ANÁLISIS Y PANORAMA INTERNACIONAL SOBRE EL INTENTO DE GOLPE EN TURQUÍA
Turquía: ¿El golpe de Recep Tayyip Erd
En la madrugada del sábado, el Gobierno turco informó haber
sofocado la sublevación, que se cobró al menos 265 vidas y dejó 1440 heridos.
Precisamente, Rusia normalizó las relaciones con Turquía
después de que ese país pidiera perdón por el derribo a finales del pasado año
de un caza ruso en la frontera con Siria, incidente en el que murieron dos
soldados rusos.
El presidente ruso, Vladimir Putin, acusó a su colega turco,
Recep Tayyip Erdogan, de apoyar al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe),
beneficiarse del comercio de petróleo con los terroristas y de invadir
territorio sirio con el fin de derrocar al presidente sirio, Bashar al-Asad.
El intento de golpe de Estado en Turquía ha sorprendido y generado
preocupación en el mundo por la posición estratégica del país y su rol tanto en
el ascenso del terrorismo en Medio Oriente como en la actual crisis de
refugiados.
Cuando todavía no la calma no se ha restablecido
completamente tras el levantamiento protagonizado por una parte de las Fuerzas
Armadas, que por varias horas de la noche del viernes parecía haber “tomado el
poder”, las dudas sobre el rol del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan,
comenzaron a aparecer.
¿Quién está detrás del golpe?
En su primer mensaje en cadena nacional a su regreso a
Estambul, Erdogan acusó a uno de sus principales enemigos: el clérigo moderado
Fetollah Gülen y su “Estado paralelo” como impulsores del golpe. Sin embargo,
varias horas antes de la denuncia presidencial, desde el movimiento de
seguidores del religioso llamado Alliance for Shared Values se había emitido un
comunicado en el que se condenaba categóricamente “cualquier intervención
militar en los asuntos internos de Turquía”.
No es la primera vez que Erdogan señala a Gülen de querer
derrocarlo. En 2014 fue su respuesta ante una serie de acusaciones de
corrupción presentada por grupos allegados, que lo colocaron como uno de los
mayores y más poderosos adversarios del régimen. Gülen, figura del diálogo
interreligioso y en el pasado uno de los mayores aliados del mandatario,
permanece en su hogar en Pensilvania en tanto han fracasado los intentos de
extraditarlo a su país por supuestamente manejar un “grupo terrorista armado”.
Concentración del poder
La aspiración de Erdogan para concentrar todo el poder en
Turquía es tema conocido. Su objetivo es conseguir pasar del tradicional
régimen parlamentario hacia uno presidencialista. Es lo que ha venido haciendo
desde que abandonó su puesto como Primer Ministro y se convirtió en presidente
en 2014.
Lo cierto es que no son pocos los analistas que coinciden en
que el levantamiento militar, que por estas horas parece haber sido sofocado,
podría dejar al presidente fortalecido e incluso en condiciones de convocar a
un referéndum para modificar la Constitución y seguir concentrado poder en su
persona.
Para la mayoría de los observadores experimentados está bien
claro que este levantamiento militar se pareció muy poco a la eficacia de los
anteriores. La cadena de mando se quebró rápidamente. Los soldados cedieron terreno prontamente a los manifestantes
civiles. Sólo partes de las fuerzas armadas participaron, mientras que otros se
rebelaron contra los rebeldes.
Un gran número de turcos ven con recelo los acontecimientos
por la incompetencia del golpe mismo. Se dice que fue un golpe de estado
organizado o provocado, fácilmente sofocado, con el fin de reforzar la candidatura
de Erdogan para aumentar su predominio. Ahora puede invocar un estado de emergencia
y establecer efectivamente el gobierno de un solo hombre, el suyo propio. Otros
argumentan que con las comunicaciones del siglo 21 antiguos levantamientos
militares simplemente no son viables contra las democracias incluso uno tan comprometido
como la Turquía de Erdogan.
Las Fuerzas Armadas
Las dudas aparecen a su vez por el lado de “los golpistas”.
Pese a que las Fuerzas Armadas poseen una larga historia de golpes militares
-han derrocado a cuatro gobiernos desde la década del ’60-, se han lanzado a la
intentona sin lograr absolutamente ningún apoyo, ni dentro ni fuera del país.
Mientras todos los bloques políticos presentes en el
Parlamento rechazaban la intervención militar, los líderes mundiales -muchas
veces críticos con el presidente Erdogan por las persecuciones a la prensa y la
violación de derechos humanos- rechazaron abiertamente el golpe y llamaron a
apoyar al gobierno “democráticamente electo”.
