gubernamentales.
Se presentó como un ejercicio para probar la asistencia militar en la
defensa civil en tiempos de emergencia nacional, pero en realidad el
plan se anticipaba a disturbios civiles, a grandes manifestaciones y
huelgas laborales que afectarían a la continuidad del gobierno. Los
disturbios civiles previstos en la crisis financiera inducida por la FED
y que devastó a la clase media fueron considerados “subversivos”,
siendo el REX-84 una autorización para que el ejército de los EE.UU.
implementara movimientos controlados de poblaciones civiles por el
gobierno, tanto a nivel estatal como regional, con el arresto de muchos
segmentos de la población americana y la imposición de la ley marcial. (1) (2)
El programa Rex-84 se creó bajo el pretexto de un
posible éxodo masivo de extranjeros ilegales que intentasen cruzar a los
Estados Unidos desde México, pero cuando el programa se hizo público
accidentalmente durante las audiencias del Congreso del Irán-Contra en 1987,
se reveló que de hecho se trataba de un programa secreto del gobierno
federal “para suspender la Constitución, declarar la ley marcial,
asignar comandantes militares para que se hicieran cargo de los
gobiernos estatales y locales, y detener a un gran número de ciudadanos
americanos considerados por el gobierno como ‘amenazas para la seguridad
nacional'”.
Esto era parte de un plan maestro de contingencia para el que el FBI
tiene hoy en día una lista principal de más de 100.000 americanos, y
otra lista secundaria diez veces más grande, que son objetivos para ser
acorralados como subversivos, incluyendo a líderes sindicales,
académicos y figuras públicas, con el encarcelamiento diseñado para
aislar a los disidentes políticos y contener los disturbios civiles.
Y estos son campos de prisioneros, rodeados de vallas, de alambre de
púas y de guardias armados, no son lugares de los que se pueda escapar, y
fueron diseñados para retener a los americanos, no a los mexicanos. (3)
No hay duda de que el gobierno de los EE.UU. está preparado para la
posibilidad de un desorden doméstico generalizado e incontrolable. Este
programa, que se ha estado llevando a cabo y construyendo durante años,
fue alentado por el temor a un levantamiento público masivo a raíz del
fraude bancario de 2008.
El juez de la Corte Suprema de los Estados Unidos, Antonin Scalia,
dijo hace algunos años que los campos de concentración eran una
realidad futura probable para los americanos, y que la Corte Suprema no
haría nada sobre la tiranía si el poder ejecutivo lo consideraba
necesario. Mencionó el internamiento de los japoneses en los Estados
Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y dijo de esos campos, “te engañas a ti mismo si piensas que no volverá a pasar lo mismo”. (4) (5)
En 2009, a medida que profundizaba la crisis financiera en los
Estados Unidos y aumentaba la preocupación por los disturbios públicos,
la Guardia Nacional de los Estados Unidos anunciaba oportunidades de
empleo para “especialistas en internamiento y re-asentamiento” que
trabajaran en “campamentos de internados civiles” dentro de los Estados
Unidos, y la [antigua] filial de Halliburton, KBR, buscaba
subcontratistas para dotar de personal a los campamentos de “entorno de
emergencia” situados en cinco regiones de los Estados Unidos.
Anteriormente, en 2006, KBR fue contratada por el
Departamento de Seguridad Nacional para construir centros de detención
diseñados para lidiar con “el rápido desarrollo de “nuevos programas” no
especificados que requerirían que fueran internadas un gran número de
personas”. (6) (7)
Los EEUU han estado muchos años peligrosamente cerca de una situación
en la que, si el pueblo americano sale a la calle a protestar, esos
internamientos se pueden llevar a cabo fácilmente. En 2004 había más de
800 de estos campos de internamiento en los EE.UU., todos vacíos, pero
todos en pleno funcionamiento, con personal y rodeados de guardias a
tiempo completo, listos para recibir a los prisioneros. He visto fotos.
Además, muchas bases militares están programadas para ser cerradas y
utilizadas como prisiones civiles adicionales si surge la necesidad,
todas destinadas al internamiento de disidentes y otros considerados
“potencialmente dañinos para el estado”. Algunos campos pueden albergar a
20.000 o más prisioneros cada uno, un esfuerzo masivo para el control
de la población civil, y el programa sigue expandiéndose. Hoy en día,
los Estados Unidos están muy cerca del punto en que los disidentes
políticos que cuestionen las acciones de su gobierno se arriesgarán a
ser acorralados y obligados a entrar en estos campos de prisioneros,
esencialmente con un plan del gobierno para reprimir por la fuerza a los
disidentes políticos bajo el pretexto de erradicar el “terrorismo”
interno.
El gobierno de los Estados Unidos define a muchos americanos como
“pre-revolucionarios” por su indignación ante el colapso de la vivienda
aprobado por el gobierno en 2008, con la creciente preocupación de que
surjan disturbios civiles masivos tanto en las clases bajas, asoladas
por la pobreza, como en la clase media aniquilada, lo que daría lugar a
lo que se convertiría en una guerra civil interna. Esta es la razón por
la que el FBI y el DHS (Departamento
de Servicios Sociales) centran cada vez más su aparato “antiterrorista”
en los americanos blancos de clase media, como los manifestantes de
Ocupa Wall Street, que fueron catalogados como “terroristas de bajo
nivel”.
En 2008, el Washington Post informó de los
planes del Gobierno de estacionar muchas decenas de miles de tropas en
el interior del país con fines de “seguridad interna”, a la luz de los
enormes disturbios civiles que se producirían tras un colapso económico o
una grave crisis financiera, tal vez a raíz de 2008.
