¡AY, RANDAZZO!... ASÍ SE GENERA UN DÍA DE FURIA
La incompetencia general malestar, pero de primera intención uno
comprende que el que trabaja se equivoca y que ser un experto -al fin de
cuentas- no es más que haberse equivocado mucho hasta aprender como son
las cosas. Por lo tanto, frente a la primera metida de pata del otro,
siendo que no soy perfecto y he patinado varias veces, asumo una actitud
comprensiva.Así que cuando llegó el DNI de mi hija con un número de CUIL equivocado,
fui tranquilamente al puesto del RENAPER donde lo había tramitado, DOT
Saavedra, y les expliqué que la AFIP no me reconoce el número del DNI y
que el CUIL en el reverso corresponde a otra persona.
"Disculpe usted, caballero". Me dijeron amablemente y tomando nota del
error que asumieron como propio volvimos a realizar el trámite, esta vez
sin costo obviamente. Así que la niña volvió a posar frente a la cámara
y pasados los días llegó el segundo DNI, el ejemplar "B" que sólo se
diferencia del primero en que es el B en lugar del A y en que la foto
muestra a la joven con un peinado distinto. Coquetería femenina,
digamos. Pero, ¡ay Randazzo!, el CUIL sigue siendo de otra persona y el
número de DNI sigue sin ser reconocido por el sistema cuando quiero
cargarlo en AFIP.
Así que vuelvo al DOT, explico otra vez con esa extraña sensación de
falso deja vú que la volvieron a pifiar. Y nuevamente asumen el error,
lo cual en el fondo no deja de ser admirable para empleados de un
gobierno que no asume ninguno. Hay que hacerlo de nuevo, me dicen. En
eso estoy de acuerdo, pero hay que hacerlo bien porque repetir lo mismo
esperando un resultado distinto sería de desquiciado. Así que pido que
averigüen donde está la falla. Llaman por teléfono y luego me comunican
que antes de hacer el tercer DNI, es decir el ejemplar "C", tengo que ir
ANSES para hacer una rectificación de datos.
Muy bien, sonrío respirando honda y pausadamente, sabiendo que en estos
días la vida se está encargando de picanearme las bolas a cada rato,
exhalo y pregunto fingiendo, con el saldo de poca cortesía que todavía
puedo sostener, si el trámite es personal y en ese caso a qué dirección
debo ir. Se me responde que es personal y que debo ir a Perón 644. Pido
que me lo anoten, porque mi memoria cuando vengo vapuleado tiende a
fallar, y me voy llevando las instrucciones para el trámite del
arbolito, perdón, del DNI.
Suerte que no fui directamente, quería saber el horario de atención.
Llame al 130, ANSES, y me indican que en esa dirección no hay ninguna
dependencia del organismo. "Que raro lo que está pasando" me dijo la
operadora antes de indicarme dirección y horario de la oficina en la que
debo seguir el trámite. Hoy no, mejor no. Mañana, después de desayunar
un té de tilo...
Soy un tipo tranquilo, clase media de Vicente López (si me permiten
presumir), abogado a falta de mejores estudios, por formación
generalmente puedo sobrellevar el tedio administrativo y soportar
amansadoras que lindan con sesiones de tortura, entiendo que en la vida
hay objetivos antes que plazos, porque viviendo en Argentina no se
pueden tener parámetros de eficiencia suiza, y desde luego no espero
excelencia en nada que haga la burocracia estatal puesta al servicio del
régimen kirchnerista.
A falta de supremacía de la Constitución Nacional, República, derechos
individuales y esas cosas sin importancia que hacen monótona la vida en
países sin este sabor bananero de modelo tercermundista, claramente el
Estado argentino es ya esencialmente un aparato de propaganda y control
social que, secundariamente, como quien no quiere la cosa, se dedica a
hacer lo que haría un Estado medianamente normal (no es el caso), así
que... paciencia; pues no por mucho mal putear se corrigen nuestros
males. ¿Se corrigen nuestros males? ¿Es eso posible? Tilo para todos, y
todas...
Pero, siempre hay un pero, aunque Piero me cante al oído que vaya
tranquilo, manso y tranquilo, una parte de mí se empeña en recordarme
-¡ay Randazzo!- que una vez que se dispara con ciertas armas siempre se
quiere la oportunidad de volver a usarlas.
Por eso, si salgo en la sección policiales, sepan entender el modo espontáneo en que se fue formando mi día de furia.
Ariel Corbat, La Pluma de la Derecha
Estado Libre Asociado de Vicente López