De impostores y falsarios. Por Miguel De Lorenzo
Hace unos días llegó al país el ¿
mandadero papal y ahí nomás de la nada, se fraguó una escenografía, que
de tan absurda parecía ficción, pero resultó real.
Reunidos en una mesa estaban Gustavo
Vera, M. Sánchez Sorondo y Hugo Moyano quienes a puerta cerrada,
hablaron para un grupo “selecto”, acerca de la estrategia elegida por
Francisco para imponer sus ideas políticas.
Un curioso conjunto de impostores y
falsarios, a quienes nada debe haberles costado menos que ocupar ese
escenario, consagrado desde hace innumerables años, a la poética del
engaño y la manipulación de los verdaderos trabajadores.
Sería no menos tedioso que inútil comentar algo del dueño de casa, don Moyano, de quién casi todo fue dicho.
En cambio no sabemos, tal vez ni el
mismo Vera acierte a precisar cuál sería su actual vínculo con
Francisco. El hecho es que el tipo obedece a pesar de haberlo dejado
colgado del pincel, ya que después de denunciar la existencia de los
burdeles de Zaffaroni, impulsado por el cardenal Bergoglio, pasado un
tiempo, su señoría el mismo de la trata y los burdeles, fue invitado y
recibido con alegría y honores por el ahora Papa Francisco.
Es que los designios de Francisco
transitan por caminos ocultos, al mejor estilo de las sociedades
secretas. Nadie busque una hoja de ruta, no hay jugadas previsibles, un
desmadre de ambición y de poder político parecería indicar la azarosa
senda.
Sorondo acaba de ejecutar una pequeña
nueva infamia, esta vez contra el país. De acuerdo a las órdenes
recibidas se reunió con los sindicalistas, tuvo lugar una estrafalaria
conversación acerca de los pobres, el capitalismo y el cambio
climático, entre el desenfadado cinismo de Sorondo y los
multimillonarios de la CGT,
La
visita debía ser reservada, curiosamente tuvo lugar la muy pública
CGT, pero eso sí, a puertas cerradas, todo discreto para que nadie
sospechara – sin buenas razones – que Francisco, una vez más,
intervenía en la vida política argentina impulsando a los Fernández.
Leímos que Sorondo afirmó: “Es
providencial tener un Papa argentino…tenemos que defender e impulsar su
programa que es la defensa de la casa común, de la madre tierra… porque
el capitalismo salvaje pone el centro en el dinero, y no en el ser
humano y en su casa común…”
Sorondo sabemos que usted es capaz de
cualquier cosa, aún de las menos dignas, pero eso de contarnos que viene
a combatir al capitalismo salvaje, en la CGT, y con un empresario tan
rico como Moyano, de onda se lo digo Sorondo, suena raro.
Por otra parte, si bien es cierto que
usted percibe bajo el agua, desde este lugar nosotros no lo vemos a
Moyano interesado en la madre tierra, o preocupado por el cambio
climático; por cierto no es más que una sensación, pero créanos, de
verdad no parece.
En una de las entrevistas que Francisco
concedió hace un par de años, al director del periódico marxista
Reppublica, Scalfari le pregunta al Papa qué papel tiene la política en
su pontificado.
“Ninguno – contesta Francisco – al menos mientras yo esté aquí “
No habían pasado más de 48 hs de esa
respuesta, cuando llegó al país S. Sorondo, que se reunió con un grupo
de dirigentes sociales y políticos con la intención de crear el
partido RIEL, o sea la red de industriales y empresarios laudadistas.
Nada más hermoso que la claridad.