martes, 1 de abril de 2014

La “dictadura del género” impuesta a escala global

La “dictadura del género” impuesta a escala global


El Cardenal Angelo Bagnasco Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana denuncia la ideología del género y llama a los padres a defender a sus hijos
La teoría del género se ha convertido en una verdadera dictadura
“Es sorprendente que la familia es presentada muchas veces como un chivo expiatorio, como la fuente de los males de nuestro tiempo, en vez de hacerlo como fuente universal de una humanidad mejor y garantía de continuidad social.
(…) “En esta lógica distorsionada e ideológica se insiere la reciente iniciativa en tres volúmenes, titulada ‘Educar para la diversidad en la escuela’, se distribuyeron en las escuelas italianas primarias y de primero y segundo grado. En teoría, las tres guerras son proyectadas para combatir el bullying y la discriminación -lo que es justo-pero en la realidad la verdadera intención es ‘ infundir’ (este es el término apropiado) en los niños preconceptos contra la familia, contra los padres, contra la religión, contra la diferencia entre el padre y la madre…palabras dulces (padre y madre) que parecen hoy no sólo fuera de moda, sino también violentas, tanto que existe la tendencia de eliminarlas hasta de los documentos.
“Es la lectura ideológica del ‘género’ -una verdadera dictadura- que quiere aplanar la diversidad, homologar todo hasta tratar la identidad del hombre y mujer como meras abstracciones. Cabe preguntarse con amargura si quieren transformar las escuelas en ‘campos de reeducación’ y ‘adoctrinamiento’. Pero, ¿los padres aún tienen el derecho de educar a sus hijos o ya fueron desautorizados? ¿Alguien les pidió su parecer o un permiso explícito? Los hijos no son materia de experimentación en las manos de nadie, ni aun en las manos de técnicos considerados especialistas. Los padres no deben permitir que sean intimidados, ellos tienen el derecho de responder con determinación y claridad: no existe autoridad que los supere”.
Palabras del Cardenal Ángelo Bagnasco, Arzobispo de Génova, en discurso al Consejo Episcopal Permanente de la Conferencia Episcopal Italiana, de la cual es Presidente.