viernes, 22 de mayo de 2015

PORQUE PASA LO QUE NOS PASA?

 Después de haber leído el artículo que editamos a continuación, año 2002 o 2003 estimativamente, lo consideré como un claro recurso para hacer entender la instalación del poderoso sistema que impera en el mundo actual. Sistema que además en breve tiempo, puede llegar a resultar la FORMALIZACION del tan "mentado" NUEVO ORDEN MUNDIAL. Los católicos, apostólicos y romanos, seguidores de la tradicional doctrina, fundada por el mismo Cristo Rey, no podemos menos que a este reinado, como el del mismo "anticristo". Sugiero a los amigos, sepan admitir la extensión del editorial, rogándoles a su tiempo un intenso análisis y en lo posible hacer conocer lo que otros medios parecieran ignorarlo.  

SUPRACAPITALISMO
¿POR QUÉ NOS PASA LO QUE NOS PASA?
ESTRATEGIAS DE UN AGUJERO NEGRO.

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Dice Liddell Hart que "los hombres fácilmente dejan de ver lo que tienen ante los ojos, a pesar de que el engaño se encuentre en la propia evidencia de las cosas, de tal manera que el arte de conservar un secreto reside en mostrarse tan abierto sobre la mayor parte de las cosas, (que las pocas que verdaderamente importan o se sospecha siquiera que existan".
Así la globalización es tratada profusamente bajo sus más variadas formas: globalización de la economía, de las comunicaciones, de la tecnología, de la pobreza, de la solidaridad y ahora..¿ hasta del terror, lo que justificaría una nueva globalización, la de la violencía, pretendiéndose fuerza justiciera; pero nada se dice de la concomitante centralización del poder. Sin embargo, a poco de profundizar la cuestión, se vislumbran estrategias diversificadas, que subordinadas a una estrategia globalizadora, coadyuvan a un objetivo común emanado de un centro de poder, que no es tangible, que ni la bien controlada oposición antiglobal denuncia y que podemos confirmar por las infidencias de algunos personajes globales.
Resolvernos a tratar esta cuestión en forma seria implica, dado que es una realidad inédita, renovar los esquemas que han servido de referentes hasta el momento, a fin de poder alcanzar un diagnóstico acertado que permita proyectar estrategias adecuadas; de lo contrario seguiremos levantando cadalsos a las consecuencias y pedestales a las causas.
Esta realidad es análoga a la de los agujeros negros que pueblan el espacio sideral. En éstos la densidad de la materia es tal, que la gravedad engulle hasta su propia luz, dejándolos potencia "discreta", ocultas hasta al telescopio más sofisticado, y tan sólo evidente por los fenómenos que origina: la desaparición de luminarias que antes lo eran. De igual manera mediante el trabajo paciente de observación, a partir del atropello de las soberanías, el empobrecimiento de los pueblos en medio de sus mismas riquezas, el vasallaje político y la dependencia económica de naciones otrora independientes, se podrá descubrir una realidad, tan impensada como la de los agujeros negros, de un poder discreto pero terriblemente eficaz que, sin prisa pero sin pausa, lo va engullendo todo.
En la medida en que el poder obra, existe; sea por acción directa o indirecta, por conquista o derrumbe moral; en forma evidente o discreta, mediante la guerra o con un alentador apretón de manos: "No está solo, cuente con nosotros", por las armas o el empréstito; al modo de los seres encarnados, por figurar el de las naciones, o —y aquí radica la dificultad— al de los espíritus puros, que por no tener cuerpo no tienen rostro, lo que da completa libertad de acción, agilidad, ubicuidad, versatilidad como para volverse... y volver a volverse si fuera necesario; pero por sobre todo, da total impunidad.
