CARTA DE LECTORES: VÍCTOR GUTIÉRREZ: INSULTO A LA INTELIGENCIA
He tenido la triste oportunidad de que
cayese en mis manos la convocatoria de “cruzada” del Rosario hecha por
el obispo Fellay, quien pensando que somos imbéciles, invita a los
fieles de la tristemente degenerada obra de M. Lefebvre a unirse a una
nueva y vergonzante campaña de rosarios en un alarde de la mentira y una
intención torticera que lleva implícito el desprestigio y utilización
del Santo Rosario para que Nuestra Señora conceda…. léanlo sentados por
si les da un vahído:
1.- ”Implorar una protección especial del Corazón Inmaculado de María sobre las obras de la Tradición”. Como si Nuestra Señora no estuviese obligada per se a proteger a la Verdadera Tradición por su condición de Mater Ecclesiae.
Pero agárrense bien a la silla porque ahora viene lo escándaloso:
2.- ”Por el retorno de la Tradición a la iglesia”. ¡Contradictio
in terminis!. Ahora resulta que el obispo Fellay entiende, a la Iglesia
fundada por Cristo precisamente en la Tradición, sin tradición y por
ello hace esa petición aberrante, donde entiende a una iglesia
defectible, ¡HEREJÍA!, ya que no hay ni puede haber una Iglesia
Verdadera sin Tradición ni Tradición sin una Iglesia Verdadera. ¿A qué
iglesia pertenece el obispo Fellay y toda su cúpula? Pues muy sencillo
con esta afirmación no pertenecen a la Única y Verdadera Iglesia de
Cristo, La Católica, Apostólica y Romana, que por serlo es TRADICIÓN.
Continúen bien agarraditos:
3.- “Por el triunfo del Corazón Inmaculado de María mediante la consagración de Rusia” ¡ANTIGUALLA
PARA ILUSOS! Y es que el obispo Fellay y sus “sapientísimos” adláteres
continúan creyendo en ese anacronismo cuya oportunidad ha caducado, pues
ya Rusia hace tiempo que ha expandido sus errores por el mundo, y
paradógicamente hoy no está Rusia peor que lo que está el occidente
Católico y sin exagerar tal vez esté más conservada actualmente que
nosotros. Pero el problema de todo esto es que les falta la visión
apocalíptica por ese prurito voluntarista de querer conquistar la Roma
apóstata a base de músculos cual D. Quijote luchando contra los molinos
de viento.
Pues bien, obispo Fellay, en mi casa se
reza el Santo Rosario a diario, vero tenga usted la completa seguridad
de que no vamos a perder el tiempo en sus ilusorias pretensiones
quijotescas.
Es por ello que en casa se reza el Santo
Rosario en familia para pedirle a Nuestra Señora del Cielo que nos
libre: De la herejía, de la apostasía, de los que pervierten el
Apocalipsis de San Juan, de los que no aceptan que vivimos los últimos
tiempos apocalípticos, de los que rechazan el Milenarismo Patrístico, de
la falsa iglesia que hoy se asienta en Roma, de los que hacen pactos
con ella, de las maquinaciones de sus forjadores y propagadores, de sus
falsos papas, de los frutos podridos del conciliábulo V2, de la perversa
teología conciliar, de sus ambiguas y malintencionadas enseñanzas, de
sus lobos disfrazados de cordero, de sus sepulcros blanqueados, de su
raza de víboras. de la mofa al Espíritu Santo. del ultraje a Cristo y a
su Inmaculada y Santa Esposa, del contubernio con falsas religiones y
creencias, de la burla a la sangre de los mártires, del menosprecio al
depósito de la fe, de corrupta liturgia y de indigno culto, del expolio y
destrucción de los templos, de parodias de misas y liturgia blasfema,
de detestables mesas que hoy fungen como altares, de ceremonias impías,
de sacramentos inválidos, de la desacralización y del menoscabo a la
Omnipotencia Divina, de todo arte grotesco, diabólico y ofensivo a Dios,
del humo de Satanás, de la confusión reinante, de la comunión en la
mano, de equívoca e injusta obediencia, del repudio al dogma, del
rechazo a la Revelación, de la devoción a falsos beatos y falsos santos,
del desprecio a la divinidad y realeza de Cristo, de la tentación de la
modernización de la fe, de los instigadores a novedades execrables, de
la vinculación con este mundo impío, de la esperanza puesta en poderes
mundanos, de la Iglesia reducida a simple entidad de caridad social, de
contribuir a la pérdida de almas, de la desorientación diabólica, del
desdén a los auténticos mensajes de la Santa Madre de Dios, de la
indiferencia al anatema. de la perversidad de esta ramera babilónica
asentada en Roma, de sus anticristos, de sus falsos profetas y de la
abominación desoladora.
También para pedirle a Dios Nuestro Señor
que nos libre de los lazos del demonio y de sus discípulos, que hoy
fingen pertenecer al rebaño de sus fieles, ocupan los más altos puestos
de toda la jerarquía conciliar y engañan a los inocentes católicos de
buena fe y para que perseveremos en la doctrina pura e inviolable de la
Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, hasta el fin de nuestros
días cuando tendremos, ante Su Divina Presencia, que dar cuenta de
nuestra fidelidad a la fe que juramos guardar con nuestra vida y
transmitir a futuras generaciones.
Con el debido respeto como obispo pero con mi rechazo a su evidente defección, Obispo Fellay: ¡Váyase!.
Victor M. Gutiérrez.