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- Categoría: INVESTIGACIONES
- Publicado: 19 Julio 2016
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Tirar el hilo de la historia del
convento de las hermanas orantes y penitentes de General Rodríguez no
hace más que llevarnos por lugares sorprendentes, algunos sólo por su
anécdota, otros por la sorpresa que causa ahora la negativa de la
iglesia sobre la condición del convento y de las monjas.
Como dijimos en nuestra nota anterior,
por testimonios de muchos vecinos, comerciantes, agropecuarios, amas de
casa, maestras contemporáneas a la época, gente de más de 70 años, que
no quiere exponerse, supimos que Celia Inés Aparicio tuvo un pasado en
la agrupación Tupamaros del vecino país, Uruguay. No ha sido este un
dato condenatorio sino solo un agregado de color a una trama llena de
interrogantes.
Sólo una persona puso en duda nuestra
afirmación, en un medio local de la ciudad de Salto, que se dio a
conocer como el sobrino de un sacerdote muerto en 2012, que conocía a
Inés de toda la vida, este sacerdote era el padre José Karaman, unos de
los fundadores del Movimiento de Sacerdotes Tercermundistas, fundado a
mediados de los 60.
Su familia guarda silencio y es un
silencio que podremos explicar en una próxima nota. Sí podemos decir que
Inés es la hija, junto a otras dos mujeres, del zapatero del pueblo.
Signada por la tragedia, una de sus hermanas acabó sus días en
internación psiquiátrica, y una de las hijas de su otra hermana falleció
junto a su marido y dos de sus tres hijos en un accidente
automovilístico.
Nadie duda, salvo por los últimos dichos
de Monseñor Casaretto, de que Inés haya sido monja, al menos desde hace
mas de 25 años, cuando se la solía ver con su habito de visita a su
sobrino, Néstor Ricardo Giraldez, por la ciudad.
En Salto, provincia de Buenos Aires, hubo dos mujeres que se unieron a la agrupación Tupamaros,
lo que ha generado algunas confusiones, una es la hermana del actual
intendente, Ricardo Allesandro, apodado “el cura” por su paso por un
seminario que no terminó. Su hermana monja Dominica militante de la
Democracia Cristiana partió a Uruguay donde tuvo una participación
activa en Tupamaros, fue detenida y logro exiliarse primero en Francia y
luego en Italia. En el regreso de la democracia fue repatriada junto a
otros exiliados por el Canciller Dante Caputo, se radicó en La Plata y
llegó a decana de la Facultad de Trabajo Social. Fue contemporánea y
compañera de Mujica, asistió a su asunción como Presidente de la
Republica Oriental del Uruguay. Historia contada por el mismo intendente
actual del FPV, y publicada en un medio local de Salto.
Recordemos que el uno por ciento de los
casi mil detenidos de Tupamaros durante la dictadura en Uruguay eran
religiosos, entre los que hubo argentinos, como la Negra Allesandro, de
quien no pudimos conocer su nombre.
Inés se hizo monja cuando volvió de
Uruguay, ella participó como una laica en tareas de logística e
inteligencia, de manera voluntaria y no como parte de primeras o
segundas filas regulares.
Hasta aquí una parte de la historia.
A principio de los ochenta, su amiga de
apellido Verges, que habló con Periodismo y Punto, así lo cree, tomó los
hábitos, ya con casi 50 años. Dice haber hablado con ella por última
vez este verano, y que Inés se encontraba haciendo vida de monja en
Lujan.
En 1984 fue vista junto a Monseñor Di
Monte con hábito, en la Iglesia Catedral de Avellaneda, Diócesis de
Avellaneda-Lujan. Lugar donde el Monseñor oficiaba misa y donde solían
asistir miembros de la entonces, reciente dictadura como el último
presidente de facto Reynaldo Bignone, a quien presento como su amigo
personal. Allí estaba con la Madre Alba Martínez y una monja más.
Las excentricidades de Di Monte
son conocidas por la iglesia desde hace más de treinta años, desconocer,
el Monasterio de Nuestra Señora de Fátima de General Rodríguez que fue
fundado en 1986, inscripto en el registro de vida consagrada, lo que
indica que, para el Estado Argentino son monjas, para la Iglesia no, es
bastante absurdo.
Entonces, surge la pregunta, ¿nadie
controló en todos estos años que ese convento realizara obras y tareas
acordes al cartel que durante esos mismos años tuvo en la puerta?. ¿La
Iglesia se entera ahora?. Es Algo que solo pueden responder ellos.
Es al menos llamativo que después de más
de un mes del episodio de López en ese convento encontremos hechos que
se remontan a décadas, y la Iglesia, una institución que se supone
ordenada, documentada y jerárquica, no haya explicado de manera
contundente que responsabilidad tienen los actores consagrados.
En esta campaña por decir y que se
grabe, que el convento no es tal y las monjas no son monjas, cabe
agregar que en el año 2009 la Iglesia Católica Argentina publica en su
página AICA:
General Rodríguez (Buenos Aires), 15 May. 09 (AICA)
La familia misionera Fundada por
Monseñor Rubén Di Monte, fundador de la Familia Misionera de Nuestra
Señora de Fátima, junto a la Madre Alba Martínez, nombran autoridades
para las distintas zonas, que se conforman por:
Sacerdotes diocesanos, Hermanas
Religiosas de vida activa (con sede en Luján), Monjas Orantes y
Penitentes (Gral. Rodríguez), Laicos de consagración especial, hombres y
mujeres y Cooperadores Misioneros, aspirantes y tercera edad, con sus
respectivas constituciones, distribuidos en 10 zonas:
“A” Avellaneda, “B” Uruguay, “C” Luján,
“D” San Luis, “E” La Pampa, “F” Salta, “G” Quilmes, “H” Lomas de Zamora,
“I” CABA,”J” Alem-Junín”.
Otra publicación de la misma página de
la Iglesia Católica Argentina, informa sobre la distinción pontificia
recibida por la Reverenda Madre Alba Martínez de parte del Papa
Benedicto XVI:
AICA 7 de Diciembre de 2010
“El Santo Padre Benedicto XVI concedió
la distinción de la “Cruz por la Iglesia y el Pontífice” a la fundadora
de la Familia Misionera de Nuestra Señora del Rosario de Fátima,
reverenda madre Alba María Martínez. La religiosa recibirá esta
distinción el próximo sábado 11 de diciembre a las 11, en el Monasterio
de Monjas Orantes y Penitentes de Nuestra Señora del Rosario de Fátima,
en la localidad de General Rodríguez, en el marco de la Convivencia
anual de cierre de las actividades del año 2010 de la Familia Misionera.
El arzobispo emérito de Mercedes-Luján, monseñor Rubén Héctor Di Monte,
explicó que se trata de una distinción que se concede a los religiosos,
varones y mujeres, que por el voto de pobreza no pueden recibir
títulos. “
Esta publicación fue reconocida como
legitima, que la emite la Iglesia Católica por el periodista
especializado Sergio Rubín, esto es, no son publicaciones falsas.
La Iglesia desconoce ahora estas
cuestiones, hasta con liviandad. Si se puede hacer una comparación con
otra institución, podríamos elegir una militar, por la verticalidad,
para premiar uno de sus miembros, mínimamente, el Jefe pediría su
legajo, donde constataría su conducta, su condición de militar y grado o
rango.
En otro orden de cosas, en 2011 se hizo
oficialmente la presentación del Fatimóvil, vehículo con que se recorre
el país y Uruguay, donde suele ir la Hermana Inés, y esto publicaba el
municipio de General Rodríguez en su página oficial:
“Un moderno vehículo que trasladará la
imagen de nuestra Señora del Rosario de Fátima por todo el país, fue
presentado oficialmente el sábado 15 de octubre en el Monasterio de
General Rodríguez, con la presencia del intendente municipal, Juan Pablo
Anghileri; el ministro de Desarrollo Social de la Provincia, Baldomero
Álvarez de Olivera; el secretario de Obras Públicas de la Nación, Ing.
José López; el Obispo, Monseñor Rubén Di Monte; el Cura Párroco de
Nuestra Señora del Carmen, Andrés Rogowicz y la Madre Superiora, Alba
Martínez e invitados especiales”.
Municipalidad de General Rodríguez 19 de Octubre de 2011.
Por último, según la red social Facebook
de la Familia Misionera de Nuestra Señora del Rosario de Fátima,
publica el día de la muerte del Obispo Emérito Rubén Di Monte, en abril
de 2016, que ellos han comunicado oficialmente del deceso al Santo
Padre.
Según el Derecho Canónico, los Obispos
gobiernan eclesiásticamente una porción de territorio de la iglesia,
tienen atribuciones propias, dependen directamente del Sumo Pontífice y
este puede limitar sus atribuciones pero nunca eliminarlas. El obispo
posee los poderes del orden y la jurisdicción. El poder del orden le
viene a través de la consagración episcopal, pero el ejercicio de este
derecho depende de su poder de jurisdicción. La ordenación sacerdotal
realizada por cada obispo debidamente consagrado es indudablemente
válida. Los Institutos de vida consagrada son sociedades eclesiásticas
erigidas, aprobadas y competentemente organizadas por la Iglesia a
través de una adecuada legislación general y particular -573-746- del
Código de Derecho Canónico. Un vocero sin nombre de la iglesia informó
que esta hará una auditoria de una convento que según sus propios
representantes no es tal, donde hay unas monjas, de las que se han
empeñado en decir, los obispos y sus voceros, que no los son.
Necesitamos verdades, los católicos
necesitan algo más, que saber de las actividades extra conventuales de
General Rodríguez vinculadas a la corrupción. Nadie puede hacerse el
distraído en esta historia.
Alicia Panero.