En fin, el refinamiento ha hecho que las estrategias frontales de la Edad Media hayan dado lugar a formas sutiles para disminuir la resistencia a fin de alcanzar el sometimiento de las voluntades opuestas, que es el objetivo de toda estrategia, trátese de la guerra o del marketing. Se ha dejado el yelmo y la armadura, y 1 guerra se ha diversificado —al modo de bomba fragmentaria, que al tocar suelo esparce los proyectiles— alcanzando todas las realidades: económicas, sociales, culturales, religiosas; de tal manera que la guerra amada que comenzó en Afganistán, que hoy sigue en Palestina, que continuará en Irak y que se prolongara hasta el último rincón donde se encuentre la resistencia, no es distinta de la guerra económica que aquí sufrimos; sólo son distintas las estrategias. Para aquellos de voluntades irreductibles, son las bombas; para nosotros, que somos "light", alcanza con el no menos letal, aunque incruento, empréstito.
Somos el tubo de ensayo de la más refinada estrategia, la de "vencer al otro por medio de sí mismo". Proveyendo los medios materiales (nuestras riquezas) y humanos (nuestros intelectuales y dirigentes), quedamos artífices de nuestra propia ruina, y así cambiamos la especie al espantoso crimen. Aparente suicidio colectivo, que deja al homicida impune, y libre para seguir perpetrándolo: ¡tan patético, como genial!
  SUPRACAPITALISMO
Comprender esta realidad que a todos interesa, deviene un trabajo arduo, por cuanto en ella el poder real "subsiste en" el poder formal, a manera de simbiosis, pero no es "idéntico a" él. Así, el nuevo orden mundial, resulta ser el secreto bien guardado tras la fachada de una potencia imperial en busca de la hegemonía; fachada que a su turno, siguiendo el derrotero de las demás naciones, pasará a engrosar la opaca materia de este agujero negro.
EMPRÉSTITO: ESTRATEGIA DE AVAROS.
Argentina transita hoy las últimas etapas hacia la globalización definitiva, y lo hace del brazo del empréstito. Seguramente nada le será quitado del cáliz de amargura que deberá beber: inflación, más desempleo, miseria, desintegración social, anarquía, y hasta, de ser necesario, la convulsión armada, todo debidamente previsto y controlado.
Lo que hoy sufre, no es consecuencia de esas "equivocaciones que hacen divertida a la economía", como lo expresó cínicamente Horst Kóhler, director gerente del Fondo Monetario Internacional; dado que pese a su relativa juventud, este organismo es, en lo suyo, heredero de experiencia varias veces secular, lo que hace improbable los yerros. Pero entonces... ¿cómo pudo acabar así?
Ya en 1924, Reginal McKenna, miembro de la Cámara de los Comunes, dirigiendo la palabra en el Midland Bank decía: "Me temo que al hombre de la calle no le gustaría saber que los bancos pueden crear y de hecho crean dinero. El volumen del dinero en existencia varía solamente con la acción de los bancos acumulando o reduciendo los préstamos. Los que controlan el crédito de una nación dirigen la política de su gobierno y tienen en sus manos el destino del pueblo". La enjundia de esta cita invita a la reflexión y el análisis; aunque breve encierra toda la problemática argentina.
Trataremos de describir el mecanismo del empréstito, mediante el cual la riqueza de los pueblos de las naciones se trasiega a las arcas privadas, con el consiguiente descalabro social; y lo haremos de tal manera que pueda entenderlo el hombre de la calle, aunque debamos recurrir a las manzanas, y cansemos a los entendidos.
Partamos de la base de que en el mundo hay suficientes riquezas como para satisfacer las necesidades de todos sus habitantes. Estos bienes están representados por el dinero, que a tal efecto vale como resultado, permitiendo el intercambio de aquéllos. Al ser producto de una convención, es una creación ficticia, y en sí mismo improductivo.
Mediante la distorsión de dichas características, en manos de corazones avaros, se ha engendrado el empréstito, sobre el que se edifica el enrevesado sistema financiero que mueve la economía mundial.
LA HISTORIA COMIENZA ASÍ:
Los banqueros que operaban en Europa a principios del siglo XVII, eran custodios del oro y la plata de sus convecinos, a cambio de lo cual retenían una pequeña parte en pago de sus servicios: el interés. El banquero extendía un recibo: "promesa de pagar", que se destruía al ser retirados los bienes. Con el tiempo, por comodidad, los recibos de "promesas de pagar" se hicieron transferibles, y de hecho, se convirtieron en dinero.
