martes, 24 de septiembre de 2019

SIN RECUERDO NI VERGUENZAS

Sin recuerdos ni vergüenza: hablan como si supieran, como si pudieran y como si jamás hubieran estado

Sin recuerdos ni vergüenza: hablan como si supieran, como si pudieran y como si jamás hubieran estado
10:30 – (Por Rubén Lasagno) – La Argentina del desgano, la vagancia estratificada, el “planismo masivo”, el autoritarismo y la corrupción, está a la vuelta de la esquina. Una porción importante de la ciudadanía les hizo creer que pueden volver y sin memoria ni vergüenza, los kirchneristas se preparan para hacerse del poder en el mes de octubre en las urnas y en diciembre si es que (como dicen ellos y los medios ambivalentes) la gente los elije para que vuelvan a poner orden y tranquilidad al país que en el 2015 se los sacudió por corruptos, mentirosos, saqueadores públicos, traidores a la patria e inoperantes.
Pero claro, la culpa de que vuelvan a soñar con el poder no es de ellos, es de Mauricio Macri y su discurso de amor y paz que no era de tanto amor ni tanta paz, sino más bien una falacia absurda de un grupo de soberbios afines al populismo, pero del otro lado de la reja; ese populismo que se hace desde la despreocupación de tener la billetera llena, sus intereses personales y capitales fuera del país, como si eso les diera suficiente valor y entidad para jugar una aventura con la vida de 40 millones de argentinos.
 
Es decir, que la multiprocesada Cristina Fernández y el bucólico Alberto, puesto como mascarón de proa de campaña, vean corroborados sus sueños, no es por méritos propios, es por descarte y bronca de una sociedad que no se banca ni se resigna a dejar impune la mentira oficialista y el engaño del cultor de los globos amarillos. Ahora bien, lo que viene es sencillamente contradictorio: ¿Pueden pensar esos argentinos, que trayendo al poder a la misma gente que nos hundió, nos puede reflotar? ¿O, como dicen algunos periodista de buenos recursos, Alberto Fernández es “tan distinto” que le marcará la cancha a CFK y su gobierno es la única herramienta para encarrilar este “desastre?.
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En la última aparición pública de la ex presidenta que usa su libro como coraza y excusa para hablar sola (histórica monologuista) y no aceptar preguntas, marca todo un pensamiento de cómo somos los argentinos. Ella, sin duda, representa al país del chamuyo, tras la práctica del eficiente relato K que por doce años mantuvo subyugado a gran parte de los argentinos, mientras sin interferencias sus secretarios y testaferros vaciaban las arcas públicas y nos robaban en la cara, en las calles y en las rutas, las riquezas de una nación sin norte y sin futuro; si hoy piensa que aquellos delincuentes institucionalizados, pueden ser la salvación de la Patria, estamos en un verdadero problema.
En la Matanza (dónde si no) CFK dijo “Hay una tentación muy fuerte darle y darle a Macri. Que no les hagan creer que esto (en referencia a la crisis económica) es por la impericia o la incapacidad de un presidente. Que se hagan cargo los que levantaron las banderas de estas políticas durante años y hoy tenemos estas consecuencias”, dijo socarronamente, mientras manda a sus laderos de las villas liderados por Grabois, Delía, Pérsico y Cia a llenar las calles todos los días y presionar por más planes, que este gobierno autoculposo les da a más no poder, restándole fondos a quienes sí, verdaderamente trabajan para aportar con su esfuerzo a estos despropósitos políticos del kirchnerismo más radicalizado.
Lo más increíble vino cuando la autodidacta habló de la energía y las tarifas “Hubo rentabilidades brutales. En dos años una empresa tuvo 345 millones de dólares de ganancias. Si vos vendés iPhone, si vos vendés un invento que quiere todo el mundo, está bien que tengas esa ganancia. Pero cómo podés tener 345 millones de dólares de ganancia en un servicio que es público y además es monopólico” dijo. Y tiene razón, la rentabilidad de las empresas mientras ellos estuvieron 12 años en el poder, les llegaba a través de los miles de millones de “subsidios” que repartían para mantener “pisadas” las tarfias populistas, porque las compañías facturaban el doble que hoy, por izquierda. De paso, una parte de ese subsidio, transformado en retorno iba a parar a los bolsillos del matrimonio K, su mano de obra ocupada y sus testaferros, como quedó demostrado en la causa de los “Cuadernos”.
Y hablando de la prensa crítica preguntó “¿Qué más hay que probar de lo que estamos dispuestos a dar para construir un país diferente? ¿Qué más vamos a tener que hacer para mostrar que no somos lo que les contaron a los argentinos que éramos?”. Como si todo hubiera sido un “cuento” y no abundaran las pruebas a mansalva que corroboran la forma en que saquearon al país, cómo ellos y sus funcionarios se enriquecieron ilícitamente y como si la gente se “creyó” un cuento que los medios críticos les inculcaron como idiotas, para hacerles creer que los malos eran ellos, cuando en realidad son los verdaderos sanadores de la nación, como quedó demostrado en las PASO.
Y por otro lado si uno escucha a Alberto Fernández, el mismo que la destrozó públicamente por muchos años, destapando la olla del poder, donde se cansó de arrastrar a CFK por el piso de la crítica por su ineptitud, su terquedad y la corrupción sistémica que desplegó en sus 8 años de gobierno y 12 junto a su marido, hoy aparece violando sus mismas declaraciones y pretendiendo que le creamos que es un hombre nuevo y que Cristina es un hada de luz.
Realmente si el pueblo argentino piensa que estos especímenes de la corrupción y el fracaso, nos van a sacar del pozo, no tenemos futuro en este país. Hablan como si supieran lo que jamás pudieron hacer, como si pudieran lo que nunca lograron cuando por 12 años manejaron el poder absoluto y se posicionan desde un punto distante del universo, como si jamás hubieran estado en el gobierno.
Las hicieron todas y además de mal, porque dejaron un país fuera del mundo, sobregirado en circulante con una inflación de no se sabe cuánto porque habían anulado el INDEC, pero se supone superior al 40%, una pobreza cercana a la actual, negociaron cuando pudieron para quedarse con los fondos públicos ¿O alguien olvidó los buques fantasmas con gas que nunca llegaron y se pagaron? ¿Los cortes de luz permanentes, el saqueo al Estado con le invento de Enargas y la emergencia energética?. Estos mismos, hoy que la Argentina volvió al mundo a exportar energía, se elevan como críticos y alzan el dedo acusador jugando con la memoria corta de los argentinos y la idiotez de los crédulos.
Si esta mafia vuelve al poder en la Argentina, la culpa (vuelvo a insistir) no será de ellos, será de Mauricio Macri y de quienes, en la sociedad, aún no han madurado lo suficiente para distinguir entre los que quieren repetir la historia para venir por lo que aún queda y todo lo demá que implica un cambio hacia adelante, lo único que nos puede significar realmente una esperanza a futuro para este país incierto, impredecible y cíclico. (Agencia OPI Santa Cruz)