“YO VENCERÉ AL MALDITO SATANÁS”
Llegará la hora cuando, de una manera sorprendente, arrojaré de su trono al orgulloso y maldito Satanás, aplastaré su cabeza bajo mis pies y será encadenado en las profundidades del infierno.”(Nuestra Señora del Buen Suceso, 2 de febrero 1634)
El 2 de febrero de 2010 se celebró en Quito el 400
aniversario de la devoción a Nuestra Señora del Buen Suceso con gran
solemnidad. El día de la fiesta de Nuestra Señora del Buen Suceso cae en
un día festivo reconocido por la Iglesia Católica: La Fiesta de la
Purificación o el Día de la Candelaria.
¿Por qué es tan importante esta devoción en nuestros tiempos?
Entre 1582 y 1634, la Virgen se apareció en Quito
(Ecuador), a una monja de clausura Concepcionista, la Madre Mariana de
Jesús Torres, pidiendo ser conocida bajo el título de “Nuestra Señora
del Buen Suceso”.
Ella habló a la Madre Mariana de los tiempos futuros
de la Iglesia Católica, especialmente del período que comenzaría “a
partir de la segunda mitad del siglo XX”. La Señora describió la grave
crisis que sacudiría a la Iglesia Católica y a la sociedad en general,
condenando, en varias ocasiones, la obra satánica y destructiva de la
masonería, tanto contra la Iglesia Católica como contra la sociedad.
En la aparición de 1582, Nuestra Señora pidió a la
Madre Mariana y obtuvo su consentimiento para ofrecerse como víctima de
sacrificio no sólo por su convento y por su país, sino también
especialmente por la Iglesia católica universal y por la sociedad que,
en aquel período del siglo XX, como profetizó, tendría una crisis
dramática y profunda.
La Virgen insistió en la necesidad de la oración, la
mortificación, la penitencia y el sufrimiento, no sólo como una ofrenda
grata a Dios, sino como el único medio por el cual la Madre Mariana y
su convento podrían ayudar a la Iglesia Católica y al mundo.
Las Apariciones de Nuestra Señora del Buen Suceso a
la Madre Mariana contienen muchas profecías acerca de la sociedad, el
gobierno y la Iglesia en el Ecuador, y también ofrecen una idea de la
grave situación en que se hundirían la Iglesia católica universal y el
mundo en el siglo XX y pasado el siglo. En los últimos 400 años se han
cumplido la mayor parte de estas profecías, lo que demuestra la
autenticidad de estas apariciones. Pero hay otras que todavía tienen que
cumplirse, en particular la de la “restauración completa de la Iglesia
Católica.”
Desde la aprobación de estas apariciones por el
Obispo de Quito, en 1610, todos los obispos sucesores suyos en la
diócesis han promovido siempre oficial y públicamente esta
devoción. Ahora, la pregunta es: ¿por qué después de 400 años los fieles
de la Iglesia Católica universal deberían cultivar esta devoción a la
Santísima Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora del Buen Suceso?
En estas profecías que la Virgen dio a la Madre
Mariana, le pidió trabajar para que las personas merecedoras del
“castigo divino” de la ira de Dios, pidieran al Padre Celestial ” con
insistencia” que acortara el tiempo de este “castigo divino”,
prometiéndole además que algún día, de una manera maravillosa, se
efectuaría la “restauración completa de la Iglesia Católica.”
Para promover esta devoción, la Virgen le había
pedido varias veces a la Madre Mariana que se hiciera una imagen suya,
hasta que por fin el 21 de enero de 1610, le dijo:
“... Te mando que hagas que se contruya mi imagen para
consuelo y preservación de mi convento, y para que las almas de
aquellos tiempos tengan una gran devoción hacia Mí, porque Yo soy la
Reina del Cielo bajo muchas invocaciones. Esta devoción es un escudo,
entre la justicia divina y el mundo prevaricador, que evitará la llegada
del terrible castigo de Dios, que esta tierra culpable merece “.
Esta sagrada imagen se esculpió en el transcurso de
un año y fue consagrada por el obispo de Quito, el 2 de febrero de
1611. La sagrada imagen de Nuestra Señora del Buen Suceso,
milagrosamente, se terminó de esculpir por los tres arcángeles Gabriel,
Rafael y Miguel, y hasta hoy se venera en el Convento de la Inmaculada
Concepción de Quito.
“Llegará mi hora cuando,
sorprendentemente,
arrojaré de su trono al soberbio y maldito Satanás,
aplastaré su cabeza bajo mis pies y será encadenado en las profundidades del infierno. ”
(Nuestra Señora del Buen Suceso, 2 de febrero 1634)
Resumen del mensaje de esperanza para nuestro tiempo: las profecías de Nuestra Señora del Buen Suceso
Lo más impresionante e interesante para nosotros, del mensaje profético es lo relativo a la situación del mundo y de la Iglesia. La
noche del 2 de febrero de 1634, mientras la madre de Mariana estaba
rezando en el coro de la capilla, se dio cuenta de que la lámpara del
Sagrario se apagó, dejando el lugar en oscuridad casi completa. Estaba a
punto de irse cuando se sintió como impedida por una fuerza desconocida
que la mantuvo expectante. De pronto, apareció por tercera vez a la
Virgen, radiante de belleza en medio de la oscuridad e iluminando la
iglesia como si fuera el medio día. La Virgen explicó a la vidente el
significado de este hecho.