Hasta aquí todo iba bien, conforme al orden natural de las cosas. El dinero, o "promesa de pagar", correspondía exactamente con el valor de los bienes que significaba, y el banquero cobraba un modesto interés por el servicio de custodiarlo.
Pero la experiencia diaria le enseñó al banquero que los depositantes retiraban sólo el 10% de los depósitos para sus gastos, quedando en las arcas del banco el resto. Como esto se daba por regla general, el banquero decidió multiplicar las "promesas de pagar" sobre el mismo depósito y las prestó, cobrando por ello (dado que se suponía que se privaba de su dinero en favor de otro) un suculento interés; nace así el empréstito y la usura. Además, en garantía, del supuesto capital, exigía las propiedades del beneficiario: la hipoteca o prenda.
Ahí comienza la distorsión: las "promesas de pagar" ya no correspondían a valores reales, dado que éstos permanecieron invariables, mientras aquéllas se multiplicaron, quedando sin respaldo, aunque se utilizaran como si lo tuvieran. Ha nacido de la nada el dinero abstracto, virtual, y sin eufemismos: dinero falso.
Utilicemos las manzanas, como lo hizo Cachanosky en una nota aparecida en "La Nación" (14/01/02): "Juan lleva $ 1000 pesos físicos —en su valijita— y los deposita en el banco A (supongamos que es todo el dinero que hay en circulación en la economía'); el Banco guarda $ 200 (el 20% de encajes: 10% que es lo que normalmente se retira, y 10% para asegurarse) y presta a Pedro $ 800. Pedro hace un cheque y deposita los $800 en el banco B. Este banco también guarda el 20%, encaja $ 160 y le presta a Nicolás $ 640. Nicolás hace otro cheque de $ 640 y los deposita en el banco C, que guarda $128 y le presta a Lucas $ 512, que hace otro cheque y lo deposita en el banco D. Supongamos que la cadena acaba aquí.
"Ahora veamos cómo quedó el sistema financiero: Juan depositó $ 1000, Pedro $ 800, Nicolás $ 640, y Lucas $ 512. Entre todos podrían retirar del banco $ 2952. Pero sólo hay $ 1000 físicos, los $ 1952 son falsos, (que ha fabricado el banquero, mediante anotaciones entre bancos. El sistema financiero multiplicó por tres el dinero físico inicial".
Cada vez que un préstamo es devuelto, se reciben los suculentos intereses, y el banco se apura a prestarlo nuevamente, así se van acumulando y dando lugar a las grandes fortunas.
Este inicuo negocio funciona a base de la "confianza" de los depositantes, quienes creen que si entregan las "promesas de pagar", saldrán del banco con su dinero físico, pero como el banquero ha multiplicado las "promesas de pagar", si todos se presentan por una razón "x" (que en el caso argentino, no fue espontánea, hubo mano internacional, según lo dejó entrever el representante del Banco Interamericano de Desarrollo) al mismo tiempo a retirar sus depósitos, los bancos, que sólo cuentan con el 20% de los depósitos en encajes, en este caso $ 590, no están en condiciones de cumplir. Entonces, se produce una corrida bancaria y las consabidas quiebras, o se decreta un "corralito" para salvar al sistema financiero, mientras los medios gastan tinta en cortinas de humo.
LA HISTORIA SIGUE ASÍ...
El banquero crea dinero falso, pero, en tiempos normales, el robo se disimula porque gracias a ello se ha podido prosperar: el comercio y la industria están en su apogeo, y el empleo no falta.
Pero... como el dinero se multiplica (y el dinero significa el valor del bien) los bienes cuestan ahora el doble, el triple... y los paga el consumidor, con "inflación"; pero si el banquero deja de prestar "promesas de pagar", los precios bajan y se produce la "deflación".
"En efecto, con el actual sistema bancario, los bancos pueden con sus cheques proporcionar «poder de compra» a los ciudadanos y luego quitárselos, en el momento en que más necesidad tienen de él. La súbita inundación del mercado con dineto «abstracto» (inflación) hace subir los precios y despierta el -interés por aumentar la producción, los mercados quedan abarrotados; la repentina retirada del dinero (deflación), en estas circunstancias, provoca necesariamente una caída general de los precios y al mismo tiempo una riada de bancarrotas, desempleo, hambre".
