Roma aclara que no hay sanción vaticana contra el biblista y sacerdote padre Ariel Álvarez Valdés
Sin comentarios de mi parte, ofrezco aquí dos cosas:
1) Un video donde el P. Álvarez Valdés expone sus posturas.
2) Un texto del diario marxista argentino, “Página 12”, en el cual se le hace una entrevista. Sólo digo una cosa a favor de este sacerdote: que, como él mismo
afirma, él se anima a decir verdades que hoy por hoy se enseñan en
muchas universidades católicas, a saber, que la Virgen no fue virgen, que Adán y Eva nunca existieron, que el diluvio universal es un mito, que el hombre viene del mono, que no existen las posesiones, que los estigmas son producción de enfermedades mentales (¡pobre Padre Pío!), etc., etc… Fue el Papa Francisco quien, hace apenas dos días, de puño y letra, aclaró que no existe sanción alguna de parte de Roma para
este sacerdote que había pedido dejar el ministerio “para poder seguir
enseñando la verdad”. Al parecer el proceso, sí supervisado por Roma,
está en manos del obispo local.
Esperamos contra toda esperanza, que
este sacerdote se retracte de una vez y comience a enseñar las verdades
de la Iglesia.
Que no te la cuenten…P. Javier Olivera Ravasi
“Gracias a Dios, nunca viví de la Iglesia”
Para poder enseñar la Biblia libremente,
renuncio a la Iglesia Católica”, resumió Ariel Alvarez Valdés. El ahora
ex sacerdote, teólogo de prestigio internacional, venía protagonizando
una controversia con el Vaticano y particularmente con el obispo de
Santiago del Estero, Francisco Polti. El conflicto se estancó alrededor
de una cuestión puntual: la narración bíblica sobre Adán y Eva, ¿debe
considerarse una verdad histórica o un relato metafórico, como tal
compatible con la versión científica sobre los orígenes del hombre?
Alvarez Valdés no aceptó retractarse de esta última posición y prefirió
abandonar la institución que le había prohibido dar clases y publicar
libros. En diálogo con Página/12, además de detallar la historia que lo
llevó a dejar la Iglesia, el teólogo precisó algunas de sus
formulaciones sobre la Biblia: explicó por qué la virginidad de María
debe entenderse “no necesariamente como un hecho físico, sino como la
fidelidad al marido”; por qué “las apariciones de la Virgen no se
producen en el mundo exterior sino en la retina de quien tiene la
visión”, y por qué “Jesús nos hubiera salvado aunque no hubiera muerto
en la cruz, sino viejito en su cama: nos salva a través del amor, y no
del dolor”.
“Desde hace casi dos años, mi obispo me
prohíbe enseñar, escribir, dar conferencias. Intenté hacerlo entrar en
razón pero no ha querido ceder. Entonces, como no quiero desobedecer a
la Iglesia, para poder enseñar la Biblia libremente, renuncio”, explicó
Alvarez Valdés. El teólogo, residente en Santiago del Estero, es
licenciado summa cum laude en la Facultad Bíblica Franciscana de
Jerusalén, y doctor en Teología bíblica en la Universidad Pontificia de
Salamanca. Es miembro de varias asociaciones internacionales, incluida
la Sociedad Argentina de Teología, y autor de diversos libros en la
especialidad.
El 4 de agosto de 2008, el obispo de
Santiago del Estero, Francisco Polti, le había prohibido al sacerdote
Ariel Alvarez Valdés “dar clase de disciplinas teológicas, incluyendo
cursos cortos y conferencias”, “participar en medios de comunicación
social incluyendo Internet” y “hacer nuevas publicaciones o disponer la
reedición de publicaciones anteriores”. Alvarez Valdés venía enseñando
en la Universidad Católica local y en el Seminario de la diócesis.
En ese momento, la sanción establecida
por el obispo Polti había obedecido a una disposición del cardenal
Tarsicio Bertone, secretario de Estado del Vaticano. De todos modos, “mi
obispo, por ser del Opus Dei, tiene una mirada muy conservadora y
cerrada; otros obispos no hubieran reaccionado de esa manera, y de hecho
en otras diócesis seguí dando clases y dictando cursos”. Alvarez Valdés
presentó su renuncia al sacerdocio en julio del año pasado: “En estos
meses intenté que mi obispo revirtiera su actitud, pero no hubo caso, y
finalmente decidí hacerla efectiva”.
–Usted entiende que la sanción fue una iniciativa del obispo Polti, que el Vaticano respaldó –observó Página/12.
–Así es –contestó Alvarez Valdés–. La
medida fue desproporcionada. Y se mantuvo pese a que llegamos a acordar
en diversos puntos, salvo la historicidad de Adán y Eva.
–¿Qué sostiene usted respecto del relato de Adán y Eva?
–Que no es un relato histórico. El autor
que lo escribió no sabía ni pretendía enseñar cómo apareció el hombre
sobre la Tierra. Lo que la Biblia sabe es de dónde provino el hombre: de
las manos de Dios. Cómo apareció, si fue o no como lo plantea la teoría
de la evolución, es tema de los científicos. El relato de Adán y Eva
procura destacar la grandeza de un hombre y una mujer creados por Dios:
nadie puede abusar de otra persona, por humilde que sea, ya que en todo
ser humano reside la imagen de Dios.