Según el documento del gobierno, “La violencia civil generalizada
dentro de los Estados Unidos obligaría al sistema de defensa a
reorientar las prioridades in extremis para defender el orden interno
básico y la seguridad humana”, afirmando que el ejército podría ser
necesario para sofocar “la resistencia interna intencionada”. Para
prepararse para esta sofocación de la resistencia, los Estados Unidos
han recurrido a demonizar a sus propios ciudadanos; un estudio reciente
financiado por el Departamento de Seguridad Nacional identifica
convenientemente a los americanos que “sospechan de la autoridad federal
centralizada” y que muestran signos de ser “reverentes a la libertad
individual”, y los vuelve a clasificar como terroristas de “extrema
derecha”. (8) (9) (10)
El programa está diseñado para “reducir y eliminar” toda resistencia
interna al gobierno de los EE.UU. Para ello se utilizarán “agentes de
control de multitudes”, y las agencias gubernamentales participarán en
la “recogida de información sobre los disidentes” para identificar a
todos aquellos que han “amenazado o están creando disturbios”. El
ejército de los Estados Unidos elaboró un manual sobre lo que denominó “Operaciones de Disturbios Civiles”,
que describe cómo se utilizarán los recursos militares para “ayudar a
las autoridades locales y estatales a restablecer y mantener la ley y el
orden” en caso de disturbios masivos y disturbios civiles. Las fuerzas
militares y otras fuerzas del orden se encargarán de “disolver las
reuniones no autorizadas” y restablecer el orden “representando una
demostración de fuerza, estableciendo bloqueos de carreteras,
disolviendo multitudes, empleando agentes de control de multitudes y
otras operaciones según sea necesario”.
El mismo manual del gobierno describe cómo se procesará a los
prisioneros en estos campos de internamiento, y describe cómo serán
“reeducados” estos internos mientras son detenidos en campos de
prisioneros dentro de su propio país por su propio gobierno. Un
documento militar filtrado, titulado “FM 3-39.40 Operaciones de
Internamiento y Re-asentamiento”, esbozaba un programa para los “campos
de re-educación” en los EE.UU. que contenía planes para que los
“activistas políticos” fueran “pacificados” por varios oficiales
psicólogos, para que “simpatizaran” con el gobierno y para que
“desarrollaran una apreciación de las políticas de los EE.UU.” mientras
estuvieran detenidos en los campos de prisioneros dentro de los EE.UU.
El documento estaba restringido al personal del Departamento de Defensa,
pero fue filtrado y publicado en línea. En él se esbozaban las
políticas para “procesar a los detenidos en campos de internamiento”, y
se dejaba claro que estas operaciones se utilizarían para situaciones
civiles internas. (11) (12) El documento completo está disponible aquí: (13)
“Una vez que los detenidos hayan sido procesados en el campo de
internamiento, el manual explica cómo se les “adoctrinará”, con un
enfoque particular a la coerción de los disidentes políticos para que
expresen su apoyo a las políticas de los Estados Unidos”. Parte del
papel declarado de los oficiales psicólogos sería identificar activistas
políticos, líderes políticos, “descontentos” y otros agitadores, y
desarrollar y ejecutar “programas apropiados de adoctrinamiento para
reducir o eliminar las actitudes antagónicas”. Sin embargo, su primera
tarea sería “pacificar y aclimatar a los detenidos para que acepten la
autoridad y los reglamentos del centro de internamiento”.
También hay percepciones inquietantes sobre la intención del gobierno
de usar la fuerza bruta para sofocar violentamente cualquier disturbio
político civil. El manual incluye una larga lista de armas destinadas a
ser usadas contra los civiles americanos que protesten, incluyendo
granadas antidisturbios. La página 20 del manual autoriza el uso de la
“fuerza mortal” para enfrentarse a esos pacíficos “disidentes”
políticos; la intención asesina quedó inquietantemente clara con la
directiva de que “No se harán disparos de advertencia primero”. El
propio Northcom, en un artículo del Army Times
del 8 de septiembre de 2008, dijo que la primera oleada del despliegue,
que se llevó a cabo el 1 de octubre en Fort Stewart y en la Base Aérea
de Peterson en Colorado Springs, tendría como objetivo hacer frente a
“los disturbios civiles y al control de multitudes”.
En noviembre de 2013, la revista Forbes publicó un artículo basado en el AP Newswire, detallando que el DHS había estado ensamblando un arsenal masivo de armas desde 2011 o 2012. (14) La
AP informó que la Seguridad Nacional había estado almacenando
municiones mediante la compra de más de 1.600 millones de reservas de
munición, además de una compra previa de 1.500 millones de reservas, con
un asombroso total de más de 3.000 millones de reservas. Esta es más
munición que la que el ejército de los EE.UU. utilizó colectivamente en
todas sus guerras en la última década, y representa unos diez tiros por
cada hombre, mujer y niño de América. También hubo compras, confirmadas
por varias agencias gubernamentales, de cientos de millones de balas de
punta hueca para ser entregadas en docenas de lugares alrededor de los
EE.UU. Esas balas son tan letales que está prohibido su uso en el campo
de batalla durante las guerras, porque se multiplican y se fragmentan en
el impacto, siendo su único propósito causar el máximo daño posible a
los órganos internos. También se compraron grandes cantidades de balas
magnum con el poder de penetrar paredes, y unos aterradores cientos de
millones más de municiones especiales para francotiradores.
Aún más, a principios de 2015 se informó de que el Departamento de
Seguridad Nacional había hecho pedidos de cantidades masivas de otros
tipos de armamento anti-cívico, denominados “Municiones especiales menos
letales”, que se describían como “un arsenal de armamento especializado
para el entrenamiento y el despliegue contra las multitudes”. Entre
ellas se incluían granadas de destello, ráfagas de luz, granadas de gas y
químicas, balas antidisturbios, balas de goma y mucho más. Todas ellas
son armas de gran potencia para el control de multitudes y para la
intimidación de civiles. No tienen otro propósito, y en el volumen en el
que se están comprando está claro que el gobierno de los EE.UU. espera
algunos disturbios civiles muy graves, posiblemente una revolución, y
pronto.