Thomas Jefferson lo expresaba con clarividencia en el debate en el Congreso de los Estados Unidos sobre la carta de emisión de papel moneda: "Si el pueblo norteamericano alguna vez, permite a los bancos privados controlar la emisión de su moneda (N.d.l.R.: la Reserva Federal lo hace desde 1913), primero por medio de la inflación y luego de la deflación, los bancos privarán al pueblo de toda propiedad hasta que sus hijos se despierten sin techo en el continente que sus padres conquistaron".
¿Cómo puede suceder que pierdan sus propiedades? Volvamos a las manzanas, esta vez con el ejemplo de A.N. Field: "Supongamos que soy banquero, y que le presto $ 1000 a ]uan Pérez con la garantía de su fábrica. A continuación retiro una parte de mis otros préstamos, disminuyendo así el poder de compra dé la región donde tiene su negocio. A consecuencia de esa contracción de la demanda del poder de compra, los precios bajarán (deflación) y Juan Pérez dejará de ganar dinero. Como debe pagarme el interés de mi préstamo, empieza a reducir el personal, pero yo continúo reduciendo mis préstamos, vuelve a reducir el personal, pero yo continúo reduciendo mis préstamos y los precios continúan bajando, y al final Juan Pérez se queda sin recursos. Me dice que no puede continuar pagando los intereses. Entonces le embargo la fábrica que tengo en garantía y la pongo en venta; la oferta alcanza para cubrir la deuda $ 800 por tanto me quedo con la fábrica. Luego comienzo a prestar de nuevo, y los precios vuelven a subir (inflación): la fábrica adquiere valor, porque he vuelto a proporcionar poder de compra a la llamada «demanda» de lo que fabricaba Juan Pérez. De manera que la vendo a $ 5000 y me los embolso. Con toda legalidad le he robado a Juan Pérez su fábrica".
Los ejemplos simplifican y exageran para ser ilustrativos, pero... ¿no responde a esta realidad, la insistencia obsesiva con que el F.M.I. condiciona la ayuda, a que se veten, de la "ley de quiebras", los artículos que suspendían las ejecuciones de sentencias judiciales por créditos hipotecarios y prendarios por 180 días y la cláusula que eliminaba el sistema llamado "cram-down", que permitía a los acreedores hacerse cargo del control de la empresa si no había acuerdo entre las partes? Proyectos que respondían a "una decisión política del Gobierno que ha querido defender a la industria nacional, porque no podemos permitir que los capitales extranjeros se queden con nuestras empresas" (Capitanich). Si completamos con la exigencia de la derogación de la "ley de subversión económica", tendremos la cobertura completa para que el vaciamiento del país a través del sistema financiero siga funcionando sin molestias y con total impunidad.
Pero hay todavía más: "La devaluación era el medio imaginado por el Fondo para reducir el gasto público y, sobre todo, los salarios públicos y privados" ("La Nación", 31/03/02); esto, sumado a su exigencia de no recomponerlos, da como resultado que se queden con las empresas, y con salarios de sesenta dólares logren hacerlas "competitivas" implementando el sistema de "cama caliente", o en su defecto, decidan cerrarlas y traer los productos de sus fábricas en China —cuya principal exportación es la deflación— reteniendo las de valor estratégico.
No caigamos en el engaño de creer, como se sugiere en los medios, que la pobreza es sólo un "accidente" negativo de la globalizadón que puede corregirse. ¡No!... esto "es" la globalizadón económica: "A la economía especulativa ya no le interesa el trabajo, no sabe qué hacer con él. Va detrás del ídolo dinero que se crea a sí mismo. Por eso no tiene ninguna dificultad en transformar a millones de trabajadores en desocupados" (Cardenal Bergoglio, "Clarín", 2/02/02).
„ Con razón Thomas Jefferson decía: "Yo creo que las instituciones bancarias son más peligrosas para nuestras libertades que los ejércitos permanentes..."; y S.S. Pío XI, en la encíclica "Quadragésimo Anno": "Poder inmenso y despótica dominación económica están concentrados en manos de unos pocos. Este poder deviene particularmente irresistible cuando es ejercido por los que, controlando el dinero, gobiernan el crédito y determinan su concesión. Ellos suministran, por así decirlo, la sangre de todo el cuerpo económico, y la retiran cuando les conviene, como si estuviera en sus manos el alma de la producción, de manera que nadie ose respirar contra su voluntad".
