AMIA-NISMAN. ¿Quién es y qué hacia en la UIF el abogado Claudio Rabinovich?
Si nadie sabe a qué se dedicaba exactamente Diego Lagomarsino (dada
su calidad de informático puede sospecharse desde que hacia copias para
terceros o incluso que “pinchaba” teléfonos y e-mails ilegalmente),
mucho más absurda resulta la contratación por parte del fiscal Nisman de
un abogado penalista, Claudio Rabinovich, del que no se conoce su
rostro.
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Que una Unidad Fiscal repleta de abogados necesite la asesoría
de un penalista es absurdo. En principio, y de acuerdo a sus relaciones y
amistades (entre los que hay muchos fascistas, procesistas, etc.) que
pueden extraerse de una somera búsqueda en la red, parece claro que se
trata de personaje del staff de la proteica “comunidad de inteligencia”,
es decir, de un service, y también que no lo era del grupo de allegados
al ahora tan mentado Antonio Horacio Stiuso, sino de los
menemo-procesistas que coparon la SIDE a partir de que Carlos Menem puso
al frente de ella al periodista Juan Bautista “El Tata” Yofre.
Cuando Fernando De la Rúa asumió la Presidencia, este sector sufrió una severa purga y casi mil agentes de todo tipo se vieron privados de sus emolumentos (la SIDE, en tiempos de Menem, llegó a tener un presupuesto de 900 millones de pesos/dólares anuales) como eslabones de “la cadena de la felicidad” -que el secretario Hugo Anzorreguy perfeccionó tras reemplazar a Yofre-, volcándose muchos de ellos a la actividad privada, lo que hizo florecer el negocio de las pinchaduras de teléfonos y computadoras y la venta de esos audios y textos, delito por el cual están procesados, entre otros el columnista Carlos Pagni, el general Daniel Reimundes (alías “Dragoncito verde”) y los responsables de los portales Urgente 24 y Seprin, Edgar Mainhard y Héctor Alderete.
El más comprometido es Yofre, que durante estos años se ha convertido en un exitoso escritor y en el principal referente de los nostálgicos de la dictadura gracias a su acceso irresticto a los archivos de la SIDE y el disuelto Batallón 601 de Inteligencia del Ejército.
Yofre está acusado de ser el jefe de una asociación ilícita que habría interceptado exitosamente, entre otras muchas, conversaciones de la mismísima Presidenta de la Nación. La causa está en manos de la jueza Sandra Arroyo Salgado, de estrechísima relación con Stiuso.
El abogado de Yofre es Daniel Rabinovich, que visitó a Nisman el viernes.
El sábado por la mañana, Nisman le preguntó a su custodio favorito como podía hacerse de una pistola.
Ambos hechos pueden haber tenido alguna relación.
Digo, sólo por mencionar una hipótesis. ¿No le habría prometido Rabinovich a Nisman alguna intercepción telefónica, alguna conversación en la que aparecieran la Presidenta o su canciller?
Llama la atención que no haya medio alguno que se esté preguntando quién es y a qué se dedica este homónimo del famoso luthier y que funciones cumplía exactamente para la UIF o al menos para Nisman, personalmente. Y que haya tantos medios -practicamente todos- que minimicen su despido de la UIF-AMIA destacando sólo el del ya famoso Diego Lagomarsino.
Cuando Fernando De la Rúa asumió la Presidencia, este sector sufrió una severa purga y casi mil agentes de todo tipo se vieron privados de sus emolumentos (la SIDE, en tiempos de Menem, llegó a tener un presupuesto de 900 millones de pesos/dólares anuales) como eslabones de “la cadena de la felicidad” -que el secretario Hugo Anzorreguy perfeccionó tras reemplazar a Yofre-, volcándose muchos de ellos a la actividad privada, lo que hizo florecer el negocio de las pinchaduras de teléfonos y computadoras y la venta de esos audios y textos, delito por el cual están procesados, entre otros el columnista Carlos Pagni, el general Daniel Reimundes (alías “Dragoncito verde”) y los responsables de los portales Urgente 24 y Seprin, Edgar Mainhard y Héctor Alderete.
El más comprometido es Yofre, que durante estos años se ha convertido en un exitoso escritor y en el principal referente de los nostálgicos de la dictadura gracias a su acceso irresticto a los archivos de la SIDE y el disuelto Batallón 601 de Inteligencia del Ejército.
Yofre está acusado de ser el jefe de una asociación ilícita que habría interceptado exitosamente, entre otras muchas, conversaciones de la mismísima Presidenta de la Nación. La causa está en manos de la jueza Sandra Arroyo Salgado, de estrechísima relación con Stiuso.
El abogado de Yofre es Daniel Rabinovich, que visitó a Nisman el viernes.
El sábado por la mañana, Nisman le preguntó a su custodio favorito como podía hacerse de una pistola.
Ambos hechos pueden haber tenido alguna relación.
Digo, sólo por mencionar una hipótesis. ¿No le habría prometido Rabinovich a Nisman alguna intercepción telefónica, alguna conversación en la que aparecieran la Presidenta o su canciller?
Llama la atención que no haya medio alguno que se esté preguntando quién es y a qué se dedica este homónimo del famoso luthier y que funciones cumplía exactamente para la UIF o al menos para Nisman, personalmente. Y que haya tantos medios -practicamente todos- que minimicen su despido de la UIF-AMIA destacando sólo el del ya famoso Diego Lagomarsino.
