¿Por qué hay convicción de que el kirchnerismo vuelve, aunque su Partido pierda en Octubre?
La campaña de persuasión que organizaron los K, para “plantar” la certeza de un triunfo inevitable
Les está dando un buen resultado, a la fórmula ALBERTO FERNÁNDEZ –
CRISTINA KIRCHNER, la gestión adecuadamente aplicada por ellos y sus
seguidores, tendiente a persuadir a la población de que serán ganadores
en las elecciones de Octubre próximo.
De hecho hay muchos signos manifestados por el público en general, y los Medios, en ese sentido.
No habrá que olvidar que desde prácticamente la misma hora en que
terminaron las elecciones del Domingo 11 de Agosto, y de un modo
bastante sugestivo de parte de quienes apoyaron al kirchnerismo en ese
acto eleccionario -por la rapidez en conseguir la convicción de haber
obtenido una amplia victoria sobre el oficialismo tan sólo con la
información procedente de las bocas de urnas – se instaló la creencia de
que el triunfo a nivel Presidencia de la Argentina, ya estaba
irremediablemente en manos de la fórmula ALBERTO FERNÁNDEZ- CRISTINA
FERNÁNDEZ.
Cierto es que la diferencia pareció abrumadora, pero, en
primer lugar, la misma no es muy superior a la que se manifestó, en
contra de Cambiemos, en la primera vuelta de 2015. Pero hay
otras razones para enfrentar con una cuota de optimismo para el
Gobierno, esa inesperada diferencia a favor de los K, sin necesidad de
acudir al tan escuchado por estos días, argumento de que en Octubre el
mismo contará con los votos de GÓMEZ CENTURIÓN, ESPERT y parte de los
que obtuvo LAVAGNA. Apelar a esto no es demasiado sólido, si se tiene en
cuenta que los FERNÁNDEZ también recibirán el apoyo de todos aquellos
que en las PASO se llevaron las opciones de origen socialista y de
izquierda en general.
Hoy, en rigor de verdad, lo cierto e indiscutible es que hasta el
lector más desprevenido podría advertir que aunque en Octubre ganase las
elecciones presidenciales el grupo encabezado por MAURICIO MACRI, ya
sea en primera o segunda vuelta, la situación de este quedaría
igualmente comprometida, por la probable pérdida del distrito
bonaerense, y además, la del control de las dos Cámaras legislativas a
nivel nacional.
Y ambos cambios con respecto a la todavía vigente situación, no son poca cosa a la hora concreta de gobernar.
Pero en tren de ahondar algo en la cuestión, podría decirse que si
bien aquel golpe, el de las primarias, fue en parte inesperado para el
Gobierno, es fácil imaginar que en la ocasión funcionó una especie de
castigo al macrismo, proveniente de la larga fila de heridos que las
ambulancias tuvieron que recoger en todo el país, víctimas ellos
de las defraudaciones atribuidas al oficialismo, por sus promesas
incumplidas y graves fallas en la Economía, más una virtual sumisión al
peronismo y al kirchnerismo, y a su socio mayoritario (literalmente hablando) el Papa BERGOGLIO, lo que suena a imperdonable.
Ha sido, lo de MACRI y su Gobierno, como un plato servido a los enemigos.
El por qué de esta inexplicable actitud, merecerá alguna futura
reflexión, la que ineludiblemente será muy dura y difícil de ser
aceptada por los argentinos.
Lo recién expresado cuenta con elementos probatorios en abundancia, y
bien visibles por cierto, lo que ha sido, además, manifestado por
ENFOQUES POSITIVOS durante los últimos años, y enfáticamente repetido.
Fue, lo de Cambiemos- y en los últimos meses ha quedado en mayor evidencia-,
una especie de acompañamiento y hasta apoyo del estilo político que
habían venido desarrollando los Gobiernos K, durante más de una década
en que los mismos condujeron el país, cargados de populismo y de
impunidad en importantes sectores de la Justicia, pese a los arrestos y
procesamientos por casos de corrupción que se presentaron, más las
confesiones de los sospechados y más los “arrepentimientos” de parte de
los principales involucrados en los delitos nombrados. Desde ahora, los
procesos judiciales nombrados, comienzan a visualizarse como poco
consolidados y demasiado posibles de pasar a conformar la larga lista de
famosos casos impunes.
Por otra parte, y mirando ahora desde la distancia, fue esa
actitud de enojo muy fuerte que el electorado aún mantiene con el
oficialismo, lo que impulsó el resultado negativo para el mismo, en las
elecciones primarias. Pero ese panorama, y no es poca cosa esta
aclaración, podría revertirse en gran modo en Octubre, cuando los
enojados que entonces votaron contra MACRI hoy prefieran tragarse el
sapo, y aún con la nariz tapada apoyen al Presidente, ante los inocultables peligros que avanzan sobre la Argentina.
Habrá que ver si aún así, le alcanza a éste, para pasar al frente en
los resultados, y mantenerse firme luego, ante el poder que le mostrará
la oposición, sobre lo cual, en estos días los argentinos tienen muchos
ejemplos a la vista.