Si va preso, Jaime amenaza convertir al Eternauta en “apenas un delincuente”

En el juicio oral que se tramita por la tragedia de Once, el ex
Secretario de Transporte de Néstor Kirchner y Cristina Fernández declaró
que siempre siguió la órdenes de aquellos dos. De ese modo le envió un
mensaje al poder en el sentido de que estaba dispuesto a hablar si lo
metían preso. Hace tiempo que Jaime viene amenazando con enchastrar la
imagen del ex presidente y que va a demostrar que Cristina sabía que se
cobraban retornos en los transportes. En efecto, en el día de ayer,
Diego Cabot, joven periodista del matutino La Nación informó
que el Subsecretario de Transporte actual Gerardo Otero, ex ministro de
economía de la provincia de Buenos Aires, que ahora actúa junto al
ministro Florencio Randazzo, descubrió, al contabilizar las tarjetas
SUBE, que las empresas de colectivos declaran un número mayor de
pasajeros en relación al real para cobrar más subsidios al gas oil. La
diferencia sería de 60 millones de pesos mensuales al valor de hoy, o
sea, de cerca de 700 millones de pesos anuales, que se vendrían cobrando
durante estos once años. Aunque claro está que entre el 2003 y 2005 la
cifra era menor. A partir de ahí creció esa diferencia que manejaba en
su momento Ricardo Jaime con el recaudador Claudio Cirigliano, dueño de
los colectivos Plaza y otras líneas, que recaudaba de todas las líneas
de colectivos y le llevaba varias valijas mensuales a Ricardo Jaime,
quien se quedaba con un tercio del retorno y los otros dos tercios se
los llevaba a Néstor Kirchner, a quien visitaba todos los días en la
Casa Rosada o en la residencia de Olivos.
Con olor a desesperación
Así las cosas, si desde 2005 hasta hoy son ocho años seguidos de 700
millones anuales, que significarían a la fecha 5.600 millones de pesos.
Pero Jaime retuvo su cargo hasta fin del 2010 y luego fue sucedido por
Juan Pablo Schiavi hasta febrero del 2012, cuando ocurrió la tragedia de
Once. Poco tiempo después renunció pero Claudio Cirigliano, que ahora
está con prisión domiciliaria siguió adelante con la misma operatoria.
Al poco tiempo, el santafesino Alejandro Ramos, nuevo Secretario de
Transporte, habría supervisado que un ejecutivo de Automotores Plaza
siguiera llevándole las valijas a Julio de Vido, quien no se reportaba
últimamente a la presidente y menos a Carlos Zannini, su eterno enemigo.
Daniel Millaci, presidente de la Cámara Empresaria de Autotransporte de
Pasajeros (CEAP), quien discrepó totalmente con lo descubierto por
Otero, es un hombre estrechamente vinculado a los Cirigliano. De ahí que
se suponga que primero Jaime y luego de su renuncia de Vido son los que
recibían los retornos, porque seríamos muy ingenuos si pensáramos que
los Cirigliano, quienes recaudaban todo lo obtenido en el área de
Capital y Conurbano, se quedaban con esos 600 ó 700 millones de más que
se otorgaban por el subsidio del gas oil. Así es que los colectiveros se
quedaban con un tercio de esa suma y devolvían dos tercios, primero a
Jaime y luego a De Vido. Hasta ayer, con la nota de Diego Cabot (que
tendría su fuente en el Subsecretario Otero con el OK del ministro
Randazzo), se puede deducir que cuando Jaime dijo que recibía órdenes
directas de Néstor y Cristina suponemos que quiso decir a dónde iban a
parar los subsidios de más que se cobraban sobre el gas oil. Jaime puede
convertir entonces la imagen del ex presidente, también bautizado por
La Cámpora como “El Eternauta”, en el protagonista de la película del
conocido actor argentino ya fallecido Jorge Salcedo, “Apenas un
delincuente”.