Carta Abierta a CFK: ¿PROGRESAR?
Sra. Presidente de la Nación:
Cristina Fernández de Kirchner
Recién termino de escuchar su discurso en donde anuncia el
lanzamiento del “PROGRESAR”, apuntando a resolver el gravísimo problema
de la falta de trabajo digno y acceso a la educación por parte de casi
1.500.000 de jóvenes argentinos de entre 18 y 24 años.
Lamento, en primer lugar, que haya seguido apelando a su estilo de
monólogo, de discurso mesiánico a la tribuna de soldados y soldadas que
aplaude, complaciente. Como legítimo representante de los estudiantes de
las Universidades Públicas de Argentina, hubiéramos preferido que antes
de anunciar programas “mágicos” o soluciones “instantáneas” destinados a
resolver problemáticas que nos afectan, nos hubiera recibido junto a
otras organizaciones y movimientos sociales, políticos, sindicales y
culturales que hace años reclamamos un cambio en las “Políticas de
Estado” destinadas al sector juvenil.
En segundo lugar, parece siniestra la puesta en escena que armó para
lanzar un programa que nada tiene de nuevo, y que además, repite viejos
vicios que venimos marcando con insistencia frente a la Secretaría de
Políticas Universitarias y el Ministerio de Educación de la Nación.
El “PROGRESAR” consiste en entregar 600$ mensuales a los jóvenes de
entre 18 y 24 años que no tienen trabajo ni estudian, a condición de que
empiecen a hacerlo. Usted, como Presidente de la Nación Argentina,
debería saber que existe el Programa Nacional de Becas Universitarias,
que intenta cumplir el objetivo de promover el ingreso, permanencia y
egreso de los jóvenes al Sistema Universitario. El problema que tenemos
con las “Becas Universitarias” es que son administradas de manera
clientelar, arbitraria y corrupta por funcionarios camporistas dentro
del Ministerio de Educación, lo cual torna al PNBU en una fachada:
aparenta resolver el problema mientras por detrás sirve al
fortalecimiento de una estructura prebendaria que abona a La Cámpora y
por ende a su propio Gobierno.
Esto fue denunciado ante el Ministerio de Educación de la Nación el
29 de Mayo de 2013, y ratificado en sucesivas oportunidades y por
diversos medios. Además, denunciamos la ineficacia de este tipo de
medidas asumidas de forma aislada y sin el adecuado seguimiento
técnico-académico. La mera entrega de 600$ no va a lograr que los
jóvenes puedan ejercer su Derecho a estudiar, porque no alcanzan ni
siquiera para alquilar una habitación en una pensión, porque sólo
alcanzarían para 10 días de comer como nos sugiere el INDEC, o porque no
serían suficientes para comprar nuestros libros, apuntes y material de
estudio.
La crisis del sistema educativo argentino requiere esfuerzos mucho
más comprometidos que el programa que anunció alegremente por Cadena
Nacional. ¿De qué sirve otorgar 600$ por mes a los jóvenes de 18 a 24
años, si el 70% de los niños o niñas que empiezan la escuela primaria no
terminan la secundaria? Por desgracia, ésta y otras medidas que puedan
venir, no nos sorprenden. Nos hacen acordar a las netbooks del
Conectar Igualdad que llegaban a escuelas sin luz eléctrica ni agua
potable en algún lugar del postergado Norte argentino. O al aumento del
20% en el monto de las Becas PNBU, que en la práctica implicaba un
aumento de $ 60. Puro humo, cháchara.
Exigimos, de una buena vez, se tomen medidas urgentes para revertir
la crisis de la Escuela y la Universidad Públicas, empezando por la
realización de un diagnóstico conjunto que integre la visión de todos
los actores del sistema educativo y por el planteamiento de políticas
conjuntas a corto, mediano y largo plazo. La Educación en la Argentina
no va a cambiar de arriba para abajo, ni de la noche a la mañana. Un tweet
o un discurso de 29 minutos no pueden arreglar lo que está y sigue
estando en los últimos lugares de sus prioridades de gobierno, detrás
del reparto de pauta oficial, la mutilación de la Justicia para ponerla
al servicio de su impunidad o de las idas y vueltas destinadas a aplacar
la inflación que nos liquida lentamente a todos y todas.
Sin ánimos destituyentes, me despido de Usted atentamente.
Emilio Cornaglia
Presidente