En fecha tan reciente como 2018, Forbes estaba informando más de lo
mismo, que esas compras han alcanzado una asombrosa ubicuidad. No es
sólo la Seguridad Nacional quien se está armando hasta los dientes.
Miles de agentes del IRS tienen ahora rifles de asalto táctico y de
armamento pesado.
La Administración de Pequeños Negocios y el Departamento de Asuntos
de Veteranos han comprado miles de pistolas Glock. Las agencias de los
Servicios de Salud compraron millones de dólares de pistolas Glock,
equipadas con silenciadores. El Servicio Geológico de los Estados
Unidos, que es una oficina meteorológica, compró millones de dólares de escopetas Winchester Black Shadow
con grandes pedidos de munición a granel, además de las pistolas Glock.
Incluso el Departamento de Educación compró millones de dólares en
armas de mano, escopetas y chalecos antibalas de Glock. No conozco
ninguna nación en el mundo donde el departamento de Hacienda o los
departamentos de Educación y de Salud requieran grandes cantidades de
armas de grado militar, y mucho menos chalecos antibalas y silenciadores
de armas.
En junio de 2016, RT informó que las
agencias federales no militares tenían más poder balístico que todo el
Cuerpo de Marines de los EE.UU., y esto incluye a agencias como la
Educación, la Salud y Hacienda.(15) RT
documentó un nuevo informe donde 67 agencias federales no militares de
los EE.UU. gastaron 1.500 millones de dólares en la compra de armas,
municiones y equipos de estilo militar. Los detalles vinieron de la
Militarización de América: compras de armas, municiones y equipo de
estilo militar por parte de agencias federales no militares, publicadas
por el grupo de buen gobierno sin ánimo de lucro OpentheBooks.com.(16) (17)
Además de la compra masiva de municiones, el DHS estuvo mostrando su
adquisición de vehículos para el transporte de personal, fuertemente
blindados y resistentes a las minas, que han sido vistos en las calles
de toda América y verificados con fotos y videos. Forbes señaló que
estos vehículos están equipados con puertos para armas y están
“diseñados para soportar IED (Dispositivos Explosivos Improvisados),
explosiones de minas y golpes de calibre 50 en los cristales a prueba de
balas”, y se preguntó por qué serían necesarios en las calles de
América. El DHS también compró grandes cantidades de equipos
antidisturbios y cabinas de control a prueba de balas, así como la
compra de 7.000 rifles automáticos y 2.700 vehículos blindados, y el
despliegue de drones con permiso para su uso por los ciudadanos
americanos.
El DHS se está convirtiendo en un ejército doméstico masivo para manejar conflictos domésticos. En palabras de Ellen Brown, “alguien en el gobierno está esperando algunos disturbios civiles graves …”
La jefa del DHS, Janet Napolitano, afirmó que esto
era para prepararse para una afluencia masiva de inmigrantes a los
Estados Unidos que requeriría el “refugio y procesamiento” de un gran
número de personas, pero esto es una tontería. ¿Quién atacará a los
EE.UU. para que la Seguridad Nacional se encargue de la defensa, y de
dónde surgirá una masa de inmigrantes pacíficos tan grande que requerirá
más de tres mil millones de balas para repelerlos?
Este es el mismo gobierno que recientemente cerró muchas de sus
operaciones, incluyendo la mayoría de los Parques Nacionales, por falta
de fondos, y que sin embargo tenía suficiente dinero para comprar miles
de millones de balas para un ejército civil inexistente. Un portavoz fue
citado para justificar esta compra masiva por “ayudar al gobierno a
conseguir un bajo precio para una gran compra”, y afirmó que el DHS
usaba “hasta 15 millones de balas cada año en ejercicios de
entrenamiento”. Alguien debería pedirle al DHS que divida 3 mil millones
por 15 millones, lo que nos dice que la compra de municiones suplirá
las necesidades del DHS para los próximos 200 años. Las autoridades
naturalmente, atribuyen las críticas y las preguntas difíciles a los
desequilibrados “teóricos de la conspiración”, pero este es un caso más
en el que los actos parecen irracionales y la versión oficial está tan
llena de agujeros que no tiene sentido.
Otra compra del DHS, que produjo una tormenta de ira cuando su
noticia se hizo viral, fue el suministro de lo que podríamos llamar
objetivos de papel “no convencionales” que se utilizaron como blancos de
tiro de prácticas en “ejercicios de entrenamiento”. Esos objetivos
consistían en figuras de civiles americanos en entornos residenciales.
Incluían niños pequeños, una joven madre embarazada, ancianas con batas,
abuelas y abuelos en sus cocinas y patios, adolescentes en parques,
niñas pequeñas, y más, quizás lo más aterrador es que todos ellos fueron
llamados “objetivos sin vacilación”, es decir, disparar sin vacilación a
la vista de esos enemigos. ¿Qué podría justificar el suministro de
tales objetivos a una fuerza militar, con tal instrucción? El sitio web
americano fedbiz.op retiró la solicitud después de que Infowars
divulgara la historia, y finalmente se disculpó públicamente por crear
esos objetivos de niños pequeños.
A principios de 2014 se informó de que el ejército de los Estados
Unidos había construido una ciudad falsa de 100 millones de dólares, de
unos 300 acres en Virginia, para utilizarla en el entrenamiento de
tropas para la ocupación de ciudades, con un estadio deportivo, un
banco, una escuela y un metro subterráneo, a fin de entrenarse para
futuros escenarios de combate en las zonas urbanas de los Estados
Unidos. Los vagones del metro incluso llevan el mismo logo que los de
Washington DC. Lo que es más inquietante, se informó de que
“se está enseñando a los soldados que los cristianos, los partidarios
del Tea Party y los activistas anti-abortistas representan una amenaza
terrorista radical, reflejando la retórica respaldada por el
Departamento de Seguridad Nacional que enmarca a los “amantes de la
libertad” como extremistas domésticos”.
