La prensa bienpensante oculta.
Por Nicolás Márquez
Hace apenas 10 días, es decir
el 9 de junio del corriente, los 47 jueces, de los 47 países del
Consejo de Europa, que integran el pleno del Tribunal de Estrasburgo1 (el tribunal de
Derechos Humanos más importante del mundo), ha dictado una sentencia de enorme
relevancia, la cual fue y es sorprendentemente silenciada por el progresismo
informativo y su zona de influencia.
En efecto, por unanimidad, todos los 47
jueces, han aprobado la sentencia que establece textualmente que “no existe el
derecho al matrimonio homosexual”.
El dictamen fue fundado en un sinfín de
considerandos filosóficos y antropológicos basado en el orden natural, el
sentido común, informes científicos y por supuesto, en el derecho positivo.
Dentro de esto último fundamentalmente la sentencia se basó en el artículo No.
12 del Convenio Europeo de Derechos Humanos. Dicho artículo equivale a los
artículos de los tratados sobre derechos humanos, tal el caso del 17 del
Pacto de San José y al No. 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos.
En la histórica y nada difundida resolución,
también ha dicho el Tribunal que la noción de familia no sólo contempla
“el concepto tradicional del matrimonio, a saber, la unión de un hombre y de
una mujer” sino que no se debe imponer a los gobiernos la “obligación de
abrir el matrimonio a las personas de mismo sexo”. En cuanto al principio
de no discriminación, el Tribunal también añadió que no hay tal
discriminación dado que “los Estados son libres de reservar el matrimonio
únicamente a parejas heterosexuales”
Compártase o no el fallo preguntamos:
¿Sabía Ud. amigo lector de esta trascendental
noticia?, ¿la leyó o la escuchó en algún medio de difusión local o
internacional mas o menos convencional al menos cómo “crítica”?. Muy
difícilmente su respuesta sea positiva.
Y si acaso no existe ningún “Lobby
internacional” apañado en la ideología de genéro dado que dichas conjuras
no son más que una paranoia imaginativa de “los sectores reaccionarios”
volvemos a preguntar:
¿Entonces por qué un fallo de semejante tenor
provisto por el tribunal Internacional de Derechos Humanos más importante del
mundo con voto unánime y representativo de los 47 países europeos no trascendió
en ningún lado?.
Por lo pronto, en estas líneas te informamos
de aquello que la nueva izquierda expresamente oculta y que el centrismo
bienpensante ignora o apaña por funcional cobardía.