FRANCISCO, CABEZA DE UNA ORGANIZACIÓN FILANTRÓPICA
¿Qué es la Iglesia para Francisco? ¿Una institución divina o una organización filantrópica defensora de los derechos humanos?
“La
paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo” (Jn
14, 7), dice Jesucristo. Por eso la Iglesia Católica nunca quiso ser
considerada una institución filantrópica que agrada a los hombres de
todas las épocas, independientemente de las costumbres y prácticas
morales de los pueblos.
La
paz que la Iglesia da al mundo es la paz de Cristo, y por fidelidad a
los principios cristianos los católicos no temen ir en contra de las
opiniones de su tiempo. La necesidad de contradecir convicciones
mundanas hace que el cristiano viva lo que Cristo también anunció: “No
penséis que he venido a la tierra a sembrar paz: no he venido a sembrar
paz, sino espada” (Mt 10, 34).
La
Iglesia no cambia ni siquiera una coma de las enseñanzas de Cristo, y
esto por fidelidad a Él y a su santas leyes, no por causa de la
concepción moderna de la dignidad humana. En caso contrario, cambiaría
la posición de la Iglesia según la concepción de dignidad humana de cada
época.
Un
ejemplo dramático: el mundo predica la dignidad de la mujer por encima
de la vida de su hijo… frente a esto la Iglesia no sólo declara: “El
dueño de la vida y de la muerte es Dios”, sino que sanciona con la
excomunión a la madre que practicó el aborto. Esto, porque la Iglesia no
basa su moral en cuestiones de “bien común”, sino en conformidad con
los mandamientos de Dios, y en el caso mencionado no se analiza la
moralidad del acto según el “trauma de la madre” sino según el
mandamiento “no matarás”. Podríamos multiplicar los ejemplos.
El
objetivo de la Iglesia es la salvación de las almas y la implantación
del Reino de Cristo en el mundo. Y cuanto más la Iglesia logra implantar
el Reino de Cristo en la tierra, más se establece la verdadera paz y la
dignidad del hombre es respectada. La paz y dignidad, recordamos, según
los patrones evangélicos y no los del mundo secularizado en que
vivimos.
La
preocupación de ser reconocida como una institución fiable delante de
la opinión pública en lo que respecta al ámbito de la solidaridad y de
la preocupación por los más necesitados es propio de una ONG, y no de
una institución divina.
Una
vez más, Francisco parecer querer desfigurar la imagen de la Esposa
Inmaculada de Cristo y transformarla en una figura laica, empequeñecida y
despojada de su esencia sobrenatural. ¿Se puede confiar en las
intenciones de alguien que disminuye con sus palabras la figura de la
Iglesia? ¿Es posible creer en un líder que rebaja la propia institución
que dice estar guiando? Y todavía hay ciegos que no quieren ver…
Recordemos, por lo tanto, los objetivos sobrenaturales que motivan la acción evangelizadora de la Iglesia. Entra aquí→