lunes, 4 de noviembre de 2019

EcoTeología. Por Horacio Giusto

El “Sínodo para la Amazonía” esgrime un nuevo capítulo ruin en la historia del tercermundismo. Concluido el 27 de octubre, dejó preocupantes señales de blasfemia y declaraciones inquietantes que trascienden la Fe para inmiscuirse en las políticas culturales y económicas de cada Estado bajo premisas ecologistas. Prudentes es considerar que el devenir del desarrollo histórico presenta al ecologismo como la más acabada facción antagónica a Occidente que infiltra su pensamiento en cuanto movimiento posible sea[i]. De allí es que resulta común y habitual escuchar a ideólogos anticapitalistas hablar del EcoFeminismo o promover el EcoTerrorismo, pero el reciente “Sínodo para la Amazonía”[ii] pone al descubierto un concepto propio de la subversión cultural: la EcoTeología[iii].
 
Es bien sabido por los sectores tradicionalistas que luego del Segundo Concilio Vaticano afloró en la Iglesia Católica un espíritu modernista que ya supo advertir a tiempo S.S. San Pío X[iv]. Esto fue una gran puerta de apertura para la infiltración de cualquier ideología dentro de uno de los principales pilares de occidente. Durante dos milenios los Santos de la Iglesia no vacilaron en diferenciar lo moralmente correcto de lo erróneo, comprendiendo que si uno predica la Verdad, la misma no puede ser equiparada a cualquier herejía o paganismo. Sin embargo y según la línea moderna, en los últimos veinte siglos parece que todos los santos hombres estuvieron equivocados al sostener que no se puede poner en pie de igualdad a todos los dioses. Este mensaje confuso y ambiguo de los que defienden la libertad religiosa trae aparejado un posicionamiento político que trasciende la mera perspectiva personal en torno a la Fe. Poner en un pie de igualdad a cualquier religión implica admitir que no existe un único norte moral, posibilitando a que cualquier noción de bondad o maldad se deba respetar bajo el concepto de “libertad religiosa”; piénsese que si la prescripción “No Matarás” deja de ser una premisa que no admite debate para quedar librada a la consciencia de cada uno, nada impide que alguna religión precolombina decida tomar aquellas vidas que consideren útiles para el sacrificio.
El “Sínodo para la Amazonía” toma y refuerza la tesis ecuménica para poner en pie de igualdad toda fe dispersa en el mundo, aún las contrarias a la propia doctrina cristiana. El “Documento Final” esboza la tesis de que la Amazonía es una fuente peculiar de la revelación de Dios, ya no como parte de una creación perfecta como considera el hombre de Fe, sino como un lugar teológico del cual surge un “Espíritu” revelador de Verdad. Este espíritu democrático y pluralista del Papa Francisco sostiene que la Iglesia, que fue un artífice fundamental en la civilización de Europa y América, debe mantenerse viva adaptando el mensaje conforme a los tiempos que corren. Básicamente se dice que el pastor debe tener olor a ovejas y no al revés, para que sean estas quienes guíen a la autoridad. Esta constante proliferación de apertura a las periferias encierra una tesis propia de “Las venas abiertas de América Latina”[v]. El papa parece olvidar que la principal función del sacerdocio es guiar almas a su salvación, no andar alimentando pajaritos y plantando helechos. El Sínodo ha dado muestra que importa más el relato falaz de la izquierda verde que atenta contra la tradición que promover un sacerdocio sano y riguroso que respete su propia Fe.
Mientras la izquierda avanza en su relato animalista[vi], la Iglesia modernista lejos de traer al mundo una claridad conceptual que nutra las almas de sus fieles, ha favorecido la presencia de diversas ideologías dentro de su seno. Muchos católicos se ven desconcertados al tener que contrastar un dogma milenario con mensajes tercermundistas que unen a delincuentes como Grabois[vii] con intelectuales animalistas como Peter Singer[viii]. Basta ver como claro ejemplo de ello que, mientras la inmensa mayoría de ecologistas bregan por la reducción poblacional mediante políticas antinatalistas[ix], el Sumo Pontífice se dedicó a congraciarse con discurso de raigambre socialista[x] antes que a interpelar enfática y denostadamente a la iglesia militante a luchar por la Vida y la Familia. Mientras miles de católicos padecen cruentas persecuciones[xi], el líder espiritual muestra más preocupación por interferir en una selva que no es de su propiedad que por bregar por la seguridad de sus fieles. Tal como expresara el presidente de Brasil, cualquier iniciativa para proteger el pulmón verde “debe incluir un total respeto a la soberanía” de su país[xii]; quien es católico sabe que la infalibilidad del Papa[xiii] no es pertinente a sus dichos políticos, razón por la cual nada obsta a que pueda estar equivocado S. S. al favorecer con el “Sínodo para la Amazonía” una agenda globalista que merma la soberanía legítima de una nación.
