Cristina se blinda con los “duros” Berni y Milani para evitarse un final estilo De la Rúa
Ayer, Horacio Verbitsky, desde su columna en Página 12, criticó sin
piedad al Secretario de Seguridad Sergio Berni por el desalojo del
asentamiento Papa Francisco en Villa Lugano.
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El argumento del ataque fue
el supuesto uso desmedido de la fuerza por parte de fuerzas federales,
acompañando a la Policía Metropolitana. Las críticas de Verbitsky
también alcanzan a la Prefectura y la Gendarmería que, vestidos como
tortugas ninjas, desalojan diariamente la ruta Panamericana de los
cortes y piquetes de la izquierda revolucionaria. En el caso de la
Prefectura, el jueves pasado, día del paro, mantuvieron dos carriles
libres en el puente Avellaneda, cosa que no hizo el cristinismo en los
más de diez años que está en el gobierno, siempre fiel a la máxima de
“no criminalizar la protesta social”. Las críticas del movimiento Evita,
liderado por Emilio Pérsico, y de la agrupación Hijos del legislador
Horacio Pietraglia, así como también las de otro legislador
kirchnerista, en este caso porteño, Pablo Ferreyra, no le movieron un
solo pelo a Berni, que cuenta con el total apoyo presidencial, como bien
señala Verbitsky en su nota de ayer. De paso, el semanario Noticias
colocó este viernes en su tapa al Secretario de Seguridad con un título
que lo destaca como el duro del gobierno, una especie de Bruce Willis
K. La principal razón del entusiasmo presidencial por el perfil represor
de Berni no pasaría tanto por la supuesta candidatura de éste a
gobernador de Buenos Aires en el 2015, sino porque la presidente quiere
demostrar que el gobierno es capaz de frenar los desbordes violentos en
las calles. Y en especial los disturbios contra su gobierno, justo
cuando las condiciones socioeconómicas empiezan a ser ideales para que
la izquierda tome las calles. La recesión pinta para una caída del 5%
del PBI en todo el año, la inflación está cercana al 40% y la
desocupación se expande tanto en el sector industrial como en el de
servicios. También cuenta la escapada del dólar blue, que para
fin de año se calcula que estará por lo menos en 16 o 17 pesos, lo que
puede originar los ya conocidos saqueos de fin de año en el próximo
diciembre negro, aunque nada excluye que esos sucesos puedan ocurrir
bastante antes.
Milani y la trama de la efedrina
En esta necesidad de blindar al gobierno se incluye el mantenimiento
del teniente general César Milani como jefe del Ejército, pese a que
acumula denuncias por corrupción y violaciones de derechos humanos de
sus tiempos de teniente en Tucumán, a una velocidad sólo superada por el
inalcanzable Amado Boudou. Milani ya se animó a plantear la
identificación del Ejército con el modelo instalado en el 2003 y le
prometería a la jefa de Estado que, en caso de desbordes sociales, los
uniformes verdes se harán ver en las calles, utilizando como base legal
el resquicio que deja la ley de Seguridad Interior para que los
militares apoyen logísticamente las operaciones de las fuerzas de
seguridad. Poco confían en la Casa Rosada en lo que, en caso de
disturbios graves, puedan hacer tanto la Policía Federal como la
Bonaerense, que no se salvan del clima de inseguridad total que se vive
en todo el país y especialmente en la Capital, Rosario y el conurbano.