sábado, 25 de junio de 2016

OPINIÓN. Contra la jauría de infames hipócritas, en defensa de la memoria de Néstor y de los intereses del pueblo

OPINIÓN. 

Contra la jauría de infames hipócritas, en defensa de la memoria de Néstor y de los intereses del pueblo

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Los incesantes ataques a la memoria de Néstor (y también de Cristina, pero no estoy pensando en ella, sino en él, que no puede defenderse) por parte de gnomos sicalípticos (como Feinmann El Malo, como los Leuco) que van a recibir letra a la quinta de Olivos y lo pintan como un ladrón sin más horizontes que el enriquecimiento personal y los descerebrados que repiten como loros lo que leen/escuchan en la prensa hegemónica, me ponen malo.Néstor fue el campeón que nos rescató de la inopia y puso al país en las vías de desarrollo que habían sido dinamitados por el gorilaje y (flor de paradoja) por los autodenominados desarrollistas primero, y por los militares cipayos después… Y que como si aquello fuera poco reconcilió al peronismo con los derechos humanos, hizo juzgar a los exterminadores y retomó la senda de la integración continental.


Todas las calumnias, vertidas por una legión de hipócritas mercenarios, ese desagradecimiento, ese odio del Partido del Extranjero a las virtudes de Néstor me recuerdan una canción del gran Chico Buarque, cuya letra transcribo y que pueden escuchar aquí: http://www.musicafusion.com/letra-cancion-geni-y-el-zepelin-chico-buarque.html

http://bloquejsrn.com.ar/portal/wp-content/uploads/2012/04/NESTOR-KIRCHNER.jpg
De los rengos y los tuertos
del bajo fondo del puerto
ella estuvo enamorada.
Su cuerpo es de los errantes
vagabundos e inmigrantes,
de los que no tienen nada.
Se entregaba desde niña
en garajes o cantinas,
tras la pileta, en el monte.
Reina de los prisioneros,
las locas, los pordioseros,
los gurises del asilo.
A menudo a su cuidado
hay viejitos deshauciados
y viudas sin porvenir
Es buena como son pocas,
por eso la ciudad toda
repitiendo ha de seguir:
¡Tírenle piedra a Geni!
¡Ti­renle piedra a Geni!
Hecha está para aguantar,
hecha está para escupir,
se entrega no importa a quién.
¡Maldita Geni!
Un día surgió brillante
entre las nubes, fluctuante,
un enorme zepelín.
Se pará entre los edificios
Abrió unos mil orificios
con mil cañones así.
La ciudad toda espantada
se quedó paralizada,
casi se vuelve jalea.
Mas del Zepelín gigante
descendió el comandante
diciendo “Cambié de idea”.
“Cuando vi en esta ciudad
tanto horror e iniquidad
resolví­ hacerla explotar.”
“Mas puedo evitar el drama
Si es que aquella hermosa dama
de noche se entrega a mi”.
Esa dama era Geni,
mas no puede ser Geni:
hecha está para aguantar,
hecha está para escupir.
¡Se entrega no importa a quién!
¡Maldita Geni!
Sin que se lo propusiera
de tan ingenua y sincera
cautivó al forastero.
El guerrero tan vistoso,
tan temido y poderoso,
quedó de ella prisionero.
Ocurre que la doncella
-y eso era secreto de ella-
tenía también sus caprichos
y a darse a hombre tan noble,
tan oliendo a brillo y cobre…
¡Prefería amar a los bichos!
Al oir tal herejía
La ciudad en romería
su mano vino a besar
El prefecto de rodillas,
el obispo a hurtadillas,
el banquero y su millar.
“Anda con él, ve Geni
Anda con él, ve Geni”,
la que nos puede salvar,
la que nos va a redimir.
¡Se entrega no importa a quién!
¡Bendita Geni!
Fueron tantos los pedidos,
tan sinceros, tan sentidos,
que ella dominó su asco.
Esa noche lancinante
Entregose a tal amante
como quien se da al verdugo.
Tanta suciedad él hizo
relamiéndose de vicio
hasta quedarse saciado.
Y no bien amanecía
partía en una nube fría
con su zepelín plateado.
Con un suspiro aliviado
ela se acostó e lado
y trató de sonreír.
Mas luego al rayar el día,
la ciudad en gritería
ya no la dejó dormir
Tírenle piedra a Geni,
tírenle piedra a Geni,
hecha está para aguantar,
hecha está para escupir:
se entrega no importa a quién
¡Maldita Geni!
Yo no voté a Néstor en el 2003 pero me di cuenta de mi error antes de que asumiera. Y le tengo un agradecimiento… cósmico, tan grande como es mi desprecio por la jauría de hienas malolientes que se han atrevido no sólo a profanar su sepulcro sino ahora tambien la casa de sus padres.
Me dirijo a quienes recientemente han descubierto que Néstor era un hombre del Partido Justicialista, que, como no tenía fuerzas para oponerse, ordenó votar la entrega de YPF a cambio de más de sesiscientos millones de dólares para la provincia y que solventó su carrera política en base a los aportes de empresas que extraían y extraen las riquezas de la provincia: petroleo, carbón y minerales, peces, langostinos y calamares.
Me pregunto y les pregunto: ¿De qué otra manera podría haber permanecido en carrera durante la segunda década infame?
¡Basta de gataflorismo!
Y ya que estamos haciendo preguntas: ¿Qué hace la policía de la ciudad de Buenos Aires en Río Gallegos? ¿Qué locura es ésta? Fueron de civil… ¿Qué pasaría si un policía santacruceño los enfrentase y matara a alguno?
Vivimos en una pesadilla tal que es imprescindible analizar a fondo como fue que se dilapidó todo lo que habíamos logrado. Y hacerlo sin por eso paralizarnos mientras reestablecemos lazos con el pueblo llano, sometido en estas horas aciagas a un incesante ataque en beneficio de sus explotadores de siempre.