domingo, 31 de mayo de 2015

LA GAZETA FEDERAL-LA MISIÓN ESPÍNDOLA AL PARAGUAY

 
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LA MISIÓN ESPÍNDOLA AL PARAGUAY                           

Semana de mayo


(01) Las Provincias y la revolucion de mayo
(02) El comisionado
(03) La mision Espindola
(04) Fuentes
(05) Artículos relacionados.


Las provincias y a revolucion de mayo

Producida al
revolución de mayo de 1810, Buenos Aires ve la necesidad de lograr la adhesión de las provincias. La tarea no sería sencilla, porque en las provincias había un fuerte sentido de localismo y de autonomía. 
 Algunas incluso habían jurado lealdad a la Junta de España, y no a la de Buenos Aires, como era el caso del Alto Perú, Asunción y Montevideo. Pero lo Junta de Buenos Aires estaba dispuesta a lograr la adhesión y sometimiento de las provincias, por las buenas o por las malas. La Junta puso sus miras en Paraguay, que había jurado fidelidad a la junta de España. Lograr la adhesión paraguaya era una forma de meter una cuña entre las otras dos provincias rebeldes: el Alto Perú y la Banda Oriental.


El comisionado
Para lograr su propósito, la Junta de Buenos Aires nombra al paraguayo Coronel José Epíndola, que se encontraba circunstancialmente en Buenos Aires, para llevar los pliegos oficiales a Asunción. La designación del comisionado no fue una elección acertada, ni mucho menos. El Coronel Espíndola había sido lugarteniente del Gobernador Lázaro de Rivera, y contaba con ciertos méritos militares, pero su actuación en al Comandancia de Villa Real de la Concepción, había despertado las antipatías de los paraguayos. Espindola no era bien visto en Paraguay. Era un hombre de carácter brusco y pendenciero, amigo de pleitos y embrollos.
Cuando las invasiones inglesas, Espindola marchó a Buenos Aires al mando de las tropas paraguaya, y en el ínterin fue remplazado en la comandancia de al Villa Real por Carlos Genovés. Espindola pidió su reposición al Virrey Sobremonte, que le fue concedida, pero el gobernador Velazco, que estaba en Buenos Aires, se opuso recordando la mala conducta de de Espindola, y solicitando al Virrey que se conforme la designación de Genovés: “Que se declare privativo del Gobierno de la Provincia del Paraguay la provisión de la comandancia de Villa Real, asi como ha sido siempre y es en las demás Villas y poblaciones, pues de otro modo no puede el Gobernador responder al Rey de las fronteras que- ha jurado responder” (Velazco a Liniers. Buenos Aires VIII 1807. A.G.N.A. Intendecia del Paraguay 1805-1809)
A pesar de la protesta de Velazco, Espindola fue repuesto en la comandancia de la Villa Real, y más tarde remplazado nuevamente. Espindola reaparece en Buenos Aires en marzo de 1810 peticionando ante el Virrey por segunda vez su reposición en el cargo, lo que originó una enérgica protesta de Asunción ante el Virrey Cisneros (Reservado del Cabildo de Asunción a Cisneros. Asunción III-10. A.G.N.A., A.G.B.A.,1810, XXXVIII)
Guerra del Paraguay  - Leonardo Castagnino La misión Espíndola
No obstante estos complicados antecedentes, la Junta de Buenos Aires lo elige como comisionado para llevar los pliego de la Junta. El 5 de junio de 1810 Espindola comunica a la Junta su llegada a Santa Fe y la entrega de los pliegos al Tte. Gobernador don Prudencio María de Pestananduy. El 5 de junio llega a Corrientes y entrega los pliegos al Tte.Gobernador don Pedro Fontevilla, y al día siguiente continúa viaje rumbo a Asunción, a donde espera llegar “dentro de cuatro días para avisar a V.E. las resultas de aquella parte. Hasta aquí no hay novedad que pueda interesar al zelo de V.E.”
Cuando Espindola llega a la Villa del Pilar, convoca al Cabildo y lo obliga a jurar a la Junta Provincial de Buenos Aires (Mariano Antonio Molas, Descripción Histórica de la Antigua Provincia de Paraguay) Pero la presencia de Espindola, que habló de levas para enviar tropas a Buenos Aires, provoca revuelo y malestar en la campaña.
De la Villa del Pilar, Espíndola pasa a Asunción, donde llega el 21 de junio y pone los pliegos en manos de Velazco. Poseía Velazco la nota del 26 de mayo deponiendo al Virrey, y contaba además con informes y comunicaciones privadas recibidas desde Montevideo y Buenos Aires, que le advertían de las intenciones de Espíndola y del carácter subversivo de la Junta de Buenos Aires, a pesar de su declarada fidelidad a Fernando VII.
Un episodio vino a complicar la situación. En una conversación privada, Espindola declaró haber sido designado como Comandante de Armas de Paraguay, y que tenía instrucciones secretas de la Junta para deponer al Gobernador. Ya sea lo dicho por Espindola una simple jactancia, o una mala interpretación del interlocutor, lo cierto es que el confidente difundió la noticia, que llegó a oídos del gobernador. Velazco entonces ordena a Espindola que salga en forma inmediata con destino a Villa Real, donde quedará confinado, pero Espíndola, en vez de cumplir la orden, se dirije aguas abajo y se embarca en un buque anclado frente a Villa Franca. Una comisión comandada por el Tte. Rafael Zabala Rodriguez Peña intenta frustrar la fuga, y tras accidentada y espectacular persecución, Espíndola logra huir, dejando tras de si un reguero de amenazas para los enemigos y promesas para los amigos. (Blas Garay. La Revolución de la Independencia del Paraguay, p.25) La fuga y persecución de Espíndola fue descripta por Fulgencio R, Morena en Estudios sobre al Independencia del Paraguay, conforme a documentos del Archivo Nacional Paraguayo.
Dos meses más tarde, el 8 de septiembre de 1810, muere Espíndola en Buenos Aires, luego de incubar en el ánimo de la Junta la idea de una expedición de represalia armada contra Paraguay.

Fuentes:

- Chavez Julio Cesar. Relaciones entre Buenos Aires y Paragauy 1810-1813
- La Gazeta Federal
www.lagazeta.com.ar

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