El DHS también está construyendo un complejo seguro de 176 acres en
el área de menores ingresos de Washington DC, lo que parece casi seguro
una preparación para la guerra civil. 18) (19) El
detonante podría ser un colapso económico que cause que los americanos
enojados inunden las calles de manera similar a la de Ocupa Wall Street y
otras escenas presenciadas tanto en los EE.UU. como en Europa durante
la última crisis económica inducida por la FED. Vale la pena notar que
la protesta de Ocupa Wall Street tuvo la idea correcta pero el objetivo
equivocado. Wall Street es sólo una idea, y un pequeño jugador. La causa
final es la FED, y ese debería haber sido su enfoque. Pero la FED, los
banqueros y el FBI lo vieron venir y se infiltraron, y financiaron a los
grupos de protesta como una forma de tomar el control y desviarlos de
cualquier acción o enfoque útil.
A mediados de 2013, varios medios locales de EE.UU. informaron de que
el DHS estaba llevando a cabo ejercicios ampliamente públicos, pero aún
“de alto secreto”, clasificados como “ejercicios de terrorismo a gran
escala” en toda la nación con el propósito declarado de hacer que los
ciudadanos “se sientan seguros”, pero que dieron lugar a que miles de
personas aterrorizadas no supieran cómo responder a lo que parecía una
invasión interna del ejército de los EE.UU. Las personas fueron
caprichosamente detenidas y liberadas después de que sus pertenencias
fueran registradas, pero sin embargo se les instó a celebrar su
“independencia” de la tiranía. Estos simulacros se presentaron como un
entrenamiento de preparación para posibles incursiones terroristas,
aunque el DHS no mencionó la observación del New York Times de que todos
los complots de terrorismo interno en los Estados Unidos durante la
última década fueron “incubados por el FBI”.
Otro acontecimiento preocupante fue la aparición de aviones de carga
C-130 del ejército de los EE.UU., que aparentemente rociaron mosquitos
sobre varias ciudades de Florida a menos de 50 metros de altura. El
control de plagas difícilmente es un deber militar, esos eventos me
recordaron inmediatamente a la fumigación militar de bacterias y otros
patógenos en muchas partes de los EE.UU. en varios experimentos
relacionados con la CIA sobre la población nacional. Esos sobrevuelos a
baja altitud son casi con seguridad prácticas para el control potencial
de multitudes en el futuro, para dispensar gas lacrimógeno u otro
material no letal (o letal) que dispersaría o desorientaría a los
manifestantes. No puedo imaginar todas las posibilidades, pero el
ejército de los EE.UU. ciertamente no va a entrar en el negocio de la
fumigación de mosquitos. (19) (20)
El general de división Curry fue citado diciendo:
“Tenemos policía local, respaldada por la Guardia Nacional de cada
estado, respaldada por el Departamento de Defensa. Así que además de
todas estas fuerzas, ¿por qué la Seguridad Nacional necesita su propio
ejército privado? ¿Por qué la SSA, la NOAA y otras agencias gubernamentales necesitan crear sus propias fuerzas de seguridad civil armadas con balas de nariz hueca?”
Algunos pueden querer descartar esto como solo otra teoría de la conspiración, pero podríamos recordar las palabras del Senador Daniel Inouye en 1987,
“Existe un gobierno en la sombra con su propia Fuerza Aérea, su
propia Armada, su propio mecanismo de recaudación de fondos, y la
capacidad de perseguir sus propias ideas de interés nacional, libre de
todos los controles y equilibrios, y libre de la propia ley”.
Las amenazas a las libertades civiles van mucho más allá y son mucho
más amenazantes de lo que he relatado hasta ahora. Otro factor es la
avalancha de órdenes ejecutivas secretas que Obama firmó sin la
aprobación del Congreso, los observadores afirman que esas órdenes
violaron las leyes existentes y que por lo tanto eran ilegales, pero que
los poderes detrás de la Casa Blanca se consideraban por encima de toda
ley. Una de las más siniestras fue la Orden Ejecutiva 13603, que
concedió autorización para incautar la posesión de todos los recursos
posibles, incluidos los bienes y “todas las instalaciones de
almacenamiento de alimentos”. Un autor escribió que “Este edicto
extremista y maníaco está diseñado para forzar nuestra sumisión,
haciéndonos totalmente dependientes del gobierno del Gran Hermano o
enfrentarnos a lo evidente, hambre y exterminio”.
¿Qué podría haber instigado tal orden, a menos que el gobierno se
esté preparando para una guerra total contra el pueblo americano? ¿Qué
posible excusa, en tiempos de paz, tendría un gobierno “democrático”
para iniciar un programa para apoderarse de toda la “comida, agua e
instalaciones de almacenamiento de alimentos” de una nación? Si añadimos
esto a los campos de internamiento y a las balas, ¿qué conclusiones son
posibles?
Otra amenaza ominosa es que gran parte de las actividades ilegales de
recopilación de inteligencia de la NSA se transfirieron al Departamento
de Seguridad Nacional, la misma gente con los 800 campos de
internamiento y los 3.000 millones de balas. La razón aparente es que la
NSA puede recopilar información sobre disidentes políticos nacionales
pero no tiene poderes policiales para actuar sobre ellos, mientras que
el DHS tiene autoridad legislativa para reunir, arrestar y encarcelar a
cualquiera en sus listas de vigilancia. Al parecer, el DHS está creando
una “lista graduada” de esos objetivos así llamados “amenazas a la
seguridad”, y los que encabezan esa lista son evaluados de acuerdo a
cuán difundidas están sus opiniones anti-establishment, los seguidores
que parecen tener, y éstos serán los primeros en desaparecer en el
laberinto del internamiento. Esta nueva política da a la Seguridad
Nacional plena autoridad para aterrorizar efectivamente al pueblo
americano bajo la pretensión de controlar el terrorismo interno. Cuando
consideramos estos dos puntos, la Orden Ejecutiva 13603 y los nuevos
poderes otorgados al DHS, la única respuesta posible puede ser el miedo.
