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CUARENTENA O MUERTE, ¡VENCEREMOS!
"¡Esperen un momento! ¿Qué demonios
nos estamos haciendo a nosotros mismo? ¿A nuestra economía? ¿A nuestra
próxima generación? ¿Es esta cura, aunque sea por poco tiempo, peor que
la enfermedad?".
Thomas L. Friedman.- The New York Times
Cuando Asis en Animales Sueltos dijo que el país había optado por la cuarentena "con extraordinaria frivolidad",
y que es una medida pensada "para la capa alta, media alta y capa media
de la sociedad,
y después, a la suerte, porque para estar en una casa tenés que
disponer, primero, de una casa", no decía nada irrazonable, solo que,
como nos estamos manejando desde el miedo y de la comodidad, creemos que
todos los que siguen la cuarentena, tienen televisión
satelital, PC, Whats App, la heladera llena y un par de tarjetas para
hacer las compras que hagan falta por la web en supermercados y
farmacias; pregúntenle al mercadito de cualquier barrio marginal si
aceptan una “signature” y entonces se darán cuenta que
lo de Asis dice, no deja de tener sentido.
Si analizamos la
cuarentena desde el punto de vista de la adaptación del hombre, vemos
que, según sean las condiciones del medio ambiente, estas favorecerán o
entorpecerán el equilibrio físico y emocional
de quienes estén sometidos a esto. Es así que aquellos que por
formación piensan y razonan mejor, que tienen acceso a los servicios
básicos
tienen
mejores posibilidades de pasar una pandemia sin mayores sobresaltos y
aceptar cualquier encierro que se requiera que aquellos que están
hacinados en una casa de chapas de barrio marginal
y que carecen de los servicios básicos (aguas corrientes, gas,
electricidad, cloacas, etc.)
En Argentina las
decisiones que se toman, por la carencia de recursos que tenemos y por
ser generalmente de corto plazo oscilan entre algo malo y algo peor, de
esta manera, puede verse como algo perfecto a
la cuarentena, pero hay un punto donde este remedio- al fin y al cabo
una mísera cataplasma- puede ser peor que la enfermedad.
Las decisiones
importantes son siempre entre algo malo y algo peor, se toman según
recursos y situaciones particulares de cada país, puntualmente y en fase
inicial parece perfecto la cuarentena total, pero
en algún punto el remedio puede ser peor que la enfermedad. Los
antecedentes de nuestra política como generadora de soluciones
creativas, no resulta muy tranquilizadora.
Trump y Bolsonaro han privilegiado el
mantener a la economía en movimiento. Respecto de esto dice Friedman en su artículo:
“Nuestros líderes no están volando
completamente
a ciegas: Están trabajando con el consejo de epidemiólogos serios y
expertos en salud pública. Sin embargo, debemos tener cuidado con el
"pensamiento de grupo", una reacción natural
pero peligrosa cuando se responde a una crisis nacional y mundial.
Estamos tomando decisiones que afectan el país, y a toda nuestra
economía, por lo que pequeños errores de navegación podrían tener
enormes consecuencias.”
Y es así como hay que
proceder. David L. Katz, director fundador del Centro de Investigación
Preventiva Yale-Griffin de la Universidad de Yale, financiado por el
CDC, y experto en salud pública y medicina
preventiva; escribió la semana pasada, también en el
Times, un artículo donde afirmaba que el gobierno tiene tres objetivos: "salvar
tantas vidas como podamos, asegurarnos de que nuestro
sistema médico no colapse, pero también asegurarnos de que en el
proceso de alcanzar los dos primeros objetivos no destruyamos nuestra
economía, y como resultado de ello, aún más vidas."
Acá no hay nada de eso;
así, no resulta extraño que tanto el Presidente, como Kichiloff y los
intendentes del conurbano y, por supuesto los gobernadores estén
absolutamente desorientados en las medidas a adoptar
y a la vez muy preocupados por sus seguras consecuencias. Porque, los
cientos de miles de pobres que el peronismo ha fabricado y mantenido en
estado de pobreza durante décadas para su propio beneficio será sin
dudas para este gobierno un boomerang; El dinero
que se pueda inyectar- por AUH y otros subsidios - en especial en las
villas, lo está devaluando la inflación y el que podía entrar
diariamente por comercio informal, el choreo y la venta de droga se ha
reducido por la cuarentena y hace que se incube una situación
social mucho más peligrosa que la pandemia.
Pehuajó, 26 e marzo de 2020
Non nobis, Domine, non nobis. Sed Nomini tuo da gloriam.