Esa falta de apoyos resultó determinante en la rápida
resolución del episodio de la larga noche del viernes, incluso a pesar del gran
despliegue militar que implicó en las dos principales ciudades del país:
Estambul y Ankara.
Panorama internacional
Aunque en horas de la madrugada del sábado Erdogan ya aseguraba
haber retomado el poder y evitado el golpe, la preocupación internacional por
lo que suceda de aquí en más en el país persiste.
Es que Turquía se ha convertido en una pieza clave en el
tablero internacional. El gobierno ha sido acusado de funcionar como la “puerta
de acceso” a Europa al grupo terrorista ISIS provenientes de Irak y Siria, además de ser denunciado por proporcionar armas y
recursos al grupo que impone el “terror” en la región y atemoriza al mundo con
sangrientos ataques.
Más tarde el país se sumó a la coalición internacional que
bombardea posiciones de ISIS en Siria, aunque los detractores de Erdogan
aseguran que “el combate al terrorismo” ha servido como excusa para atacar a la
minoría kurda.
Además, actualmente juega un destacado papel en la crisis de
refugiados en Europa, luego de firmar un acuerdo con Bruselas para recibirlos a
cambio de recursos millonarios. La hospitalidad turca ha sido cuestionada sin
embargo por organizaciones de Derechos Humanos que aseguran que el país no
garantiza las condiciones mínimas para las personas que viven en sus campos de
refugiados.
Desde el aeropuerto de Atatürk, con actitud triunfante,
Erdogan pronunció una frase que sugiere de qué modo intentará aprovechar lo
sucedido, y que deja abiertos los interrogantes sobre la trágica jornada: “Este
levantamiento es una bendición de Alá, porque nos permitirá identificar a
nuestros enemigos”.
El primer ministro de Turquía, Binali Yildirum ha anunciado
la detención de unos 1.800 militares, incluyendo 29 coroneles y cinco
generales. Las autoridades han publicado una lista de los autores que fueron dirigidos
por un general turco alauita (no relacionados con alawitas de Siria) que habían
sido dados de baja con anterioridad y exonerados.
Conflicto sirio y yihadismo
El gobierno turco ha sido ambiguo respecto a la lucha contra
el yihadismo en Siria. Ha pasado de la permisividad y la permeabilidad en sus
fronteras, por donde han entrado muchos yihadistas extranjeros, a luchar contra
los terroristas con artillería y dejar sus bases a la coalición liderada por
Estados Unidos.
Erdogan pasó de ir de vacaciones con Bashar el Asad, el
presidente sirio, a intentar derrocarlo a toda costa. Ello también ha llevado a
Turquía a apoyar a varios grupos rebeldes en Siria, como han hecho Arabia Saudí
y otras monarquías del Golfo.
Recuperando viejas amistades
Turquía, miembro de la OTAN, ha reanudado sus relaciones con
Rusia tras una disculpa de Erdogan. Se vieron enturbiadas por el derribo de un
caza en la frontera siria. También con Israel y Egipto se han relanzado los
lazos, y Turquía reconstruirá algunas áreas de Palestina tras llegar a acuerdos
con Tel Aviv.
Israel "respeta la democracia en Turquía" y espera
que siga la reconciliación
Israel expresó hoy su respeto a la democracia en Turquía y
confió en que continúe el proceso de reconciliación emprendido entre los dos
países el mes pasado tras seis años de interrupción de las relaciones
diplomáticas.
"Israel respeta el proceso democrático en Turquía y
espera que continúe el proceso de reconciliación entre Turquía e Israel",
reza un escueto comunicado emitido hoy por un portavoz del ministerio de
Exteriores.
Se trata de la primera referencia oficial al intento de
golpe de estado que se produjo el viernes por la noche en Turquía, que se ha
saldado con 161 muertos y 2.839 militares detenidos, según informó hoy el
primer ministro turco, el islamista Benali Yildirim.
Israel y Turquía, antaño aliados estratégicos, suspendieron
sus lazos diplomáticos en mayo de 2010 después de que comandos israelíes
acabaran con la vida de diez activistas turcos que navegaban hacia Gaza para
desafiar el bloqueo impuesto por Israel.
Seis años después, los Gobiernos de ambos países anunciaron
el mes pasado la reanudación de sus relaciones tras alcanzar un acuerdo que,
entre otras cosas, incluyó el pago de compensaciones a las familias de las
víctimas del asalto israelí.
Con información de Político.eu- Alerta Digital- Hispan TV- La Vanguardia