Carta sobre "Ni Una Menos" - Por Julieta Lardies (Red Federal de Familias – Misiones)
Sr. Director
Nuevamente,
nos encontramos ante una convocatoria nacional bajo la denominación de “Ni Una
Menos”.
En
principio, dejemos asentado nuestro repudio de toda injusta violencia hacia
cada mujer, hacia cada niño, hacia cada anciano, hacia cada hombre. La noticia
de una joven maltratada nos duele y mucho, como nos duele la noticia del niño
muerto a golpes por sus propios progenitores o del anciano torturado y
asesinado a manos de una pandilla de drogadictos o del obrero acuchillado para
ser despojado de su salario. Este tipo de violencia indiscutiblemente nos
indigna. No únicamente cuando la víctima es una mujer.
Ahora
bien, ocurre que, como siempre, hay quien intenta aprovecharse de estas
situaciones utilizando la indignación de la gente en su propio beneficio. Y
ésto es lo que ocurrió con la primera convocatoria “Ni Una Menos”, y ocurrirá
sin dudas con la segunda que se llevará a cabo este viernes 3 de junio.
“Ni
Una menos” es el arma encubierta –el Caballo
de Troya– que utilizan ciertos grupos para introducir en la Argentina nada menos que
el crimen del aborto. Así lo demuestra el primer petitorio oficial, redactado
por los organizadores de la marcha. Petitorio que se hizo firmar a los
asistentes de la misma y que en su primer punto pedía la implementación de la
ley 26.485, que abre las puertas al aborto. Resultado: la gente firmó engañada
(como también engañada participó de la marcha), desconociendo que con ello se
convertía en cómplice del aborto en nuestro país.
Sin que la palabra “aborto” (término nefasto y de negativa
connotación) fuese pronunciada, los organizadores lograron que cada persona que
asistió a aquel primer “Ni Una Menos” favoreciera esta práctica oculta y
criminal. La concurrencia y las firmas hubiesen sido mínimas si el verdadero
propósito se hubiese manifestado claramente. Y es que abortar es acabar con una
persona inocente. Eliminar una vida que late dentro del vientre de una mujer. Y
ésto no puede menos que causarnos repulsión, rechazo, indignación y (como
mínimo) resistencia. Resistencia a aceptar que esté bien destruir a una
persona.
La gente que asistió a la marcha
deseaba repudiar los actos injustos de violencia contra un ser humano y,
engañada, terminó apoyando exactamente lo contrario.
“Ni Una Menos” (ahora lo decimos con
pruebas en la mano) busca igualar la decisión de tener un hijo con la decisión de
abortarlo, como si diera lo mismo dar a luz a un niño que eliminarlo antes de
nacer. Busca hacernos creer que el aborto es una cuestión de “salud”, cuando
sabemos que ni el niño es una enfermedad, ni el embarazo una patología, ni el
médico puede exterminar a nadie. “Ni Una Menos” quiere hacernos creer que el
trauma de una violación se soluciona matando a una criatura inocente,
convirtiendo a su madre en autora de un homicidio agravado por el vínculo.
En
fin, este es el ya claro propósito de la convocatoria de este viernes. Lo
alertamos antes y no se nos creyó. Pero ahora sus mismas organizadoras lo
proclaman abiertamente. Y como dice el viejo adagio: “A confesión de parte,
relevo de pruebas”.
Que
ningún hombre de buena fe apoye con su presencia esta engañosa y oscura marcha
con olor a muerte.
Julieta Gabriela Lardies
DNI 32.985.316
Delegada Provincial – Red Federal de Familias – Misiones