“A través de alguna grieta del Templo, se ha introducido el humo de Satanás en la Iglesia de Dios” diría Pablo VI; ciertamente podría asegurarse que esa grieta ha sido el modernismo religioso que transforma a la Santa Iglesia Católica en una mera iglesia “poliédrica”. Las verdades inmutables pasan a ser verdades pasajeras que dependen de la aceptación mayoritaria y circunstancial del pueblo, donde importar ceder los principios fundamentales de la Fe con tal de mostrarse flexiva y políticamente correcto a los tiempos que corren. De allí es que no sorprende que en los documentos teologales se hable de “La sabiduría de los pueblos ancestrales afirma que la madre tierra tiene rostro femenino. En el mundo indígena y occidental la mujer es la que trabaja en múltiples facetas, en la instrucción de los hijos, en la transmisión de la fe y del Evangelio, son presencia testimonial y responsable en la promoción humana…”; paulatinamente el EcoFeminismo ingresa en las filas sacerdotales para subvertir valores milenarios y desterrar del todo uno de los últimos faros morales de la sociedad contemporánea.
El Sínodo deja algo más que una “Iglesia con rostro indígena, campesino y afrodescendiente”; establece una agenda cultural en contra de su propia identidad, generando una debacle en aquellos que adversos al Estado, buscan refugio en aquellas instituciones que históricamente limitaron el poder de la Corona. El Sínodo es formalmente cómplice con una agenda globalista que bajo discursos multiculturalistas se enfrenta contra la propia identidad occidental para terminar favoreciendo a una élite de poder, tal como surge con el Club de Roma en 1968. Por todo lo expuesto debe uno entender las sabias palabras de G. K. Chesterton: “Para entrar en la Iglesia hay que quitarse el sombrero, no la cabeza”; sin perder el respeto a la autoridad y jerarquía, le resulta lícito a todo católico expresar aquello que considere que es propio a la fidelidad de su Fe y la tradición. Razón de esto es que cabe uno preguntarse si las posturas modernas esgrimidas en el “Sínodo para la Amazonía” respetan las tradiciones milenarias de la Santa Iglesia por la que tantos santos dieron su vida o, si eventualmente, dicho Sínodo ha servido para abrazar el paganismo y la apostasía.
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[i] Giusto, H. “El ecologista, un subversivo cultural”; Fund. Libre: https://fundacionlibre.org.ar/2017/09/10/el-ecologista-un-subversivo-cultural/
[ii] DOCUMENTO FINAL – ASAMBLEA ESPECIAL PARA LA REGIÓN PANAMAZÓNICA – AMAZONÍA: NUEVOS CAMINOS PARA LA IGLESIA Y PARA UNA ECOLOGÍA INTEGRAL; visto en: http://www.sinodoamazonico.va/content/sinodoamazonico/es/documentos/documento-final-de-la-asamblea-especial-del-sinodo-de-los-obispo.html
[iii] Si bien dicha noción que pone el centro de la teología en la naturaleza posee ya sus años de elaboración, ha sido en los recientes tiempos en que el pensamiento ecologista cobró vigor en donde se puede observar su fuerte injerencia en los campos políticos y culturales.
[iv] Carta Encíclica Pascendi del Sumo Pontífice Pío X sobre las doctrinas modernistas: http://w2.vatican.va/content/pius-x/es/encyclicals/documents/hf_p-x_enc_19070908_pascendi-dominici-gregis.html
[v] El día que Eduardo Galeano renegó de “Las Venas Abiertas de América Latina” – Fue durante la II Bienal del libro y la lectura de Brasilia, en abril de 2014. “No sería capaz de leer el libro de nuevo, porque cuando lo escribí no sabía tanto sobre economía y política”, afirmó aquella vez; visto en: https://www.infobae.com/2015/04/13/1721977-el-dia-que-eduardo-galeano-renego-las-venas-abiertas-america-latina/
[vi] La errónea idea animalista – Por Horacio Giusto; visto en: https://fundacionlibre.org.ar/2018/12/11/la-erronea-idea-animalista-por-horacio-giusto/
[vii] Grabois: “El Papa está a la izquierda mía, soy mucho más moderado que él”; visto en: https://www.lanacion.com.ar/politica/grabois-el-papa-esta-izquierda-mia-soy-nid2214386
[viii] La auténtica tragedia de Peter Singer – Por Horacio Giusto Vaudagna; visto en: https://fundacionlibre.org.ar/2018/04/13/la-autentica-tragedia-de-peter-singer-por-horacio-giusto-vaudagna/
[ix] Antinatalismo, la bandera oculta del ecologismo – Por Horacio Giusto Vaudagna; visto en: https://fundacionlibre.org.ar/2018/03/02/antinatalismo-la-bandera-oculta-del-ecologismo-por-horacio-giusto-vaudagna/
[x] El papa Francisco recordó el sábado 8 de junio que su encíclica Laudato si’ “no es una encíclica verde”, sino “una encíclica social”, es un llamado “a una conversión de las mentes y de los corazones para que el desarrollo de una ecología integral se convierta cada vez más en una prioridad a nivel internacional, nacional e individual”; visto en: https://es.la-croix.com/actualidad/vaticano/el-papa-francisco-invita-a-una-conversion-hacia-una-ecologia-integral#1550aCr1h15HvSz3.99
[xi] Véase como ejemplo:
[xii] Bolsonaro: “Es una falacia decir que la Amazonia es patrimonio de la humanidad” – El presidente de Brasil dice que cualquier iniciativa para proteger el pulmón verde “debe incluir un total respeto a la soberanía” de su país; visto en: https://elpais.com/internacional/2019/09/24/actualidad/1569346309_554039.html
[xiii] El Concilio Vaticano I definió como “dogma divinamente revelado” que “el Romano Pontífice, cuando habla ex cathedra goza de la infalibilidad con la que el Redentor quiso dotar a su Iglesia al definir doctrinas de fe y moral, y consecuentemente, tales definiciones del Romano Pontífice son inmutables por su propia naturaleza (ex sese), y no por el consentimiento de la Iglesia” (Denzinger 1839); visto en: https://infovaticana.com/2018/04/23/cuando-papa-infalible-cuando-no/