domingo, 21 de septiembre de 2014

Vigo acogió una de las convocatorias de la quinta Marcha por la Vida


¡Ni aborto del PSOE, ni aborto del PP!


Dom 21·9·2014 · 20:33h 2


Como podéis escuchar en este vídeo, el título de esta entrada es lo que gritamos esta mañana las personas que acudimos a la Marcha por la Vida en Vigo, convocadas por la Asociación Familiar Viguesa (AFAVI) y por Derecho a Vivir, para denunciar la traición de Rajoy a la promesa electoral con la que ganó las elecciones por mayoría absoluta en de 2011: “Cambiaremos el modelo de la actual regulación sobre el aborto para reforzar la protección del derecho a la vida”.
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¿Quién se va a fiar de Rajoy si traiciona sus promesas?
Sobran las excusas en un tema que afecta al primero de los derechos humanos y que cuesta más de 100.000 vidas inocentes cada año en España. Casi tres años después de aquella victoria electoral, si Rajoy no ha cumplido su promesa es simplemente porque no le da la gana de ser fiel a su palabra. Los votantes han de tomar buena nota de esto, porque es un suicidio político apoyar a un individuo que es infiel a su propia palabra, y que tras llegar al poder prometiendo “reforzar la protección del derecho a la vida”, se ha cruzado de brazos mientras eran eliminados casi 300.000 niños y niñas por nacer en España.
Miembros del PP descontentos con el incumplimiento, en el acto de Vigo
Ya señalé hace unos días que este desprecio de Rajoy a sus propios votantes está generando indignación entre cargos electos del propio PP. Hoy en la concentración de Vigo había miembros del PP, entre ellos uno por el que siento un gran respeto: Ignacio López-Chaves, actual presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, y que ha sido concejal y diputado autonómico del PP. Además de agradecerle su presencia allí -no ha faltado a ninguna de las movilizaciones contra el aborto que se han hecho en Vigo estos últimos años-, le pregunté por la situación en el partido. Creo que su respuesta podría resumirla en una sola palabra: perplejidad. Ignacio es un hombre de principios sólidos, sabe que haber venido hoy a esta movilización le puede acabar costando el cargo, pero allí ha estado. Cabe preguntarse dónde están otros miembros del PP que sí se movilizaban contra el aborto cuando gobernaba Zapatero, pero a los que ahora ya no se les ve. ¿Creen, quizás, que los niños y niñas abortados desde noviembre de 2011 están menos muertos que los abortados durante el Gobierno de Zapatero?
¿Puede convivir una democracia con el crimen sin corromperse a sí misma?
Hoy muchos miles de ciudadanos nos hemos movilizado en distintos puntos de España, para recordar que este tema sí que es importante. Lo es porque si se vulnera el derecho a vivir, todos los demás derechos humanos se ven amenazados. Una verdadera democracia no puede convivir con una matanza de inocentes sin empezar a corromperse y convertirse en otra cosa. No es casualidad que entre los más acérrimos abortistas figuren destacados enemigos de la libertad de educación y de la libertad religiosa, y forofos de dictaduras como la cubana. Tampoco es casualidad que los mismos partidos que han promovido y mantenido las leyes abortistas en España estén salpicados por la corrupción hasta la coronilla. No podemos esperar respeto por las libertades y derechos fundamentales, ni honradez en política de quienes llaman “derecho” a matar a seres humanos inocentes e indefensos.
Podemos acabar con el aborto igual que se consiguió abolir la esclavitud
No quiero terminar esta entrada sin agradecer su asistencia a todos los que han acudido hoy a la Marcha por la Vida en Vigo, en el resto de España e incluso en ciudades extranjeras. Si perdura el compromiso de quienes hoy nos movilizamos por el derecho a vivir, la abolición del aborto tardará aún menos en llegar. Fueron muchos menos los que lucharon en su día por la abolición de la esclavitud; en EEUU les tacharon de fanáticos religiosos y de extremistas, e incluso les acusaron de querer acabar con un “derecho”, el de la posesión de esclavos. Hoy, una vez más, debemos recordar que no hay seres humanos que sean propiedad de otros, y que nadie tiene derecho a matar a un ser humano indefenso clasificándole como un objeto de su propiedad con el que hace lo que le da la gana. No hay ninguna causa social que merezca una fuerte inversión en tiempo y esfuerzo como la que merece la defensa de la vida humana en todo momento y lugar. Si queremos frenar los intentos de erosionar nuestra democracia y nuestras libertades, si queremos conseguir una sociedad mejor y más justa, no lo conseguiremos si transigimos con la muerte cruel y violenta de más de 300 niños y niñas por nacer cada día. En esta lucha por el más primario de los derechos humanos poco nos ha de importar quién gobierne si los que están en el poder -sea el PSOE, el PP o cualquier otro- aceptan como algo normal esa monstruosidad y, para colmo, la financian a costa del dinero de nuestros impuestos.
P.D.: os dejo aquí con la serie de fotos que hice hoy en la concentración de Vigo.