Todo esto explica el anhelo de Meyer Amschel Rotschild: "Permitidme emitir y controlar el dinero de una nación, y ya no me importa quiénes sean sus gobernantes".
¡Y se lo permitieron! El primer Banco nacional en pasar a manos privadas fue el Banco de Inglaterra. Estados Unidos siguió el ejemplo: el 23 de diciembre de 1913, subrepticiamente, dado que la mayoría de los miembros del Congreso pasaba las vacaciones de Navidad en sus hogares, se hizo votar, la ley "Federal Reserve Act", que autoriza el establecimiento de una Corporación de la Reserva Federal, con un Consejo de directores. Por esta ley se arrebató al Congreso el derecho de la creación y el control del dinero, y se lo concedió a dicha Corporación, que es una EMPRESA PRIVADA. Su mentor y miembro del primer Directorio, fue Paul Warburg, quien auguró el gobierno mundial; ni siquiera era norteamericano, como tampoco lo son, de pura cepa, los capitales de la Corporación. De tal manera, el Estado norteamericano es tan deudor (cinco billones y medio de dólares, las dos terceras partes del Producto Bruto Interno de 1998) de la Banca privada a través de la "Federal Reserve Act", como nosotros lo somos a través del Fondo Monetario Internadonal.
Estamos ante una trilogía, con el Sistema de la Reserva Federal a la cabeza, que controla el dólar en Estados Unidos y la economía estadounidense, mientras que el Banco Mundial y el F.M.I. junto con los grandes bancos privados, controlan el flujo monetario en dólares fuera de Estados Unidos y las economías del resto del mundo. Que la Reserva Federal sea una agencia del gobierno estadounidense es una formalidad que resulta de la simbiosis, y que las otras dos pertenezcan a la O.N.U., es una formalidad que resulta de la estrategia; en realidad, esta trinidad profana pertenece al "nuevo orden".
De esta manera la economía mundial está en manos de la Banca privada, la que mediante el empréstito, estrategia de avaros, va trasvasando las riquezas de los pueblos de las naciones a sus arcas privadas.
He aquí una confesión de parte que nos releva de extendernos más. Sir.Josiah Stamp, por entonces segunda fortuna de Inglaterra, presidente de los Ferrocarriles Británicos y del Banco de Inglaterra, decía a 150 profesores de la Universidad de Texas: "El sistema bancario fue concebido en la iniquidad y nació en el pecado. Los banqueros internacionales poseen la tierra. Quitadles todo lo que tienen, pero dejadles el poder de crear depósitos (N.d.l.R.: promesas de pagar), y con unos cuantos plumazos crearan los suficientes depósitos para recuperarlo todo otra vez. Pero si le quitáis el poder de crear dinero, todas las grandes fortunas desaparecerán, incluyendo la mía, y éste será un mundo mucho más feliz. Pero si queréis continuar siendo esclavos de los bancos y pagar los costos de vuestra propia esclavitud, dejadles continuar meando depósitos" (citado por "Common Sense", Nueva Jersey, 1/04/70).
Quienes reducen nuestro problema a la corrupción de nuestra clase dirigente se dejan engañar por las cortinas de humo; en realidad ellos sólo recogen las migajas con las que pagan su felonía.
Estos arquitectos de la Finanza Internadonal utilizan a la economía para provocar la miseria y desencadenar el caos necesario, a fin de llevar a las naciones a aceptar de buen grado o por la fuerza el Gobierno Mundial. Y así es que, aunque las atas que hemos seleccionado parezcan escritas para la Argentina de hoy, lo son en realidad también, para el resto del mundo, incluyendo a los muy alegres, ingenuos, y prósperos Estados Unidos, en un futuro no lejano; que Usted, seguramente, llegará a ver.
ANA MARÍA PADÍN DE BRANDALISE (El contenido económico de esta nota es extracto y adaptación de "La Finanza y el poder", de Joaquín Bochaca)