Te lo juro yo
LO INVEROSIMIL
“Hoy un juramento, mañana una traición...”
Gardel y
Le Pera
Realmente, el
juramento de los últimos diputados electos me llenó de desazón. No todos, por
cierto, pero varios agregaron a la tradicioanl fórmula por lo más elevado,
otra, burdo por lo más bajo, por lo demás absolutamente innecesario, y por si
fuera poco, nada menos que, algunos, por Néstor y Cristina, y otros por la
militancia, lo que a mi entender constituye una blasfemia, equiparar a NUESTRO
Creador con dos politiqueros y una rentabilidad mercenaria en particular.
Además, si lo que
juran es respetar la Constitución, el texto de la misma considera a dichos
personajes, sin lugar a dudas, “infames traidores a la patria”. Véase su artículo 29, donde se especifica:
“El Congreso no puede conceder al Ejecutivo nacional facultades
extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarle sumisiones o
supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos
queden a merced de gobiernos o persona alguna.
Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable y
sujetarán a los que los formulen, consientan o firmen a la responsabilidad y
penas de los infames traidores a la Patria”.
Este insólito
juramento se presta por dos personajes que encuadran a la perfección en el
artículo. Por ejemplo, por haber
consentido los actos de Menem, y no haberlo condenado por los mismos como
hubiera correspondido; lo que constituye una burla a la ley, y por tanto a la
República. Estamos entonces ante una
paradoja inquietante: hay diputados que juran defender la Constitución
invocando el nombre de dos infames traidores que la violaron cuanto quisieron.
Párrafo aparte para
el rabino Bergman que juró “sobre el Tanaj, la sagrada biblia hebrea”. Para Araceli Ferreyra, que lo hizo por Rosa
Guarú, según ella “madre biológica de San Martín” y por Enrique Castro Molina
que lo hizo “por el compañero Hugo Moyano”.
Para el lector dado
a las sospechas, le juramos que todo esto es cierto. Se lo juramos por la colección completa de
“Cabildo”.
Vicente Cadenas