PANDEMIA, MÁS BIEN PANDEMONIO.
Dos acontecimientos relevantes acontecieron durante estos últimos días, con
auténticas enseñanzas para aprovechamiento de los inconformes inteligentes.
Escribió Belloc una exacta definición del protestantismo: la rebelión de los ricos contra los pobres. Y
San Pío X definió que Jesús es el arquetipo del Pobre sublime, Dios hecho
Pobre, que llegó sin nada, abarrotado con los pecados del mundo, abandonado por
los Apóstoles. No persiguió a nadie, más bien martirizado y muerto vilmente por
los judíos.
¿Qué relación puede existir entre una y otra afirmación? El protestantismo
sería, entonces, una rebelión de la moral calvinista, contra el ejemplo, la
vida y las enseñanzas de Jesús, y contra todos los que aún sobreviven cargando
con dignidad su pobreza.
De acuerdo a los notorios sucesos actuales, el protestantismo judeo/calvinista,
oligárquico y racista, triunfó y reina atestando al mundo con su herejía. En Argentina, los enriquecidos funcionarios y
políticos del Régimen anhelando los dólares del ‘americanismo’, asumieron la
desgraciada moral calvinista, acatando las ordenes de los amos, llegaron a
despreciar y odiar incondicionalmente a los más necesitados de ayuda y de
trabajo digno.
Hoy día la pandemia es un pretexto para atropellar a los pueblos y las multitudes
empobrecidas del 3º mundo; y también contra los menesterosos que viven
disimulados entre los oropeles, en el mundo de los amos. Es el odio al Pobre,
al aplastado y despreciado por el Mundo; al que no “triunfó”, de acuerdo al
criterio judeo/calvinista, donde el éxito mundano es santidad.
Aconteció un hecho real que da razón
a lo dicho:
