La fundación del régimen K
Frente a Kirchner, el jefe del Ejército, Bendini, retiró en persona las imágenes de los exdictadores; duro mensaje a los militares
La orden fue directa del presidente Néstor Kirchner: "Proceda". Con
gesto y voz duros. El jefe del Ejército, teniente general Roberto
Bendini, descolgó entonces en persona los cuadros de Jorge Rafael Videla
y de Roberto Bignone, ex presidentes de facto y antiguos directores del
Colegio Militar.
La ceremonia en sí duró segundos, pero su carga simbólica fue muy fuerte
en la mirada del Presidente, que minutos después dio un duro mensaje al
Ejército, representado en el acto por los dos extremos de la carrera
militar, los generales y los cadetes.
El cuadro que se retiró de Videla no era el original. Fue colocado para
permitir la ceremonia, pero altas fuentes del Ejército confirmaron
anoche a LA NACION que se abrió un sumario interno para determinar qué
ocurrió con el verdadero retrato de Videla. Esa imagen falta en el
Colegio Militar desde el jueves último y fue reemplazada por una
fotografía ampliada en los últimos días.
Kirchner llegó al Colegio Militar acompañado por casi todo su gabinete.
En la primera fila aplaudieron su discurso el jefe de Gabinete, Alberto
Fernández, el canciller Rafael Bielsa, los ministros José Pampuro
(Defensa), Alicia Kirchner (Desarrollo Social), Carlos Tomada (Trabajo),
Aníbal Fernández (Interior) y Gustavo Beliz (Justicia, Seguridad y
Derechos Humanos), acompañados por los secretarios Eduardo Luis Duhalde
(Derechos Humanos), Héctor Icazuriaga (SIDE) y Jaime Garreta (Asuntos
Militares).
La enumeración de funcionarios se impone para resaltar que Kirchner no
tomó este acto como uno más, sino que estableció en el Colegio Militar
el momento más importante de la jornada de repudio al golpe de Estado de
1976. El Presidente arribó a El Palomar consciente de que el Ejército
atravesaba una crisis por esta ceremonia y puso en el terreno a su
gabinete para respaldarlo.
Minutos antes había finalizado una reunión de generales con Pampuro en
la que se decidió finalmente la concurrencia de los oficiales al acto.
Fueron 27 generales y 5 coroneles mayores los que se formaron detrás de
Kirchner.
Bendini se reunió nuevamente con los generales apenas finalizó la
ceremonia para explicarles por qué él en persona había retirado los
cuadros de Videla y de Bignone. Aseguró el jefe del Ejército a los
mandos que el Presidente exigió que un militar bajase los retratos y que
tomó la determinación de hacerlo él para no comprometer a un
subordinado.
Mensaje presidencial
Las caras de los generales durante el discurso presidencial evidenciaban
que el momento no era agradable para ellos. En especial cuando Kirchner
señaló: "Nunca más tiene que volver a subvertirse el orden
institucional".
Varios uniformados no entendían por qué ellos debían escuchar ese
mensaje 28 años después del último golpe militar, cuando pasaron muchas
promociones de oficiales que depuraron generacionalmente la fuerza.
Oficiales de alto rango recordaban la actuación del Ejército durante la
crisis política de diciembre de 2001, cuando la ausencia de conflicto en
el área castrense logró que los problemas no llegasen a esos
pronósticos que hablaban de guerra civil.
Kirchner tomó como un hecho de gran trascendencia el retiro de los
cuadros, que quedarán en custodia en la oficina del director del Colegio
Militar. Para el Presidente quitar esas imágenes "marca un claro
posicionamiento que tiene todo el país, de terminar con esa etapa
lamentable de nuestro país y que definitivamente esté consolidada la
democracia y desterrado el terrorismo de Estado".
Para despejar dudas sobre que no comparte la denominada teoría de los
dos demonios, Kirchner aseguró: "Que quede bien claro, el terrorismo de
Estado es una de las cosas más sangrientas que le pueden pasar a una
sociedad. No hay nada que habilite el terrorismo de Estado, y menos la
utilización de las Fuerzas Armadas".
Al advertir que ningún hecho puede justificar el terrorismo de Estado,
el Presidente descartó comparar la acción de la represión ilegal con los
ataques terroristas.
"Hubiera querido nunca estar en esta instancia, porque recordar el 24 de
marzo de 1976 es uno de los momentos más dolorosos y crueles de la
historia argentina", señaló Kirchner. Y agregó: "Que el 24 de marzo se
convierta en la conciencia viva de lo que no debe hacerse en la Patria.
Nunca más se tiene que volver a subvertir el orden institucional en la
Argentina".
El primer mandatario exigió "terminar con las mentes iluminadas y los
salvadores mesiánicos". Y comentó en su mensaje: "Vengo a rescatar el
espíritu sanmartiniano del Ejército para que juntos podamos reconstruir
el país con democracia, pluralidad y justicia social". Por cuestiones
protocolares, los únicos aplausos surgieron del grupo de funcionarios
convocados al Colegio Militar. Los generales digirieron el mensaje más
tarde, con un café junto con Pampuro.
Por:
Daniel Gallo
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