martes, 12 de mayo de 2015

Bergoglio convalida y premia blasfemias - Augusto TorchSon


Bergoglio convalida y premia blasfemias - Augusto TorchSon

  Bergoglio aprobó el segundo milagro para canonizar a la beata María de la Purísima. Pero lo “particular” de la situación tiene que ver con las perversas circunstancias en las que se desarrollaron los hechos a los cuales se consideran “sobrenaturales” para considerarlos milagro.
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  El “milagro” le sucedió en el 2012 a Francisco José Carretero que sufrió un ataque cardíaco y luego de permanecer 12 días sin esperanza de curación, se recuperó. Y cómo su madre era devota de la beata María de la Purísima a ella le rezaron. Sin embargo el sujeto del supuesto milagro no dijo ver en su experiencia cercana a la muerte a la monja sino a la “Virgen de la Esperanza”; y al tener la visión de la misma, éste blasfemo señala que la virgen le dijo “¿Tú qué coño haces aquí?”, agregando por si no se entendió bien: “Haga el favor de ponerlo como lo he dicho”.
  Por si esto fuera poco, el “milagreado” sostuvo que no cambió su vida espiritual diciendo: “Yo no soy precisamente un meapilas, hace por lo menos veinte años que no me confieso”, según manifestó este año (2015). Y para quienes tengan dudas de la poca eficacia e intrascendencia y hasta despilfarro sin sentido de la intercesión de esa “virgen” que invoca el beneficiario del prodigio, agregó: “Yo no sé si Dios existe, la que existe seguro es la Virgen de la Esperanza. Seguramente Dios también existirá. Lo que sí puedo decirle con certeza es que ahí arriba hay algo”.
  Asegura el digno receptor de "bergoglianos milagros" que esto no fue un sueño sino que efectivamente lo vivió.
  El testimonio lo recogimos del portal Religión en Libertad al que de ninguna manera se puede acusar de parcialidad antibergogliana sino todo lo contrario.
  Lo cierto es que este tipo de prodigios, resultan más que conveniente el calificarlos de milagros en la gestión Bergoglio, ya que él mismo propone un paraíso al que se llega sin la Gracia Santificante, sin el Bautismo, al que se llega fuera de la Iglesia Católica y hasta con el rechazo absoluto de Dios, incluyendo a todo tipo de recalcitrantes pecadores a los que no se les exige ningún arrepentimiento ni corrección, llevándolos a la categoría de réprobos en vez de ayudarlos a alcanzar la Vida Eterna en la Patria Celestial.
  Pero, a pesar de las constantes herejías del “obispo vestido de blanco”, no puede dejar de ofender nuestras más profundas fibras, que se pretenda convalidar tamaña blasfemia contra la Madre de Cristo, Madre Purísima, Madre Castísima, Madre Celestial, Virgen de Vírgenes, Madre del Creador, y reaccionar con indignación exigiendo reparación por tan terrible agravio. 
  Sin embargo, no podemos pretender que quién ya viene mostrando tanto desprecio por lo Sacro, lo Divino, y la Verdad; se retracte y haga penitencia por sus ya incontables y deliberadas acciones en contra de nuestra fe. Por lo que, si bien nos corresponde rezar por la conversión de tan dañino personaje, sabiendo con quien estamos lidiando, sólo nos queda realizar por nuestra cuenta dichos actos de reparación, y tratar de pedir que Cristo nos fortalezca para no decaer en el buen combate por la fe, y sobre todo en estos tiempos que, a no ser por una intervención sobrenatural, sólo se terminarán con el castigo purificador que precederá la Gloriosa Segunda Venida de Nuestro Salvador, que, en su viril hombría, no permitirá que se siga ofendiendo a su Madre como se está haciendo.
Ven Señor Jesús  
  

Augusto TorchSon
Nacionalismo Católico San Juan Bautista