jueves, 9 de junio de 2016

Carta sobre "Ni Una Menos" - Por Julieta Lardies (Red Federal de Familias – Misiones)

Carta sobre "Ni Una Menos" - Por Julieta Lardies (Red Federal de Familias – Misiones)

Sr. Director

           Nuevamente, nos encontramos ante una convocatoria nacional bajo la denominación de “Ni Una Menos”.
          

           En principio, dejemos asentado nuestro repudio de toda injusta violencia hacia cada mujer, hacia cada niño, hacia cada anciano, hacia cada hombre. La noticia de una joven maltratada nos duele y mucho, como nos duele la noticia del niño muerto a golpes por sus propios progenitores o del anciano torturado y asesinado a manos de una pandilla de drogadictos o del obrero acuchillado para ser despojado de su salario. Este tipo de violencia indiscutiblemente nos indigna. No únicamente cuando la víctima es una mujer.

           Ahora bien, ocurre que, como siempre, hay quien intenta aprovecharse de estas situaciones utilizando la indignación de la gente en su propio beneficio. Y ésto es lo que ocurrió con la primera convocatoria “Ni Una Menos”, y ocurrirá sin dudas con la segunda que se llevará a cabo este viernes 3 de junio.

          “Ni Una menos” es el arma encubierta –el Caballo de Troya– que utilizan ciertos grupos para introducir en la Argentina nada menos que el crimen del aborto. Así lo demuestra el primer petitorio oficial, redactado por los organizadores de la marcha. Petitorio que se hizo firmar a los asistentes de la misma y que en su primer punto pedía la implementación de la ley 26.485, que abre las puertas al aborto. Resultado: la gente firmó engañada (como también engañada participó de la marcha), desconociendo que con ello se convertía en cómplice del aborto en nuestro país.


Sin que la palabra “aborto” (término nefasto y de negativa connotación) fuese pronunciada, los organizadores lograron que cada persona que asistió a aquel primer “Ni Una Menos” favoreciera esta práctica oculta y criminal. La concurrencia y las firmas hubiesen sido mínimas si el verdadero propósito se hubiese manifestado claramente. Y es que abortar es acabar con una persona inocente. Eliminar una vida que late dentro del vientre de una mujer. Y ésto no puede menos que causarnos repulsión, rechazo, indignación y (como mínimo) resistencia. Resistencia a aceptar que esté bien destruir a una persona.

La gente que asistió a la marcha deseaba repudiar los actos injustos de violencia contra un ser humano y, engañada, terminó apoyando exactamente lo contrario.

“Ni Una Menos” (ahora lo decimos con pruebas en la mano) busca igualar la decisión de tener un hijo con la decisión de abortarlo, como si diera lo mismo dar a luz a un niño que eliminarlo antes de nacer. Busca hacernos creer que el aborto es una cuestión de “salud”, cuando sabemos que ni el niño es una enfermedad, ni el embarazo una patología, ni el médico puede exterminar a nadie. “Ni Una Menos” quiere hacernos creer que el trauma de una violación se soluciona matando a una criatura inocente, convirtiendo a su madre en autora de un homicidio agravado por el vínculo.


            En fin, este es el ya claro propósito de la convocatoria de este viernes. Lo alertamos antes y no se nos creyó. Pero ahora sus mismas organizadoras lo proclaman abiertamente. Y como dice el viejo adagio: “A confesión de parte, relevo de pruebas”.

           Que ningún hombre de buena fe apoye con su presencia esta engañosa y oscura marcha con olor a muerte.

Julieta Gabriela Lardies
DNI 32.985.316

Delegada Provincial – Red Federal de Familias – Misiones