Publicado por Revista Cabildo Nº 113
eses Mayo/Junio 2015- 3era Época
HISTÓRICAS
Adolfo M. MOLINA
Bicentenario olvidado y mal recordado
Hace un año cuando el tema estaba absolutamente en de nadie, nuestro amigo, camarada y maestro Adofo M, Molina, nos empezó a mandar cartas recordándonos que el 29 de junio de 2015 se cumpliría el bicentenario de un acto independentista federal, por cuya orientación, contenido y finalidad valdría la pena ser recordado. Después sucedió lo de siempre y lo lamentablemente previsible: el episodio fue robado por el pseudorevisionismo estatal, y hoy yace entre el olvido y la tergiversación. Con fragmentos textuales de aquellas diversas cartas aludidas de A.M.M., rescatamoso esencial del suceso.
¿Hay o no hay rastros documentales o, aunque sea, referencias del Congreso de Oriente en Arroyo de la China convocado por el Protector y acatada por la mitad federal de las provincias de entonces?
Vicente Sierra, en la estupenda "Historia de ¡a Argentina", en su Tomo VI, Libro Tercero, Capítulo Primero, Acápites 5/7, págs.351/ 6, dice que el 29 de abril de 1815 sólo fue el día en que el Protector comunicó su propósito de convocar un Congreso y lo hizo ese día con tres de los destinatarios: el Cabildo de Buenos Aires, el de Montevideo y el "de la villa de Concepción" (del Uruguay = Arroyo de la China), luego lo haría con las demás provincias "convocando los pueblos que se hallan bajo mi mando y protección " al que ya llama "Congreso de Oriente en Arroyo de la China".
Narra Sierra las elecciones efectuadas en cada provincia e identifica con precisión a los diputados electos en cada una, ponderando a cada gobernador que cumplió satisfactoriamente con el encargo de su Protector y transcribiendo las "instrucciones" dadas por el de Santa Fe.
"No se conocen Actas de este Congreso...", que el impecable Artigas seguramente hizo labrar, desaparición nada casual tras la desaparición del primer caudillo federal rioplatense en 1820.
Reunidos ya con él en el lugar de la asamblea, escribe al Cabildo de Montevideo, al parecer, aludiendo a alguna resolución muy poco común (¿la independencia?): "creyendo que lo importante del asunto debía sujetarse al escrutinio de la expresión general de los Pueblos, convoqué a un Congreso de todos los Diputados que hasta la fecha se habían reunido, tanto de la Banda Oriental como de los demás Pueblos que tengo el honor de proteger". Sierra también recuerda autores que tratan este tema, como Ernesto H. Celesia en "Federalismo Argentino" y el oriental José María Traibel.
Hay asimismo una versión rescatable de estos hechos narrada por José M. Rosa en su "Historia Argentina", Tomo III, págs. 145/ 6. Dice Rosa que desde el 29 de abril, Artigas había convocado al "Congreso de Oriente" o de los Pueblos Libres a reunirse en Concepción del Uruguay (en la convo-catoria le sigue dando su antiguo nombre "Arroyo de la China"). Misiones, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda Oriental mandaron sus diputados.
El 29 de junio se reúne el Congreso de Oriente, suponiéndose que su primer acto fue jurar la independencia "absoluta y relativa" e izar el pabellón tricolor (carta de Ar tigas a Pueyrredon del 24-7-1816).
No se llevaron actas del Congreso de Oriente, o fueron destruidas. Sus resoluciones se inducen [debería decir "deducen" o "infieren"] de la correspondencia de Artigas y [de] sus integrantes.
El concienzudo ocultamiento de las Actas del Congreso de la mitad federal y oriental de nuestras Provincias que viejos historiadores revisionistas llamaban "de Oriente" o también "del Uruguay" (apocopando Concepción del...) no debe hacer dudar de su realización y de su principal resolución narradas con firma autógrafa por su inspirador, nuestro Protector Artigas a su masónico rival Pueyrredon en su misiva del 24 de julio de 1816, respondiéndole a la circular enviada ese mes a las Provincias ausentes en la secesionista y sectaria resolución tucumana.
Lamentablemente este hecho ha sido tomado, capturado y desnaturalizado por el revisionismo oficial marxistoide, con Pacho O'Donnell a la cabeza. Y el Gobierno, que había tenido siquiera la intención de festejarlo, feriado mediante, acabó confundiéndolo todo, una vez más.
Pero nosotros, desde estas páginas, recordamos las cosas como fueron. •