“El haberse apagado la lámpara que arde ante el Prisionero del Sagrario tiene muchos significados.
El primero es éste : en el siglo XIX y
durante buena parte del XX se extenderán muchas herejías, la preciosa
luz de la fe se extinguirá en las almas con la corrupción casi total de
las costumbres. Entonces habrá grandes desastres físicos y morales,
públicos y privados. Las almas fieles que se mantengan en gracia
sufrirán un martirio cruel y atroz, que hará que muchas de ellas mueran
por la violencia de sus sufrimientos y sean consideradas mártires de la
Iglesia y de la Patria. (…)
” El tercer significado de la extinción de la
lámpara es que el espíritu de impureza, se hará presente en las calles,
plazas y lugares públicos como una marea sucia gozando de una libertad
tan sorprendente que casi no habrá ya almas vírgenes en el mundo.
” El cuarto significado manifiesta el poder de
las sectas, que se introducirán hábilmente en las familias haciendo que
se destruya la inocencia en los corazones de los más pequeños, y por
eso se agostarán las vocaciones sacerdotales. (…) Por desgracia, la
Iglesia pasará por una noche oscura en la que faltará el Prelado y Padre
que vigile con amor, dulzura, fuerza, sagacidad y prudencia, y por ello
muchas almas se perderán al poner en peligro su propia salvación .
” La quinta razón de la extinción de la
lámpara es la insensibilidad y desinterés de las personas que, aun
poseyendo una copiosa riqueza, permanecerán indiferentes a la opresión
de la Iglesia, la persecución de la virtud y el triunfo del mal, no
utlizando su riqueza para destruir el mal y restaurar la Fe “.
Esta época de oscuridad culminará con una guerra “espantosa y terrible, en la que en todas las naciones correrá la sangre. Esta será la más horrible de todas las noches
porque, triunfará el mal con apariencia de bien. Pero llegará mi hora,
cuando yo, de una manera maravillosa, arrojaré de su trono al soberbio y
maldito Satanás, lo colocaré bajo mis pies y será encadenado en el
abismo infernal, y finalmente, liberaré a la Iglesia y a la Nación de su cruel tiranía. “
Hay muchos factores que cooperan a la reivindicación de María y a
la restauración de la Iglesia y el cristianismo, pero sólo uno,
determinante, se hace constar por la Virgen: el papel que tendrá un hombre privilegiado, “EL GRAN PRELADO”
[nota del autor de este blog: será, en mi opinión, el papa santo
prometido en muchas profecías al que hemos dedicado el post “Vendrá un papa restaurador”]
“Ruega, clama sin cansancio y llora con lágrimas amargas en el
secreto de tu corazón, pidiendo al Padre Celestial que, por el amor del
Corazón Eucarístico de mi Santísimo Hijo, terminen pronto estos
terribles tiempos y envíe a la Iglesia un prelado que restaure el espíritu de los sacerdotes. Este
será un hijo amado mío que tendrá una rara prudencia, humildad de
corazón, obediencia a la inspiración divina, una fortaleza para defender los derechos de la Iglesia
y un corazón tierno y compasivo, así que, como otro Cristo, atenderá
al grande y al pequeño, sin despreciar a los más desafortunados. (…)
Tendrá en su mano la balanza del santuario,[símbolo de la autoridad] de modo que todo se haga con peso y medida, para que Dios sea glorificado. Para la pronta llegada de este padre y prelado, sin embargo, habrá el obstáculo de la flojedad de las almas consagradas a Dios, que serán a su vez la causa del gobierno de Satanás sobre la tierra. “
***
Su biógrafo dice que la Madre Mariana, muy impresionada por la
escena de la oscuridad y la apostasía que Nuestra Señora le había
figurado, cayó al suelo temblando pero se repuso con valentía y pidió
que se le concediera el milagro de mantenerla viva hasta el siglo XX,
para que pudiera luchar en el terreno frente a la ola de impiedad. La
Santísima Virgen no le concedió este favor, pero le aseguró
repitiéndoselo que ella misma asumiría el mando de la batalla decisiva,
lo que la confirmaría como “Reina de las Victorias”.
Para dejar a la vidente y a las monjas del monasterio una señal
tangible de su visita y protección, la Virgen mandó a la Madre Mariana
esculpir una imagen que la representara en la medida de lo
posible. La imagen debería tener un báculo apostólico en la mano derecha
con las llaves de la clausura como signo de autoridad y propiedad de
la congregación de la Virgen, sosteniendo en su mano izquierda al
bendito Niño Jesús. Todo se hizo como se había mandado, y, cuando se
entronizó la imagen en la capilla, en la mañana del 16 de enero de 1611,
mientras las hermanas se dirigían a la iglesia a rezar el Oficio Parvo
de Nuestra Señora, se escucharon armoniosas melodías: Al entrar en la
capilla, se vio el coro iluminado por una luz sobrenatural , y unos
ángeles cantaron el “Salve Santa Parens ” acompañados de una
música celestial. Luego colocaron la imagen en el lugar
determinado. Esta imagen todavía puede ser venerada en la misma capilla
del monasterio, y sobrevivió a muchas persecuciones y ruinas.
Publicado por cruccas gianluca en Non possumus y traducido por Amor de la Verdad