Nadie sabe cómo el ex radical y hoy presidente de Boca Daniel
Angelici se interesó tanto en el manejo de la justicia. Si bien es
abogado, nunca ejerció y en el centenario partido militó junto al
senador Juan Trilla pero muy vinculado a Enrique “Coti” Nosiglia. Hace
algunos años consolidó una fortuna comprando varios bingos con
tragamonedas en la provincia de Buenos Aires. Este poder económico lo
posicionó dentro del PRO desde su fundación, a tal punto que lidera una
línea interna que integran diputados nacionales y legisladores porteños y
maneja los hilos de la justicia porteña, especialmente en el Consejo de
la Magistratura local, donde predomina junto al kirchnerismo.
El castigo
A través del fiscal federal Carlos Stornelli, muy activo en Boca,
Angelici tendió un puente con la justicia federal recientemente, aunque
había operado poco en ese ámbito. A partir del asesinato del fiscal
federal Alberto Nisman, sobrevino el festival de recusaciones que
impulsó el gobierno, que tuvo como blanco, entre otros, al juez Claudio
Bonadío, a cargo de la causa Hotesur, la que más preocupa a la
presidente. Se rumorea que Angelici se reunió con el camarista de
Casación Gustavo Hornos para convencerlo de que no aceptara la
recusación de Bonadío. Finalmente esto fue lo que ocurrió, con gran
decepción del gobierno nacional, que ahora intenta que esta causa se
derive a la justicia federal de Santa Cruz. El ánimo de “vendetta”
contra Angelici se instaló así en el cristinismo. Y la oportunidad para
la venganza habría aparecido en los octavos de final de la Copa
Libertadores de América, en la cual Boca Juniors corría con ventaja,
porque venía de una racha ganadora y con muy buen juego. En el primer
partido, que fue parejo pero con mucha violencia permitida por el referí
Luis Delfino, finalmente los millonarios ganaron por 1 a 0 y la
revancha que se jugó el miércoles pasado a la noche daba la oportunidad
ideal para que ocurriera una maldad y que Angelici supiera que el
cristinismo no permite que se inmiscuyan en “su justicia”. Está claro
que la Policía Federal la controla Sergio Berni y probablemente un barra
de Boca vinculado al gobierno bien pudo hacer el operativo de arrojar
el gas en la manga. El resultado se logró porque Angelici quedó
sumamente deteriorado en Boca por este papelón y también le pasaron así
la factura a Macri, ya que aquél es de su riñón político. Ahora Macri y
Angelici estarían investigando a fondo para determinar que fue una
operación en su contra y tal vez lo pueden probar mediante filmaciones,
aunque en la justicia no se les sería fácil. De cualquier modo,
comprobar la maniobra bastaría para dar un golpe trascendental en la
campaña presidencial.