miércoles, 27 de mayo de 2015

La Mariconización de la neo-iglesia


La Mariconización de la neo-iglesia


  Nota de NCSJB: El siguiente fragmento pertenece a un artículo de Steve Woods, publicado en Dads.org con el título “Family Synod lasting harm” con el cual disentimos en la mayoría de sus conclusiones; sin embargo, rescatamos un fragmento que nos parece contundente respecto a los efectos de la “mariconización de la neo-iglesia”.
 Traducción: Augusto TorchSon
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  No puedo recordar donde me encontré con esta pregunta sobre la Guerra Civil, "¿Por qué los soldados de la Guerra Civil no retrocedían en la batalla cuando les tocaba enfrentar a los cañones cargados con municiones antipersonales con muchas bolitas de acero?" A menudo me preguntaba cómo los hombres se mantenían marchando hacia adelante para enfrentar una muerte casi segura y haciendo que despedacen sus cuerpos sin piedad. Seguramente tenían un  valor y una valentía poco comunes. Sin embargo, ¿Había otro movimiento dinámico impulsándolos a enfrentar una tan horrible muerte?
  Los soldados de la Guerra Civil marcharon a la batalla en unidades compuestas por hombres pertenecientes a sus propios pueblos natales y estados. Si un hombre retrocedía en batalla, su cobardía implicaba que no podía volver a casa como un hombre. Su reputación estaba en juego. La gran mayoría de los soldados que enfrentaban la munición de los cañones, preferían perder la vida en lugar de perder su virilidad.
  Muchos líderes de la Iglesia Católica necesitan desesperadamente aprender una lección de los soldados de la Guerra Civil. Los hombres tienen un profundo instinto divinamente incrustado de preservar su masculinidad y por lo que rechazan los ambientes feministas y pro-homosexuales.
  Leon Podles en su importante libro, "La Iglesia Impotente: La feminización del cristianismo", afirma:
  "Si la feminización de la Iglesia continúa, los hombres empezarán a buscar su sustento espiritual fuera de las iglesias, en las religiones falsas o inadecuadas, con consecuencias muy perjudiciales para la iglesia y la sociedad.
  Los intentos actuales en las distintas denominaciones cristianas por normalizar la homosexualidad, más que cualquier otra cosa, convencerán a los hombres heterosexuales que a la religión es mejor mantenerla a una gran distancia.
  Las iglesias católicas que cultivan un ambiente gay (Arquidiócesis con servicios a Gays y Lesbianas, coros gay, charlas de tolerancia hacia homosexuales en las escuelas) alejarán a los hombres heterosexuales. El miedo al afeminamiento es una de las mayores motivaciones en hombres que a veces prefieren morir a parecer afeminados".
  Millones de esposas católicas se preguntan por qué sus maridos no quieren ir a Misa con ellas. Del mismo modo, miles de brillantes y hermosas jóvenes se preguntan en voz alta: "¿Dónde están los jóvenes católicos con los cuales unirse en matrimonio?" Me temo que es el final para muchos de esos buenos hombres, debido a la afeminada atmósfera imperante en la Iglesia católica contemporánea. El homosexualizado ambiente eclesiástico contemporáneo es el penúltimo nivel de feminización, y es nauseabundo para el olfato de los hombres normales.
 

Agradecemos a nuestra amiga Empera Sol por acercarnos el artículo.
Nacionalismo Católico San Juan Bautista