Aborto: una promesa rota, 450.000 vidas rotas, ¿y cuántos carnets del PP rotos?
Hoy Rajoy ha confirmado su traición a la promesa electoral de cambiar la regulación del aborto para “reforzar la protección del derecho a la vida”. Si tomamos como referencia la cifra oficial de abortos en 2012 y el Gobierno agota la legislatura, cuando termine su mandato Rajoy habrá sido responsable de la eliminación de unos 450.000 niños y niñas por nacer.
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Aborto: diputados y senadores del PP acusan al Gobierno de “engaño” y “traición” al electorado
Traicionar a los votantes sólo tiene una salida legítima para el Gobierno de Rajoy: la dimisión
Una traición a los votantes, a los niños por nacer… y al propio PP
Rajoy ganó las Elecciones Generales de 2011 por mayoría absoluta llevando esa promesa en su programa.
El PSOE impuso la actual Ley del Aborto en 2010 sin consensuarla con el
PP, con una gran oposición en las calles, saltándose la jurisprudencia
del Tribunal Constitucional y sin haberla incluido en su programa
electoral para las Elecciones Generales de 2008, que ganó por mayoría
simple. El PP, que recurrió esta ley por considerarla
inconstitucional, pero hoy la asume y sólo le aplicará un par de
retoques cosméticos. El día que presentó dicho recurso, el PP afirmó que el contenido de esa ley es “contrario al derecho a la vida tal y como lo ha interpretado el Tribunal Constitucional desde sus comienzos”.
Con su anuncio de hoy, Rajoy incumple su deber como gobernante de dar
protección al más básico de los derechos humanos y de salvaguardar un
derecho fundamental que ampara nuestra Constitución. Hoy Mariano
Rajoy ha puesto por encima de todo -de los derechos humanos, de la
Constitución e incluso de su compromiso electoral- un imposible consenso
con la misma izquierda que cometió ese atropello, un atropello perpetrado sin consenso alguno y contra los más inocentes e indefensos.
Rajoy debería convocar elecciones de inmediato
Llegado a este punto tengo que recordar que un gobernante no legitima
su poder en el mero hecho de haber ganado unas elecciones con el apoyo
de la mayoría. Lo primero que se debe exigir a un gobernante es
el respeto por los derechos humanos, especialmente si ha prometido
reforzar su protección. Que Rajoy incumpla su deber de proteger
esos derechos y, además, lo haga traicionando una promesa electoral, no
sólo le hace responsable de las cientos de miles de muertes por aborto
provocado bajo su mandato. Con su felonía de hoy, Rajoy ha
perdido toda legitimidad moral para seguir gobernando. Si aún le quedase
una pizca de honradez, convocaría elecciones de inmediato y renunciaría
a presentarse a la reelección. Por supuesto, no espero ni
siquiera esa pizca de honradez de quien tras incumplir una promesa tras
otra, tras olvidar sus promesas de regeneración mientras encabeza como
lo hace un partido salpicado hasta la coronilla por la corrupción,
además traiciona de forma tan clara y desvergonzada una promesa de
proteger el derecho a vivir de los más débiles e indefensos.
Los dirigentes y afiliados providas del PP, ante una encrucijada
Como ya habréis adivinado por el título de esta entrada, lo que me estoy preguntando ahora es: ¿qué harán los afiliados del PP que se sienten comprometidos con la causa de la vida? Alguno de ellos ya ha anunciado que no abandona el PP.
En el momento de escribir estas líneas, lo más parecido a una salida
del PP la ha anunciado el Ministro de Justicia, promotor de la reforma
que Rajoy ha dejado aparcada. Gallardón ha anunciado que dimite y abandona la política, renunciando a su escaño y a todos sus cargos en el PP. Se
me ocurren pocos motivos tan poderosos como el anuncio hecho hoy por
Rajoy para que alguien que se dice provida rompa el carnet del PP y
abandone el partido. ¿Veremos a más diputados, senadores y
otros cargos electos del PP dar ese paso? ¿Cuántos militantes se
decidirán a abandonar el cómodo abrigo del partido para unirse a los que
defendemos la causa de la vida desde la intemperie? A día de hoy parece del todo irrealizable el propósito de algunos por cambiar el PP desde dentro.
¿Esperarán a la derrota electoral de Rajoy para intentar consumar ese
cambio? Y mientras ese cambio no llega, ¿esos miembros del PP nos
volverán a pedir el voto para un partido que ha incumplido el grueso de
su programa, a pesar de tener una cómoda mayoría absoluta? Rajoy ha
dejado hoy a esos afiliados del PP en una encrucijada. Seguir en
el partido sin hacer ruido, o limitando las críticas a un par de
tuiteos, ¿de qué les va a servir, además de para conservar el cargo?
