Dos noticias: La agenda Gay de Bergoglio
Inédita apertura a los católicos gays en El
Vaticano
Philip Pulella - Reuters
Un destacado grupo estadounidense católico en
favor de los derechos de los homosexuales recibió un tratamiento especial por
vez primera en El Vaticano, iniciativa analizada por sus miembros como un signo
de cambio en la Iglesia.
“Esto es debido al ‘efecto Francisco”,
dijo la hermana Jeannine Gramick. Ella es cofundadora de New Ways Ministry,
entidad que atiende a los homosexuales católicos y promueve los derechos de los
gays dentro de los 1.200 millones de fieles de la Iglesia. Gramick y el
director ejecutivo, Francis DeBernardo, encabezaron la peregrinación de 50
homosexuales católicos a la audiencia en la Plaza de San Pedro.
Cuando el grupo peregrinó a Roma durante los
papados de Juan Pablo II y Benedicto XVI fueron ignorados. Esta vez, un obispo
estadounidense y un alto funcionario del Vaticano los ayudaron a sentarse junto
a dignatarios y grupos católicos especiales. Cuando pasó el Pontífice cantaron
“All are welcome” (”Todos son bienvenidos”), un himno que simboliza su deseo de
una Iglesia más inclusiva.
Una lista de participantes facilitada por El
Vaticano se refirió a “un grupo de laicos acompañados por una monja”, sin
mencionar que se trataba de una organización pro derechos gay.
“Esto significa que hay movimiento en nuestra
Iglesia, movimiento para dar la bienvenida a las personas desde el armario
exterior al interior”, apuntó Gramick.
Varios meses después de su elección Francisco
hizo su célebre comentario acerca de que no podía juzgar a los gays que tienen
buena voluntad y buscan a Dios. Pero hasta el momento no ha dado señales de que
la Iglesia vaya a cambiar sus enseñanzas de que, aunque la homosexualidad no es
un pecado, los actos homosexuales sí lo son.
El pasado octubre, una reunión de obispos de
todo el mundo realizada en Roma para debatir sobre la familia hizo público un
informe provisional que pedía más aceptación de los gays en la Iglesia. Este
pasaje fue suavizado en la versión final del informe, después de que los
obispos conservadores se quejaron.
DeBernardo dijo que las parejas católicas de
gays y lesbianas y otras familias no tradicionales deberían ser invitadas para
hablar ante los religiosos sobre su fe y su sexualidad.
Visto
en: La
Gaceta
SEÑALES
PARA KASPER Y SU GAVILLA - Catapulta
En la misa por los nuevos cardenales,
Francisco dijo en la homilía:
“Jesús, nuevo Moisés, ha querido curar al
leproso, ha querido tocar, ha querido reintegrar en la comunidad, sin autolimitarse por los prejuicios;
sin adecuarse a la mentalidad dominante de la gente; sin preocuparse para nada
del contagio. Jesús responde a la súplica del leproso sin dilación y sin los consabidos aplazamientos para
estudiar la situación y todas sus eventuales consecuencias.
Jesús no tiene miedo de este tipo de
escándalo. Él no piensa en las
personas obtusas que se escandalizan incluso de una curación, que se
escandalizan de cualquier apertura, a cualquier paso que no entre en sus
esquemas mentales o espirituales, a cualquier caricia o ternura que no
corresponda a su forma de pensar y a su pureza ritualista. Él ha
querido integrar a los marginados, salvar a los que están fuera del campamento
(cf. Jn 10).
Son dos lógicas de pensamiento y de fe: el
miedo de perder a los salvados y el deseo de salvar a los perdidos. Hoy también
nos encontramos en la encrucijada de
estas dos lógicas: a veces, la de los doctores de la ley, o sea, alejarse del
peligro apartándose de la persona contagiada, y la lógica de Dios que,
con su misericordia, abraza y acoge reintegrando y transfigurando el mal en
bien, la condena en salvación y la exclusión en anuncio.
El
camino de la Iglesia es el de no condenar a nadie para siempre…
Y esto comenta Elisabetta Piqué, dilecta intérprete de las franciscadas:
“Si
cuando lleva casi dos años de pontificado alguien no tenía claro que éste es el
rumbo, ayer Francisco, que no casualmente eligió este nombre, quiso
recordarlo”.
“En una homilía-bomba sobre la compasión y la
misericordia que debe reintegrar a los marginados, evidentemente escrita y pensada al milímetro y calificada por un
veterano vaticanista como un capolavoro, Jorge Bergoglio volvió a decir
cuál es su idea de reforma. Y dejó en
claro que seguirá adelante, más allá de las resistencias. No por nada
recordó que Jesús y los apóstoles Pedro y Pablo en su época escandalizaron y
tuvieron resistencias y hostilidad”.
“En el sínodo de octubre pasado (que fue la
primera parte de un proceso que seguirá en octubre próximo), por primera vez se
discutieron temas tabú que hacen a la familia, como la comunión a los
divorciados vueltos a casar. Esto puso a la defensiva a sectores intransigentes, minoritarios pero influyentes, que tienen
otra visión de Iglesia, una Iglesia para pocos selectos y que temen un desmoronamiento
de la doctrina.”
La hermeneuta Piqué celebra de antemano “el
desmoronamiento de la doctrina”. Dios no lo permita, pero si eso será posible
es porque en Santa Marta hay un desmoronador.
Visto
en: Catapulta
Nacionalismo Católico San Juan Bautista