viernes, 27 de febrero de 2015

Las imprudencias de Francisco, un papa falible

Las imprudencias de Francisco, un papa falible
Kelly Velasquez

Las recientes imprudencias del papa Francisco, que esta semana causaron un "choque diplomático" con México, demuestran que el pontífice dejó de ser "infalible" y comete errores como todo humano.
En dos años de pontificado ningún país se había visto obligado a enviar una nota de protesta oficial al Vaticano por las declaraciones del papa como acaba de ocurrir con México.
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Indignados por la invitación de Francisco a su compatriota y amigo Gustavo Vera de trabajar para evitar "la mexicanización" de Argentina ante el aumento del tráfico de droga, las autoridades mexicanas pidieron explicaciones pese a que los comentarios fueron escritos en un correo electrónico privado.
"Con la expresión evitar la mexicanización, el Papa no pretendía en ningún modo herir los sentimientos del pueblo mexicano, por el cual nutre un especial afecto y menos aún minusvalorar el compromiso del Gobierno en la lucha contra el narcotráfico", puntualizó la Santa Sede en una nota de respuesta.
"Como es sabido, la expresión evitar la mexicanización, fue utilizada por el Papa en un email de carácter estrictamente privado e informal, en respuesta a un amigo argentino muy comprometido en la lucha contra la droga, el cual había usado dicha frase", aclaró en el comunicado el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi.
En el email, el Papa "no pretendía más que destacar la gravedad del fenómeno del narcotráfico que aflige a México y otros países de Latinoamérica", explicó Lombardi. "Se trata de un fenómeno, como otros en Latinoamérica, por los cuales en varias ocasiones, también en los encuentros con los Obispos, el Santo Padre ha llamado la atención sobre la necesidad de adoptar a todos los niveles políticas de cooperación y concertación", agregó.
Existen muy pocos antecedentes de casos en que el Vaticano ha tenido que dar explicaciones oficiales.
Con tono de broma, un editorialista habló de "la argentinización del Vaticano", debido a su estilo poco acartonado y su forma "desordenada" para comunicar sus ideas, cartas o llamadas telefónicas.
Hace algunos meses el docente de Doctrinas Teológicas de la Universidad de Padua, Vito Mancuso, comentó sobre el estilo "peronista" de Francisco, al referirse al presidente Juan Domingo Perón. "Es su lado débil", dijo, en referencia a la demagogia y el culto a la personalidad que generó el caudillo político.
El lenguaje directo y estilo espontáneo del Papa le han costado varias críticas, seguida de aclaraciones.
Una de ellas fue en enero cuando habló sin tapujos de "dar un puñetazo si insultan a mi madre" al criticar el hecho de que la libertad de expresión supere los límites que impone el respeto a las demás religiones.
El Papa hizo ese comentario a los periodistas del vuelo papal sobre los atentados en Francia contra la revista satírica Charlie Hebdo.
Entendida por algunos como una modificación del precepto evangélico de no reaccionar con la violencia, e inclusive de mostrar la otra mejilla, el mismo Francisco aclaró sucesivamente el real sentido de las palabras, de optar por la prudencia.
Otra expresión muy franca, como confesar a la prensa las ganas de "dar una patada en donde no pega el sol" cuando intentaron corromperlo dos funcionarios cuando era arzobispo de Buenos Aires, también generó desconcierto. Pero seguramente lo que más ha irritado a los católicos fue cuando los instó a "no reproducirse como conejos", lo que para muchos resultó un cambio de visión histórico, una suerte de apertura a la contracepción, algo que por ahora no es previsible.