Por si todo esto no fuera suficiente, se reveló que el DHS tiene un
procedimiento secreto para el cierre instantáneo de todas las
comunicaciones privadas en América, incluyendo las redes de telefonía
móvil, un programa revelado accidentalmente cuando los funcionarios del
gobierno de San Francisco desactivaron todas las llamadas de telefonía
móvil durante una protesta pacífica a causa de otro hombre muerto a
tiros por la policía. La administración insistió en que tenía la
autoridad legal para controlar esas comunicaciones “en tiempos de crisis
nacional”, “con el fin de garantizar la seguridad pública”, pero
también ha dado al DHS el poder de “apoderarse” realmente de todas las
instalaciones de comunicaciones de propiedad privada para evitar que se
produzcan comunicaciones civiles. Algunas personas solicitaron a los
tribunales más información sobre estos nuevos procedimientos y
políticas, pero el DHS alegó que era “incapaz de localizar o identificar
cualquier registro” en relación con el asunto. No hay nada más que
decir, pero es difícil evitar la conclusión de que el gobierno de los
EE.UU. se está preparando rápidamente para la guerra contra su población
civil.
Con las revelaciones de la NSA por parte de Edward Snowdon, ya no hay
duda de que muchas agencias del gobierno de los EE.UU. han estado
monitorizando y reuniendo información sobre un gran número de conocidos
disidentes políticos americanos, esas agencias incluyen a la NSA, FBI, CIA, DHS, varios grupos militares y otros 70 o 80 de los llamados “centros de fusión público-privados” diseminados por todo el país. El ex director técnico de la NSA, William Binney, afirmó
en una entrevista que la NSA tenía una lista de entre 500.000 a un
millón de personas de los EE.UU. que eran vigiladas de cerca y cuyas
comunicaciones y datos personales eran registrados. Estos no son
terroristas en ningún sentido, sino potenciales líderes de la disensión
política y por lo tanto potenciales sospechosos en caso de disturbios
civiles.
También existe una base de datos denominada “Main Core”,
que contiene nombres de americanos que podrían considerarse
problemáticos y que, según fuentes bien informadas, contiene los nombres
e información de comunicación de más de ocho millones de americanos que
serían posibles sospechosos de activismo político, lo que incluiría a
“la oposición nacional a la invasión militar por parte de los Estados
Unidos en el extranjero”. Entre ellos figuran disidentes políticos,
activistas ambientales y de otro tipo, manifestantes políticos y
fiscales, abogados y profesores, editores y periodistas, y muchos más
que probablemente sean personas normales e inofensivas.
La base de datos contiene aparentemente todas las direcciones de
correo electrónico, todo el contenido de los correos electrónicos, todos
los números de teléfono de entrada y salida, además de la duración de
las llamadas, las cantidades y lugares de extracción de los cajeros
automáticos, todas las compras con tarjeta de crédito y mucho más.
Parece que este programa de vigilancia a disidentes se remonta a
principios de la década de 1980, la época de nuestra Gran
Transformación, cuando se reveló que Oliver North, operando desde un
sitio seguro de la Casa Blanca, había estado utilizando una base de
datos llamada PROMIS, que era parte del plan REX-84,
para rastrear a los disidentes y a potenciales alborotadores dentro de
los Estados Unidos. Esa base de datos estaba destinada a identificar y
localizar inmediatamente a los supuestos “enemigos del estado” en caso
de que estallaran disturbios civiles masivos. (21) (22)
La Revuelta de la Clase Media
A finales de 2008, un memorando interno filtrado por Tom Fitzpatrick,
el principal estratega técnico del Citibank, contenía predicciones
amenazantes para la sociedad civil americana después de la salvaje
crisis financiera. Escribió:
“El mundo no va a volver a la normalidad ‘después de la magnitud de lo que han hecho'”.
Fitzpatrick afirmó que la destrucción masiva de la clase media, el
drenaje de toda la riqueza de la población, y la creación de dinero QE
por la FED, provocaría un resurgimiento de la inflación o que los EE.UU.
cayesen en “la depresión, el desorden civil y posiblemente la guerra”.
Afirmó que con el paso de cada semana y de cada mes había un creciente
peligro que podría llevar a la inestabilidad política y a un riesgo de
disturbios internos, porque la gente estaba siendo cada vez más privada
de sus derechos y más empobrecida.
Para no sucumbir a la tentación de aceptar la crisis financiera de
2008 y la consiguiente pérdida de hogares como un accidente del destino,
sería prudente considerar estas citas de Montagu Norman,
Gobernador del Banco de Inglaterra, antes del crack de 1929,
dirigiéndose a la Asociación de Banqueros de los Estados Unidos, Nueva
York, Idaho Leader, 26 de agosto de 1924.
“El capital debe protegerse de todas las formas posibles, tanto por
combinación como por legislación. Las deudas deben ser cobradas, las
hipotecas ejecutadas lo más rápido posible. Cuando a través del proceso
de la ley, la gente común pierde sus casas, se volverán más dóciles y
más fácilmente gobernada por el brazo fuerte del gobierno aplicado por
un poder central de riqueza bajo líderes financieros. Estas verdades son
bien conocidas entre nuestros principales hombres, que ahora están
comprometidos en la formación de un imperialismo para gobernar el
mundo.”
Y sus pensamientos sobre la democracia:
“Dividiendo a los votantes con el sistema de partidos políticos,
podemos hacer que gasten sus energías en la lucha por cuestiones sin
importancia”. “Es así como, por medio de una acción discreta, podemos
asegurar para nosotros mismos lo que ha sido tan bien planeado y tan
exitosamente logrado.”
