CASA ROJA
Este lodazal de inmundicias logrado por el kirchnerismo no es mi Patria,
ni la de los granaderos que combatieron por la Libertad, ni la de los
combatientes que en Malvinas dieron lo mejor de sí por la dignidad
nacional. Prueba esta foto la decadencia moral e intelectual del país:
La imagen del criminal comunista Ernesto Guevara exhibiéndose en la Casa
de Gobierno, entronizado en la Galeria de Patriotas Latinoamericanos y
al lado de las Islas Malvinas como Bandera Nacional, es la imagen del
cambalache.
Un apátrida, por asesino de hombres y libertades traidor a
la nacionalidad, usurpando el lugar que le corresponde por derecho
propio a cualquiera de los hombres o mujeres que dedicaron sus vidas al
bien de la República Argentina.
El régimen kirchnerista, que es el mismo proyecto totalitario explicado
por George Orwell en "Rebelión en la granja" y "1984", dedica gran parte
de su propaganda a mentir diciendo "Tenemos Patria". Lo dicen desde su
pretensión de refundar todo, como si la Patria no existiera antes del 25
de Mayo de 2003. Boquean "Patria" sin entender el concepto, capaces por
eso de incurrir en las mismas aberraciones escatológicas del chavismo
que la esgrime como alternativa a la escasez de papel higiénico.
Pero los argentinos, como el bravo Juan Lavalle le hizo entender a Simón
Bolívar, tenemos Patria desde 1810; acaso desde antes, cuando a
consecuencia de las invasiones inglesas Don Vicente López y Planes, el
gran Bardo de la Libertad, escribió su poema "El triunfo argentino".
Es necesario reaccionar ante la agresión a la identidad nacional que
significa el kirchnerismo. Hacerlo desde la historia, honrando la
memoria de los buenos argentinos. Por eso les digo a los jóvenes: si hay
un rostro que merece tu remera, es este. Si hay un ejemplo que seguir,
es este. Si hay un cuadro que merece las paredes argentinas, mucho más
mientras la Casa Rosada siga siendo la Casa Roja y no la de todos los
argentinos, es este.
El rostro de un PATRIOTA con el alma limpia, el Teniente Roberto Estévez
con su mirada transparente de joven argentino, chico de barrio, amigo,
hermano, uno de los nuestros. El que ordenó "seguirme" al marchar al
combate y que herido de gravedad dedicó sus últimas palabras a la
protección de sus soldados.
Nuestros héroes, todos ellos simbolizados en Roberto Estévez, no
lucharon por arriar la Generala Albiceleste y reemplazarla por un trapo
rojo, ni por cercenar nuestras libertades, ni por quitarle territorio a
la Nación. Nuestros héroes, combatieron por mantener la Celeste y Blanca
flameando altiva, para asegurar los beneficios de la Libertad y en
defensa de la integridad territorial de la Patria.
Más allá de todo canto de sirena, nuestro Himno Nacional nos dice
quienes fuimos, quienes somos y quienes debemos ser. Si olvidamos su
mandato seremos apenas un montón de parias sobre el territorio que
alguna vez supo, y quiso seguir siendo, la República Argentina.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López