–¿Y cuál es la doctrina oficial de la Iglesia al respecto?
–La inmensa mayoría de los teólogos
sostienen lo que acabo de decir. De hecho el Vaticano me envió una carta
donde reconocía que mi posición era correcta pero cuestionaban el hecho
de divulgarla al gran público, en vez de circunscribirla a libros
técnicos de difícil acceso.
–O sea que la Iglesia mantendría dos discursos al respecto.
–Es de lo que yo me quejé. Si se puede
escribirlo en los libros de teología, ¿por qué no va a ser posible
decírselo al gran público? Pero le tienen miedo al escándalo, siempre lo
mismo. Mi obispo, en los considerandos de la prohibición, aducía que
mis afirmaciones causaban “perplejidad” a la gente”. Pero el Papa
también causa a veces perplejidad. El mismo Jesús, según cuentan los
Evangelios, dejaba perplejos a sus discípulos.
–Otros puntos de discrepancia se referían a la figura de María…
–No es cierto que el ángel Gabriel se le
haya “aparecido” a María, como un señor que entrara volando por la
ventana: si así hubiese sido, María no habría tenido oportunidad de
expresar su fe; si hubiera visto realmente al ángel, no se trataría de
fe. En realidad el ángel simboliza la voz de Dios en el corazón de
María.
–De todos modos, la concepción de María en tanto virgen implicaría ya una intervención sobrenatural.
–En la Biblia, la virginidad no
necesariamente debe interpretarse como hecho meramente físico. La Biblia
entiende por virginidad el hecho de la fidelidad a una misma persona.
En el Antiguo Testamento puede leerse: “Feliz de ti, virgen que has
concebido a tus hijos…”. En este sentido una virgen puede tener hijos
con su marido, porque la virginidad no concierne a la biología sino a la
fidelidad.
–Muchos católicos no suelen entenderlo de ese modo…
–Pero estas cosas ya han sido aceptadas.
Ya no me piden que me retracte en esos puntos. A lo largo de estos dos
años, me aceptaron éstos y otros puntos. La única exigencia de
retractación que no levantaron fue sobre Adán y Eva. Y dije que no: ¿con
qué cara podría mirar a mis alumnos después de decir semejante
barbaridad?
–Otro de los puntos era su negativa a admitir “apariciones” de la Virgen María.
–Los muertos, según la Biblia, no pueden
volver a la Tierra. El que murió no vuelve, y el que volvió nunca ha
muerto. Esas historias que recopilaba Víctor Sueyro, de túneles, luces y
música, corresponden al más acá: nadie vuelve del más allá. Entonces,
la Virgen María no puede “aparecer”, no puede presentarse físicamente a
nadie. Alguien puede tener una visión de la Virgen María, que ocurre en
la retina de la persona pero no en el exterior.
–¿Cómo distinguir estas visiones de las que conciernen a la psicopatología?
–Son auténticas si los mensajes que
trasmiten coinciden con la Biblia. El 90 por ciento de los mensajes que
se atribuyen a la Virgen María están contra la Biblia: se dijo que la
Virgen de San Nicolás había contado que el nacimiento de Jesús fue como
cuando un rayo de sol atraviesa el cristal de la ventana sin tocarlo ni
romperlo, pero la Biblia dice que Jesús nació como un hombre, es decir,
como nacen todos los hombres.
–También planteó usted que los denominados estigmas no son signos de santidad ni provienen de Dios…
–Lamentablemente, muchos creen que son
signos de santidad enviados por Dios. Pero no pueden venir de Dios,
porque duelen mucho. Un estigma es terriblemente doloroso, es un boquete
en la mano. Dios es amor y bondad y no puede mandar lastimaduras a la
gente. Los estigmas vienen de los desequilibrios mentales de las
personas: científicamente, la mente humana puede tener un poder
despótico sobre el organismo. De igual modo, mucha gente sigue pensando
que Jesús nos salvó con su muerte en la cruz y que, si no, no nos
hubiera salvado. ¿Quiere decir que El contrató a Pilatos para que
condenara, a Pedro para que negara, a Judas para que traicionara? ¿Si
Judas no lo hubiera entregado, El no nos habría salvado? Jesús nos
hubiera salvado igual aunque hubiera muerto viejito en su cama. Porque
nos salva a través del amor, no del dolor.
Tras dejar los hábitos, Alvarez Valdés,
de 52 años, se propone “crear un instituto bíblico para acercar gente a
la Iglesia Católica. Ya que no puedo como cura, porque mi obispo me lo
prohíbe, doy un paso al costado y lo hago como laico”. En cuanto a sus
medios materiales de vida, “afortunadamente vivo en la casa de mis
padres, que me apoyan; he publicado algunos libros; gracias a Dios,
nunca viví de la Iglesia”.
El Obispado de Santiago del Estero
comunicó que “con dolor hemos recibido esta petición. Durante mucho
tiempo hemos intentado encontrar un camino de solución a la situación
eclesial del padre pero, aunque reconocemos esfuerzos mutuos,
lamentablemente no lo hemos logrado”.
Fuente. Diario Página 12