El gobierno de los EE.UU. ha desarrollado un creciente temor a su
propia clase media, muy despierta a las protestas y los levantamientos
de otras naciones, donde los gobiernos se han confabulado con los
banqueros internacionales y las grandes multinacionales para destripar a
sus clases medias y efectuar la misma transferencia de riqueza al 1% de
arriba, como ocurrió en América. La gente de muchas sociedades
occidentales se ha disgustado y amargado por la creciente evidencia de
que sus cacareadas democracias han sido usurpadas por los capitalistas
desenfrenados, creando situaciones intolerables en las que la gente es
sacrificada por la creciente riqueza de ese mismo 1% de arriba.
Al principio, el gobierno de los EE.UU. mostró cierto tipo de
satisfacción sombría y bastante censurable al ver la miseria de otras
naciones, donde la FED, el FMI y los banqueros internacionales habían
tenido éxito en sus objetivos de transferencia de riqueza, pero también
se dio cuenta de que la misma furia hirviente existía en América, y tal
vez mucho menos controlable.
Los ciudadanos americanos protestaban contra un gobierno que ya no
era democrático en ningún sentido, y que no quería ni podía reparar un
sistema desesperadamente corrupto e ineficiente. Finalmente se
despertaron en masa y se opusieron a la corrupción arraigada, a los
servicios públicos de mala calidad, a los altos impuestos, a la falta de
vivienda, al desempleo, al aumento de la inflación, al desarrollo de un
estado policial, y más. Es la rabia pública al darse cuenta de haber
sido traicionados por un gobierno “democrático” que convierte el
descontento civil en activismo político y revolución, y es esto lo que
se encuentra en el centro de la catalogación del FBI de la disidencia
política de los EE.UU. como “terrorismo interno”. Esta terminología es
importante porque los EE.UU., en toda su hipocresía con la democracia,
la libertad de expresión y la libertad de reunión, no pueden darla cara
al mundo con una supresión abierta y aparente de la disidencia política.
Por lo tanto, los ciudadanos americanos que protestan contra su
propio gobierno no pueden estar ejerciendo la libertad de expresión,
sino la anarquía y el terrorismo, justificando así el uso de la fuerza
mortal para controlar la disensión. Los poderes que controlan América no
tienen interés en los cuentos de hadas de la libertad. Están
interesados en la riqueza y el control, y la gente de cualquier país es
irrelevante, incluyendo la de los EE.UU..
Los americanos han experimentado de primera mano la destrucción de su
calidad de vida; ven claramente la desaparición de futuras
oportunidades para sus hijos, y reconocen mejor que la mayoría la
pérdida de su libertad de expresión que tanto han valorado. Y saben que
es precisamente la retractación de esa expresión lo que es necesario
para que su gobierno ya no democrático mantenga el control. Aquí es
donde sus insatisfacciones económicas y sociales se transforman en
activismo político -revolución, de hecho-, y es esta toma de conciencia
por parte de las autoridades la que ha dado lugar a los campos de
internado, a los miles de millones de balas compradas y a las órdenes de
“disparar a matar”.
Revolución – La Lucha de Clases
Enterrado en la letanía de problemas a los que se enfrentan los
EE.UU. hoy en día, está el hecho principal de que la nación está
comprometida en una brutal guerra de clases, una lucha por el poder de
clase en la que el 99% de los más pobres están perdiendo. Esta guerra
fue declarada a finales de los 70, cobró gran impulso en los 80 y 90, y
sigue acelerándose hacia su desesperada conclusión final. Hay pocos
signos en el horizonte que hagan esperar un cambio de dirección, y me
temo que pueda ser demasiado tarde.
Todavía hay poder en el propio pueblo, y de hecho, sin la cooperación
activa y la complicidad silenciosa del pueblo, nada del patológico
descenso a la desesperación habría sido posible. Probablemente la única
fuerza en América que pueda cambiar lo que está sucediendo es la fuerza
combinada del trabajo. Esto no es tan fácil hoy en día, ya que el
gobierno acabo con la mayoría de las organizaciones sindicales y ahora
hay poco o ningún liderazgo. La privación total de trabajo logró forzar
un nuevo contrato social en 1946 y puede que sea el único poder que
quede hoy en día, pero los tiempos han cambiado y las tácticas también
deben cambiar. Si todos los sindicatos renunciaran a sus servicios con
la plena cooperación de los trabajadores no organizados, el cambio
podría ser posible.
Pero siendo realistas, no hay esperanza de que una protesta tan
masiva pueda ser organizada, aunque sea la única manera posible de
llamar la atención de lo que quede de un gobierno con escrúpulos y que
fuerce la inversión de la marea. En cualquier caso, es poco probable que
tomar las calles produzca resultados agradables. Si la policía no tiene
suficientes cuerpos para golpear y arrestar a todos, el DHS tiene sus
campos de internamiento, sus 3.000 millones de balas, sus años de
práctica con objetivos humanos “sin vacilación”, y lo usará todo.
La única forma segura de que los americanos se pongan en huelga hoy
es quedarse en casa. Sobre este tema, un comentarista de Internet
escribió, “Simplemente no vayas a trabajar. No hay necesidad de hacer
piquetes en las calles para estar en huelga, y las fábricas y las
oficinas estarán igual de tranquilas y vacías, y los beneficios igual de
inexistentes. La policía no puede realizar visitas casa por casa para
golpear a los huelguistas uno por uno, y ningún ejército, ni siquiera el
DHS, es eficaz si trata de volar casas dispersas por todo el condado,
una por una. Los huelguistas probablemente estén a salvo si se quedan en
casa y cierran la puerta con llave”.
Otro escribió: “Otra táctica es que los americanos dejen de comprar.
No tienen el dinero de todos modos, y no necesitan toda esa basura
inútil. No compren nada que no necesiten, y retrasen incluso esas
compras el mayor tiempo posible, especialmente los artículos de gran
valor como coches y muebles. Si es posible, retrase cada compra por lo
menos un año. En la medida de lo posible, deje de conducir su coche.
