EL CULTO A SATANÁS
Carta oficial de los miembros del Oriente Templo Satánico
Parece
claro que estamos llegando a la etapa final del proceso revolucionario,
o sea al punto en el que el hombre adore abiertamente al Diablo. La
revolución hippy fue una preparación a distancia del reinado del
Diablo. Se rompieron las últimas barreras de la Civilización Cristiana,
se echaron abajo las restricciones y las buenas costumbres para que el
hombre entrara en una nueva etapa de la barbarie, en un nuevo
paganismo, un orden de cosas – no puedo llamarlo civilización – cuya
cabeza ya no es Cristo sino el mismo diablo.
Cuando utilizo la expresión el reino del diablo, alguien podría objetar que estas palabras son demasiado fuertes. Hace veinticinco años, cuando por primera vez las escuché en una charla del Prof. Plinio, en la que explicaba que el proceso revolucionario terminaría en este reinado, me pareció inverosímil. Pensé: Nadie con sentido común o espíritu religioso admitiria tal cosa.
Pero hoy veo que su predicción era cierta. Cada vez más el diablo se muestra abiertamente y pide ser adorado. Cada vez más ambientes, más formas de ser y de vestir, más bailes y músicas son satánicos. Y en la atmósfera que nos rodea de incoherencia, con la indiferencia y contradicción que hoy respiramos, casi nadie se sorprende por las cosas que hubieran causado consternación extrema en la sociedad hace dos décadas.
Permítanme ofrecer algunos ejemplos para demostrar esto. La adoración abierta del Diablo en Detroit en el Templo Satánico no sólo crece en todos los segmentos de la sociedad, y especialmente entre los jóvenes, sino que el 27 de julio de 2015, en el capítulo del Templo en Detroit se tuvo la audacia de presentar píblicamente una estatua de bronce de 9 pies, de 2,000 libras de peso, de Baphomet, un demonio con cabeza de cabra, a la que pusieron en un almacén alquilado para rendirle culto público.
Una estatua de bronce de 9 pies de Baphomet, demonio con cabeza de cabra, se dio a conocer recientemente en Detroit
Fiesta de rockeros bajo una luminosa cruz invertida
Algunos asistentes a la fiesta llegaron con un “look” como su amo y señor Satanás
Lucifer en la Ciudad de Los Ángeles
Encontramos
otra indicación de la complacencia del mundo moderno con el diablo en
un signo sutil de bienvenida. Se trata de que en los nuevos programas
mejor situados de esta temporada en la FOX-TV, hay una serie titulada Lucifer.
Para
muchas personas de hoy que están acostumbradas a los vampiros, brujas y
otros temas ocultos, el efecto no parece ser pequeño. En la serie, el
Ángel caído, aburrido
de estar en el infierno, Lucifer, la Estrella de Ia Mañana, decide
abandonar su reino y venir a Los Ángeles a disfrutar de la buena vida,
los coches rápidos, las mujeres y la vida lujosa.
FOX presenta una Lucifer simpático que todavía puede ser redimido
Después
de un tiempo, él cae bajo la influencia de un abogado (señora, por
supuesto) que parece ajena a sus poderes. ¿Por qué es esto? No porque
ella sea católica y guarde los Diez Mandamientos, sino simplemente
porque está comprometida con temas de justicia social. Es el nuevo tipo
de “buena persona”, que, es triste decirlo, la Iglesia Conciliar
también aprueba.
Al final,
otro demonio llamado Amenadiel es enviado desde el infierno para exigir
el regreso de su señor al inframundo. Y así tenemos la gran pregunta:
¿será el diablo rescatado y podrá. volver al mundo del mal o como es
bueno podrá permanecer con nosotros? Es un tema que absolutamente haría
las delicias de von Balthasar y de sus discípulos Juan Pablo II y
Benedicto XVI. El diablo rescatado del infierno por una “llamadita
telefónica ” hecha por el “bueno”. En resumen otro tema conciliar
apropiado para un un guión de Hollywood.
Mis
lectores podrían preguntar: “¿Qué tiene de malo esto?” Este tipo de
programas tienden a que los hombres acepten una nueva versión del
diablo, una criatura más aceptable, que no hay por qué rechazarla. En el
fondo de la mente se siembra la idea de que la “vieja manera” de ver al
diablo es anticuada y es incorrecta; la nueva manera de ver las cosas
presenta a un Lucifet que no es tan mal tipo después de todo. Todo
esto se hace en nombre del humor y la tolerancia.
Si bien la
presentación de Baphomet por el Templo Satánico es descaradamente
blasfema y horrenda, la introducción de programas como Lucifer es
una forma más sutil e insidiosa para inocular en la mente de los
hombres una aceptación del Diablo y de su reinado. Desde mi punto de
vista, en realidad es más peligrosa, porque una vez que un hombre ha
entrado por esta vía, está en el camino recto y fácil para aceptar
abiertamente el satanismo en la sociedad. Continuará
Publicado 24 de agosto 2015 por Tradition in Action
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