El ojo habrá sido de vidrio pero su cara fue de piedra
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Tras haber robado los “fondos de santa Cruz”, luego del
enriquecimiento a costa de la usura y después de haber protagonizado los
escándalos de las compras de tierras fiscales a precio vil, tras su
muerte, Néstor Kirchner dejó como heredera dinástica de tan indecorosa
familia presidencial a su mujer, quien justifica su crecimiento
patrimonial alegando ser “abogada exitosa”, pese a que no existen
constancias de que alguna vez se haya recibido en la facultad de
derecho. Un lustro después de la muerte del jefe de la banda, ha
recrudecido el escándalo Hotesur (con firmes sospechas de lavado de
dinero) aparecen inocultables evidencias vinculares entre Lázaro Báez y
la familia Kirchner.
A pesar de lo obvio, todavía mucha gente siente simpatía por el
fallecido malviviente Néstor Kirchner y la viuda supérstite, motivo por
el cual consideramos necesario transcribir gráfica y fílmicamente las
siguientes declaraciones emitidas tiempo atrás por el propio Néstor
Kirchner, quien en reportaje televisivo tras ser consultado sobre su
sospechoso patrimonio y especialmente sobre sus sórdidos negociados en
las tierras del Calafate, el patagón nos ilustró con la siguiente
explicación poniendo de manifiesto, entre otras cosas, su intensa vida
espiritual:
“Yo gracias a Dios, desde que estoy en la política, más que
acrecentar mis bienes personales, fui para atrás, no me pasa lo que a
otros dirigentes que a partir de haber entrado a la política o no tenían
fortuna o no tenían nada, y yo tengo absolutamente todo declarado
cuando fui intendente, cuando fui gobernador las tres veces… y compramos
un terrenito que tiene una hectárea, en mi provincia (no en Miami, ni
en Montevideo, ni Nueva York), que es un terrenito que me costó 27 mil
pesos, que Dios quiera pueda hacer una casa para compartir con mi
familia en El Calafate (ciudad turística por excelencia en mi provincia a
la cual amamos), y los compré de cara a la sociedad pagando los
impuestos como corresponde… ¿Sabés qué pasa? Algunas veces cuando no se
puede voltear o mancillar a alguien desde la idea de la acción, muchas
veces se les ocurren este tipo de cosas que yo las acepto
cristianamente. (…) A veces la política tiene este tipo de agravios y
descalificaciones que yo las absorbo con absoluta resignación
cristiana”.
En realidad, en un país normal Kirchner y su mujer lo que tendrían
que haber aceptado con resignación cristiana o mundana hubiese sido,
como mínimo la cárcel.
Ver las insólitas declaraciones del inigualable caradura: