Pidiendo una mano a Soros
Cristina reclutó a su mejor
aliado en la cruzada contra los fondos buitre
La mandataria se reunió con
George Soros, uno de los empresarios más importantes del mundo. Qué
se esconde detrás de la sonrisa ante las cámaras.
En medio
del conflicto con los buitres, Cristina se reunió con Soros.
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| Foto: Télam
La
presidenta Cristina Fernández de Kirchner encaró una verdadera guerra
política, económica y simbólica contra los bonistas no reestructurados,
encabezados por Paul Singer, que llevaron a la Argentina a un nuevo
default selectivo. Y en medio del campo de batalla, en
un viaje estratégico al corazón financiero de Estados Unidos, la mandataria
encontró, quizás, a su soldado más valioso.
Se trata
del multimillonario George Soros, conocido
como "el hombre que quebró el Banco de Londres". Es que el
magnate se hizo conocido a nivel internacional por poner en jaque la
libra esterlina el 16 de septiembre de 1992 y por la consiguiente quiebra
del Banco de Inglaterra.
Luego,
logró matizar su perfil: combinó sus agresivas inversiones en el mercado con
obras de beneficencia a nivel global. Soros ocupó en 2013 el
puesto 19 en la lista de los hombres más ricos del mundo, elaborado por la
revista Forbes. Y el 30 en la de los megamillonarios de Estados
Unidos con una fortuna que dicha publicación estimó en 20 mil millones
de dólares.
Así como
el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner supo mantener peleas
con importantes empresarios a nivel mundial, por perjudicarlos en distintos
negocios, también supo construir afinidades con otros del mismo calibre.
Tal es así que a Soros, tan agresivo en sus inversiones y operaciones
económicas como Singer, es mencionado por Argentina como "el buitre
bueno".
Demás
está decir que su afinidad con la administración
kirchnerista trasciende las sonrisas para las fotos: su principal
grupo accionario, Soros
Fund Management LLC, posee el 3,5 por ciento de YPF, por un valor de 450
millones de dólares, lo que lo convierte en el mayor inversor privado de la
petrolera. Detrás de los flashes, y los eventos protocolares, están las
cuentas bancarias.
Además,
tiene negocios conjuntos con IRSA, una de las corporaciones inmobiliarias más
grandes del país que tiene muy buena relación con el gobierno nacional y
de la Ciudad de Buenos Aires. Más aún, Soros es uno de los grandes tenedores de
deuda argentina que sí entraron al canje. En
septiembre de 2012, el empresario se reunió con la presidenta Cristina
Fernández de Kirchner durante su gira por Nueva York.
No
obstante, nada es tan simbólico como el encuentro que ambos mantuvieron
durante la tarde/noche del lunes en Nueva York: Cristina le envío
una valiosa postal a los fondos buitre que litigaron ante el
juez Thomas Griesa.
Es, sobre
todo, un gesto de respaldo de un sector importante del empresariado
norteamericano ante la drástica decisión adoptada por el Ejecutivo de redoblar
la apuesta y cambiar la jurisdicción de pago a los bonistas en lugar
de cumplir el fallo.
Sin embargo, la palmada en el brazo que Soros le dio a la Presidenta
durante este conflicto llegó el mes pasado, cuando el magnate puso en marcha
todo su poder de lobby y reunió un importante cúpula de empresarios (Hayman
Capital Management
LP, de Kyle Bass; Knighthead Capital Management LLC y RGY Investments LLC) para
demandar al Bank of New York Mellon, en el Reino Unido, por no cumplir con
el pago de los vencimientos de intereses de deuda argentina.