domingo, 12 de julio de 2020

LAS FUERZAS CENTRÍFUGAS



Por Juan Luis Gallardo
La Prensa - Opinión
9 de julio de 2020

Viajo con relativa frecuencia a España, por razones familiares. Y, debido a ello, comprobé la existencia del problema de los separatismos, que aflige a los españoles, concretado en los casos de Cataluña y las provincias vascas. Con tal motivo escribí un artículo sobre el asunto que, con este mismo título, apareció en La Prensa tiempo atrás. ­


En ese artículo explicaba la gravedad del asunto y comentaba que, llegado el caso, las autoridades españolas podrían verse obligadas a echar mano de la fuerza para evitar el desmembramiento de la nación. Ya que una de sus principales responsabilidades es preservar la unidad territorial del país confiado a su tutela. ­

También decía que advertir esa situación me llevó a comprender por qué el Cara al Sol, himno de la Falange, termina con el grito: Una, Grande, Libre. Pues la referencia a la unidad respondía a la preocupación con que José Antonio Primo de Rivera observaba las tendencias separatistas.

Y terminaba celebrando que la Argentina se viera libre de esa aflicción por no advertirse en ella tendencias separatistas. Cosa que me llevaba a ser indulgente con los feroces coroneles de Mitre, que impusieron la unidad a sablazos, degollando sin asco. Coroneles ellos nacidos casi todos en la Banda Oriental, antes que se separara de la Confederación: Paunero, Sández, Arredondo, Irrazábal.

AMAGO DEL ERP­

Hubo no obstante un amago separatista, cuando el ERP pretendió segregar la provincia de Tucumán del resto del territorio argentino, para obtener reconocimiento internacional y legitimar la guerra que sostenía basada en el terror. Intento afortunadamente aplastado por el general Bussi, gobernador de la misma durante el llamado Proceso de Reorganización Nacional.

Pero ocurre que ahora nos vemos enfrentados a otro intento separatista. El ex gobernador de la provincia de Mendoza, Alfredo Cornejo, presidente de la Unión Cívica Radical, ha propuesto segregar la provincia con motivo de un diferendo que sostiene la misma con el gobierno central.

La propuesta de Cornejo implica retroceder en la Historia, haciendo renacer una propuesta separatista que habíamos dejado atrás hace largo tiempo. Y el gobierno nacional debe responder a ello con la mayor energía. Debe declarar que un intento de ese tipo justifica emplear a las Fuerzas Armadas para conjurarlo.

Debe iniciar acciones legales contra el autor de la iniciativa, porque separar una provincia del resto de la nación implica una propuesta gravísima. Demasiado le costó al país consolidar la unidad nacional.

Ni los caudillos federales del pasado se animaron a formular un proyecto así. Juan Manuel de Rosas, típico caudillo federal, lo hubiera condenado sin contemplaciones.­