Cancele su televisión por cable y lea un libro”. Su abuela le dio un
consejo hace 100 años que sigue siendo válido hoy en día: “Úsalo,
desgástalo. Hazlo. Hazlo sin ello”.
Un tercer comentarista dio este consejo: “Una cosa que puedes hacer
para llamar su atención es dejar de pagar tus cuentas. VISA y MasterCard
no pueden cancelar 800 millones de tarjetas de crédito al mismo tiempo,
y ningún banco puede procesar 100 millones de impagos de hipotecas.
Ningún sistema puede hacer frente a un impago masivo de deuda. Tú eres
su única fuente de dinero y puedes asegurarte de que no obtengan nada de
eso. Eso les despertará. Diles que empezarás a pagar cuando se acabe la
fiesta del impuesto de sociedades en el extranjero, cuando los altos
impuestos sobre la renta se restablezcan para los ricos, cuando los
banqueros individuales estén en prisión y cuando los trabajos perdidos
empiecen a volver. Esto no es infalible, pero es lo mejor que puedo
hacer.”
Y finalmente, un cartel más ambicioso ofreció estos comentarios: “Hoy en día, el Departamento de Estado de los EE.UU., la CIA y el FBI
se enorgullecen de su capacidad para utilizar Twitter y Facebook para
causar disturbios civiles, caos, violencia e incluso revoluciones, en
otros países. Puede que no se les haya ocurrido que las mismas
herramientas que usan contra todos los demás pueden ser usadas tan
fácilmente contra ellos. La CIA usó a Gene Sharp y a su Instituto Einstein para preparar los manuales de desobediencia civil de Otpor, que nuestro gobierno usó como la pólvora para destruir Yugoslavia,
y como patrón para una docena de otras “revoluciones de color” de las
que estaba tan orgulloso. Las copias están disponibles gratuitamente en
Internet.”
William Blum de nuevo, “Como he dicho antes, como no
veo que la revolución violenta tenga éxito en los Estados Unidos (algo
en el fondo me dice que no podríamos igualar el poder balístico del
gobierno, sin mencionar su maldad), no puedo ofrecer otra solución para
detener a la bestia imperial que esta: infórmese e informe a tantos
otros como pueda, elevando su conciencia política e ideológica,
proporcionándoles de hecho la munición y los argumentos necesarios para
influir en los demás, aumentando el número de los que están en la
oposición, hasta que aumente el precio político para los que están en el
poder, hasta que alcance una masa crítica, en cuyo momento… no puedo
predecir la forma que tomará la explosión o cuál podría ser el
detonante… pero tiene que tener fe. Y coraje.”
Reconstruyendo América
Esta es una lista modificada de las acciones que los americanos deben
tomar si quieren llevar a su país a la comunidad de naciones como un
miembro civilizado, en lugar de su actual status de matón genocida, y
comenzar a curar a la nación misma. Está compilada a partir de mis
propias notas con la inclusión de extractos de un discurso hecho por
Chris Hedges en la Universidad de Northeastern. (23)
Descarte el sistema político bipartidista existente como enfermo e
inútil, y forme un nuevo partido con una lista totalmente nueva de
legisladores no involucrados anteriormente en el gobierno. Sus primeras
tareas serían:
- Arrestar a todos los criminales de guerra en suelo americano. (Comenzar con ambos Bush, Cheney y Rumsfeld, Powell y Rice, ambos Clinton, Kissinger, Albright, y una larga lista de otros funcionarios de la Casa Blanca y del Congreso, bajo cargos de traición, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad.)
- Disolver el Sistema Bancario de la Reserva Federal y repudiar todas las deudas pendientes con la FED. El gobierno, de acuerdo con la ley y la constitución, emitirá su propia moneda a partir de este momento.
- Forzar la ruptura de todos los grandes bancos y eliminar la banca inter-estatal. Nacionalizar los llamados bancos de inversión como Goldman Sachs, confiscar sus activos y cerrarlos todos. Reintroducir las regulaciones del sector bancario como se hizo después de los años 30, para asegurar que no pueda volver a ocurrir una catástrofe, y sus violaciones castigadas con penas de prisión obligatorias. Prohibir el programa de comercio de acciones de los bancos. Forzar a los bancos a volver a las funciones bancarias simples para servir a la economía.
- Disolver la CIA y todos sus proyectos clandestinos cortando todos sus fondos. Confiscar todos los registros, archivos, ordenadores, datos de la CIA y hacer públicos los detalles. Castrar al FBI y a todos sus ejecutivos y oficiales. Arrestar a los planificadores y perpetradores de todas las operaciones de falsa bandera. Acabar con la NSA. Abandonar inmediatamente todo el espionaje doméstico a los ciudadanos americanos. Cortar todos los fondos, incautar todas las cuentas bancarias y confiscar todos los registros y documentos. Bombardear las instalaciones de almacenamiento de datos de Arizona hasta los escombros. Matar al Departamento de Seguridad Nacional y desmantelar y cerrar todos los campos de internamiento dentro de los EE.UU. continentales.
- Disolver la NED, USAID, la VOA y las más de 100 ONG subversivas que se utilizan hoy en día para desestabilizar los gobiernos y las sociedades de otras naciones. Retirar a todos los agentes de espionaje de la CIA de las embajadas y consulados extranjeros, que constituyen alrededor del 80% de todo el personal “diplomático” de los EE.UU en el extranjero. Designar a todas las fundaciones y think-tanks como enemigos extranjeros, y cerrarlos.
- Reducir el presupuesto militar en un 85% y cerrar todas las bases militares extranjeras. Traer a casa a todo el personal militar del extranjero y darles trabajos de vigilancia a los banqueros.
- Eliminar totalmente el sector privado de las infraestructuras y de los servicios sociales y confinarlo al comercio, donde pertenece. Hacer retroceder la desregulación y la privatización, reclamando que toda la infraestructura pública sea operada por el gobierno para el bien común. Especialmente acabar con el despreciable sistema de prisiones privadas, y liberar al más de un millón de personas que nunca deberían haber estado en prisión. Acabar con los movimientos hacia las prisiones de los deudores y con la confiscación civil antes de que ganen más impulso, y aprobar una dura legislación que haga a los policías responsables individualmente de sus crímenes.
- Comenzar inmediatamente la construcción de un sistema de hospitales y clínicas médicas de propiedad y gestión públicas, y garantizar que todos los ciudadanos tengan acceso a una atención sanitaria gratuita o fácilmente asequible. Eliminar todas las compañías de seguros del proceso de atención médica. Restablecer la financiación de la educación universal.
- Hacer que todos los lobbys sean ilegales, con penas de prisión automáticas por tráfico de influencias. Definir a los grupos de presión, como AIPAC, como organizaciones criminales y enemigos extranjeros hostiles, y tratarlos en consecuencia. Acabar con los SuperPacs y con las donaciones corporativas. Eliminar todas las contribuciones corporativas a las campañas electorales, y limitar las contribuciones individuales a un máximo de 1.000 dólares. Romper el corrupto control sionista del Congreso, Wall Street, los medios de comunicación, el Banco Mundial y el FMI. Terminar con su globalización y con cualquier referencia a un Nuevo Orden Mundial. Eliminar inmediatamente toda financiación y apoyo financiero a Israel.
- Eliminar la inmunidad legal de las élites. Hacer ilegal el pago de multas corporativas por delitos personales. Poner a la gente en prisión. Imponer un impuesto sobre la renta del 85% a todos los beneficios corporativos que tengan fuera del país multinacionales con sede en EE.UU. Reinstaurar los impuestos a los ricos y a los muy ricos. Eliminar las exenciones de impuestos personales sobre las ganancias de capital e instituir un impuesto del 85% sobre todos los ingresos de más de 500.000 dólares al año.
- El monopolio de los medios de comunicación debe romperse forzando la descentralización y empujando la propiedad una vez más a miles de empresas individuales propiedad de partes totalmente ajenas. El actual control de los medios de comunicación debe ser desmantelado por la propaganda de los sionistas y por la agenda política del Estado Oculto. Forzar la desintegración de todos los holding de los medios de comunicación y la amplia dispersión de todos los medios, restringiendo la propiedad a un solo periódico o estación de televisión por mercado. Prohibir el periodismo de opinión y hacer que las noticias falsas sean castigadas con la flagelación pública.
- Eliminar los alimentos genéticamente modificados, o al menos legislar la información completa en las etiquetas de los alimentos. Eliminar las granjas industriales; instituir una amplia vigilancia y duras sanciones por violaciones en los productos químicos alimentarios.
- Usar el dinero recaudado por los ricos, los banqueros y la FED para empezar a reparar la deteriorada infraestructura de América antes de que colapsen más presas y más puentes.
- Cerrar todas las prisiones de tortura. Cerrar Guantánamo, Diego García, Abu Ghraib y todas las demás prisiones de tortura, y exigir un recuento de todos los barcos prisión y de su carga humana. Cerrar la Escuela de las Américas y destruir todos sus manuales de tortura.
- Abatir al Presidente de los EE.UU., a la Presidencia y a la Casa Blanca, y devolver todo el poder al Congreso, porque es la concentración de poder en la oficina del Presidente lo que ha permitido el total control extranjero de todas las partes vitales del gobierno de los EE.UU.
- Eliminar todas las sanciones promovidas por los EE.UU. contra otras naciones, especialmente contra China, Rusia, Siria e Irán. Poner fin a la ocupación ilegal de Hawai, Puerto Rico, Afganistán, Irak y Libia. Salir de Ucrania. Desmantelar inmediatamente toda interferencia organizada en los asuntos internos y en las elecciones de otras naciones. Reembolsar los 100.000 millones de dólares de oro iraquí y el efectivo incautado, y la cantidad similar a Libia.
Larry Romanoff, 4 de junio de 2020
*
Fuente (titulo original: La Próxima Revolución Americana? Disturbios Civiles Previstos)
Republicado por Red Internacional
*
Notas
(1) Rex 84: Plan de la FEMA para la Ley Marcial en América
(2) Rex 84 – Su campo de internamiento le espera
(3) Campos de concentración en los Estados Unidos: la FEMA y el REX 84
(6) La Guardia Nacional del Ejército anuncia “Especialistas en Internamiento”
(7) Video: Conviértase en un especialista en internamiento y reasentamiento en campos de la FEMA
(8) http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2008/11/30/AR2008113002217_2.html?hpid=topnews
(9) El Pentágono planea mantener 20.000 tropas dentro de EE.UU. para reforzar la seguridad interna.
(10) Washington Post: Serán desplegadas 20.000 tropas más de los EE.UU.
(11) FM 3-39.40 INTERNAMIENTO Y REASENTAMIENTO
(12) FM 3-39.40 OPERACIONES DE INTERNAMIENTO Y REASENTAMIENTO
(13) https://www.infowars.com/yes-the-re-education-camp-manual-does-apply-domestically-to-u-s-citizens/
(14) ¿Por qué los burócratas federales están comprando armas y
municiones? 158 millones de dólares gastados por agencias no militares
(15) 24 Jun, 2016; Las agencias federales no militares tienen más
autoridad en armas de fuego que todo el Cuerpo de Marines de los EE.UU.
(17) El grupo de guerra asimétrica construyó una ciudad falsa en Virginia
(18) El ejército de los EE.UU. construye una ciudad falsa para disparar durante los entrenamientos
(20) Las operaciones de desinformación del Pentágono se dirigen a la prensa y al público
(21) Núcleo principal – Wikipedia